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A
Aborto
El aborto espontáneo es la pérdida no intencionada de un embarazo antes de las 20 semanas de gestación. En la mayoría de los casos, ocurre debido a factores fuera del control de la madre.
Causas
La causa más frecuente son anomalías cromosómicas que dificultan el desarrollo normal del feto. Sin embargo, existen otros factores que pueden contribuir al aborto espontáneo:
- Problemas hormonales: Desequilibrios que afectan la capacidad del cuerpo para sostener el embarazo.
- Infecciones: Algunas infecciones pueden crear un entorno no favorable en el útero.
- Anomalías en los órganos reproductores: Como un útero malformado o un cuello uterino incompetente.
- Problemas inmunológicos: Respuestas del sistema inmunitario que afectan al embarazo.
- Enfermedades crónicas: Diabetes no controlada, hipertensión, entre otras.
- Edad materna: El riesgo aumenta después de los 35 años.
- Historial de abortos espontáneos: Haber tenido pérdidas anteriores incrementa el riesgo.
Tipos de aborto
- Aborto natural: Ocurre de forma espontánea, sin intervención externa.
- Aborto retenido: El feto ha muerto, pero permanece dentro del útero.
- Aborto incompleto: Parte de los tejidos gestacionales permanecen en el útero.
- Aborto completo: Todo el tejido ha sido expulsado naturalmente.
- Aborto inevitable: Hay señales claras de que el aborto es inminente, como dilatación del cuello uterino.
- Aborto séptico: Se asocia con una infección uterina, lo que puede ser grave.
Signos y síntomas
Los signos más comunes incluyen:
- Dolor abdominal o lumbago (puede ser sordo, agudo o tipo cólico).
- Sangrado vaginal, con o sin cólicos.
- Expulsión de coágulos o tejidos por la vagina.
Si experimenta alguno de estos síntomas, busque atención médica inmediata.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo de aborto, pero puede incluir:
- Legrado uterino: Un procedimiento quirúrgico para extraer tejidos restantes.
- Tratamiento farmacológico: Uso de medicamentos para ayudar a expulsar los tejidos.
El ciclo menstrual generalmente se reanuda en unas pocas semanas, y se recomienda esperar al menos 1 año antes de intentar un nuevo embarazo, dependiendo además de las recomendaciones médicas.
Prevención
Aunque muchos abortos espontáneos no se pueden prevenir, algunos cuidados pueden reducir el riesgo:
- Controlar enfermedades crónicas como la diabetes.
- Evitar infecciones mediante prácticas higiénicas.
- Mantener un estilo de vida saludable y un control prenatal adecuado.
Absceso
Un absceso es una acumulación localizada de pus (que contiene glóbulos blancos vivos y muertos, bacterias, tejido muerto y otras sustancias) en una zona del cuerpo afectada por una infección. Puede formarse en cualquier parte del cuerpo, siendo común en la piel, pero también puede ocurrir en órganos internos o tejidos profundos.
Causas
Los abscesos son el resultado de una respuesta inmunitaria del cuerpo ante una infección. Las principales causas incluyen:
- Bacterias: Como Staphylococcus aureus, la causa más frecuente, especialmente en abscesos cutáneos.
- Parásitos: Aunque es menos común, algunos parásitos pueden causar abscesos en órganos internos.
- Cuerpos extraños: Sustancias o materiales introducidos en el cuerpo, como astillas o fragmentos de vidrio, pueden provocar abscesos al generar una reacción inflamatoria e infecciosa.
Síntomas
Los abscesos cutáneos son fácilmente identificables y presentan las siguientes características:
- Enrojecimiento: La piel en el área afectada está inflamada y de color rojo.
- Hinchazón: El área está elevada o abultada.
- Dolor: Sensibilidad y molestias al tacto.
- Calor local: La zona suele estar más caliente que el resto de la piel.
- Presencia de pus: Puede haber una acumulación visible o drenaje espontáneo de líquido purulento.
En abscesos internos, los síntomas pueden variar y ser más generales, como fiebre, fatiga o malestar general.
Tratamiento
El tratamiento del absceso depende de su localización, tamaño y causa, y puede incluir:
- Drenaje: Es el tratamiento de elección en la mayoría de los casos. Esto se realiza mediante una pequeña incisión para liberar el pus acumulado.
- Antibióticos: En algunos casos, especialmente si hay infección diseminada (celulitis) o el paciente tiene factores de riesgo, se prescriben antibióticos. Es importante identificar el agente causal para seleccionar el tratamiento adecuado.
- Cuidados locales: Incluyen la limpieza adecuada del área afectada, cambios de apósitos y monitoreo.
Acné
El acné es una afección cutánea que ocurre cuando los folículos pilosos se obstruyen por exceso de sebo (aceite), células muertas y bacterias. Esta condición puede causar inflamación, puntos negros, espinillas, pústulas o, en casos severos, nódulos y quistes.
Causas
El acné puede ser causado por:
- Cambios hormonales: Comunes en la adolescencia, menstruación, embarazo o uso de anticonceptivos.
- Producción excesiva de sebo: Estimula la obstrucción de los poros.
- Productos grasosos o cosméticos: Cremas, maquillajes y productos para el cabello que tapan los folículos.
- Fármacos: Esteroides, testosterona, estrógenos y ciertos medicamentos como la fenitoína.
- Humedad y sudoración excesiva.
- Estrés: Aunque no es causa directa, puede empeorar la condición.
Signos y síntomas
- Aparición de:
- Puntos negros (comedones abiertos).
- Espinillas (comedones cerrados).
- Pústulas y pápulas (lesiones inflamadas con pus).
- Quistes o nódulos (lesiones profundas y dolorosas en casos severos).
- Mayormente localizado en el rostro, hombros, espalda, pecho y glúteos.
Tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad del acné e incluye:
- Tópicos: Cremas con peróxido de benzoilo, retinoides o antibióticos.
- Orales: Antibióticos, anticonceptivos hormonales o isotretinoína (en casos severos).
- Procedimientos médicos: Drenaje de quistes, peelings químicos o terapia con láser.
Prevención
- Mantener la piel limpia: Lavar el rostro dos veces al día con un limpiador suave.
- Evitar productos grasosos: Usar productos etiquetados como "no comedogénicos".
- Evitar manipular las lesiones: No exprimir ni tocar las espinillas para prevenir cicatrices.
- Reducir el estrés: Adoptar técnicas de relajación.
- Consultar a un dermatólogo si el acné persiste o empeora.
Acidez
La acidez es una sensación de ardor o dolor en el esófago, originada por el reflujo de ácido gástrico hacia el esófago debido a una disfunción del esfínter esofágico inferior. Suele sentirse en el pecho y puede extenderse hacia el cuello o la garganta.
Causas
- Relajación del esfínter esofágico inferior:lo que permite que los ácidos gástricos suban al esófago.
- Embarazo: debido a cambios hormonales y presión en el abdomen.
- Obesidad: que incrementa la presión abdominal.
- Fármacos: como antiinflamatorios, bloqueadores de calcio y antidepresivos.
- Dieta: Consumo de alimentos grasos, cítricos, picantes o chocolate.
- Estilo de vida: Uso de ropa ajustada, fumar o acostarse justo después de comer.
Signos y síntomas
- Ardor en el pecho, especialmente después de comer.
- Regurgitación de ácido o alimentos hacia la boca.
- Dolor que se agrava al inclinarse o al acostarse.
- Sabor amargo o ácido en la boca.
Tratamiento
- Cambios en el estilo de vida: Modificar la dieta y evitar acostarse inmediatamente después de comer.
- Medicamentos:
- Antiácidos para neutralizar el ácido gástrico.
- Inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, esomeprazol).
- Bloqueadores H2 (ranitidina, famotidina).
- En casos severos, se puede requerir cirugía para corregir la disfunción del esfínter esofágico.
Prevención
- Evitar alimentos desencadenantes, como chocolate, cítricos, grasas, picantes y bebidas carbonatadas.
- Mantener un peso saludable.
- No fumar.
- Evitar ropa ajustada que aumente la presión abdominal.
- Elevar la cabecera de la cama para reducir el reflujo durante la noche.
- Evitar acostarse inmediatamente después de comer (esperar al menos 2-3 horas).
Accidente Vascular Cerebral
El accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro, lo que impide que las células cerebrales reciban oxígeno y nutrientes, causando su muerte.
Existen dos tipos principales de ACV:
- ACV hemorrágico: Producido por la ruptura de un vaso sanguíneo, lo que causa hemorragia en el cerebro.
- ACV isquémico: Ocurre cuando un vaso sanguíneo se bloquea debido a un coágulo. Este es el tipo más común.
Causas
El ACV puede deberse a diversas causas, siendo la hipertensión arterial el principal factor de riesgo, asociado al 80% de los casos. Otros factores incluyen:
- Diabetes.
- Colesterol alto.
- Cardiopatías: Como fibrilación auricular.
- Antecedentes familiares de ACV.
- Consumo de sustancias: Alcohol en exceso, cocaína u otras drogas.
- Trastornos hemorrágicos: Como hemofilia.
- Traumatismos craneales.
- Edad avanzada: El riesgo aumenta con la edad.
- Etnia: Algunas poblaciones tienen un riesgo mayor debido a predisposiciones genéticas o ambientales.
Signos y síntomas
Los síntomas de un ACV suelen aparecer de forma repentina y dependen de la región del cerebro afectada. Pueden ser episódicos o empeorar progresivamente.
Síntomas comunes:
- Cambios en la lucidez mental: Confusión, somnolencia, letargo o pérdida del conocimiento.
- Dificultad para hablar o entender: Afasia o problemas para encontrar palabras.
- Dificultad para deglutir (disfagia).
- Dolor de cabeza intenso y repentino (más común en ACV hemorrágico).
- Pérdida de la coordinación y el equilibrio.
- Debilidad o parálisis en un lado del cuerpo (hemiparesia o hemiplejia).
- Cambios en la sensibilidad: Hormigueo, entumecimiento o pérdida de sensación en un lado del cuerpo.
- Pérdida o cambios en la visión: Visión borrosa o ceguera parcial.
Reconoce un ACV con la regla F.A.S.T.:
- Face (Cara): Pide a la persona que sonría; ¿un lado de la cara está caído?
- Arms (Brazos): Pide que levante ambos brazos; ¿un brazo se cae?
- Speech (Habla): ¿Habla de manera extraña o no puede repetir una frase simple?
- Time (Tiempo): Si notas estos síntomas, busca atención médica inmediata.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo de ACV, su causa y su gravedad.
- ACV isquémico:
- Administración de medicamentos trombolíticos (tPA) para disolver el coágulo si se detecta dentro de las primeras horas.
- Intervenciones mecánicas, como la trombectomía, para eliminar el coágulo.
- ACV hemorrágico:
- Control de la hemorragia y reducción de la presión intracraneal.
- Cirugía para reparar vasos dañados o eliminar acumulaciones de sangre.
- Rehabilitación:
- Terapia física, ocupacional y del habla para recuperar habilidades perdidas.
Prevención
- Control de la presión arterial: Mantenerla en niveles normales (<120/80 mmHg).
- Estilo de vida saludable:
- Dieta equilibrada rica en frutas, vegetales y baja en grasas saturadas.
- Actividad física regular.
- Mantener un peso saludable.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas.
- No fumar.
- Control médico regular: Especialmente si se tienen factores de riesgo como diabetes, colesterol alto o problemas cardíacos.
Alcoholismo
El alcoholismo, también conocido como trastorno por consumo de alcohol, es una enfermedad crónica caracterizada por la dependencia física y psicológica al alcohol. Afecta tanto al cuerpo como a la mente, provocando problemas sociales, laborales y de salud.
Causas
El alcoholismo puede desarrollarse debido a una combinación de factores:
- Genéticos: Predisposición hereditaria al consumo excesivo de alcohol.
- Psicológicos: Estrés, ansiedad, depresión u otros trastornos mentales.
- Sociales: Presión del entorno social o cultural donde se fomente el consumo de alcohol.
- Factores ambientales: Exposición temprana al consumo de alcohol o abuso en la infancia.
Signos y síntomas
Las cinco características principales del alcoholismo incluyen:
- Ansiedad o deseo intenso de consumir alcohol.
- Pérdida de control sobre la cantidad de alcohol consumido.
- Incapacidad para dejar de beber, a pesar de los problemas causados.
- Dependencia física, que se manifiesta en síntomas de abstinencia como náuseas, sudoración, temblores o ansiedad al dejar de beber.
- Tolerancia: Necesidad de consumir cantidades cada vez mayores para sentir el efecto deseado.
El alcoholismo aumenta el riesgo de:
- Enfermedades físicas:
- Cáncer (especialmente de hígado, esófago, garganta y boca).
- Daño en el hígado (como cirrosis).
- Deterioro cerebral y daño a otros órganos.
- Complicaciones en el embarazo: Defectos congénitos y problemas en el desarrollo del feto.
- Accidentes de tránsito: Alto riesgo de lesiones o muerte por conducir bajo los efectos del alcohol.
- Problemas sociales y laborales: Deterioro en las relaciones interpersonales y el desempeño en el trabajo.
- Violencia intrafamiliar: El alcoholismo está vinculado con un aumento de episodios de violencia en el hogar.
- Riesgo de homicidios y suicidios.
Tratamiento
El tratamiento del alcoholismo requiere un enfoque integral que aborde los aspectos físicos, psicológicos y sociales:
- Deseo de dejar el alcohol: El primer paso es reconocer el problema y tener la disposición de cambiar.
- Ayuda médica: Puede incluir desintoxicación supervisada por profesionales, medicamentos para reducir el deseo de alcohol o tratar síntomas de abstinencia.
- Terapia psicológica: Terapias cognitivo-conductuales y sesiones con psicólogos o psiquiatras especializados en adicciones.
- Grupos de apoyo: Asociaciones como Alcohólicos Anónimos (AA) brindan apoyo a quienes luchan con el alcoholismo.
- Apoyo familiar: La comprensión y ayuda de familiares y amigos son esenciales durante el proceso de recuperación.
Prevención
- Evitar el consumo temprano: Retrasar el inicio del consumo en jóvenes.
- Educar sobre los riesgos: Informar sobre los efectos a largo plazo del consumo excesivo de alcohol.
- Estilo de vida saludable: Promover alternativas saludables al consumo de alcohol, como actividades físicas o recreativas.
- Control del entorno social: Evitar ambientes donde el consumo excesivo sea incentivado.
Alopecia
Es la pérdida del cabello en una o varias zonas del cuerpo. Existen diferentes tipos de alopecia y el tratamiento depende del diagnóstico. Puede afectar la estética y la autoestima de quien la padece.
Causas
- Factor hereditario
- Cicatrización del folículo piloso (alopecia cicatrizal)
- Fármacos
- Trastornos endocrinos
- Estrés
- Deficiencias nutricionales
Signos y síntomas
- Pérdida progresiva de cabello
- Zonas sin cabello en el cuero cabelludo o en otras partes del cuerpo
- Debilitamiento del cabello
Tratamiento
- Medicación (minoxidil, finasterida)
- Terapia con plasma rico en plaquetas
- Tratamientos dermatológicos específicos
- Uso de pelucas o prótesis capilares en casos avanzado
Prevención
- Mantener una dieta equilibrada con suficientes nutrientes
- Evitar el estrés
- Evitar el uso excesivo de productos químicos agresivos en el cabello
- Consultar al especialista ante los primeros signos de caída excesiva
Amebiasis
Es una infección intestinal causada por el parásito Entamoeba histolytica. Puede vivir en el intestino grueso sin causar enfermedad, pero algunas veces invade las paredes del colon, provocando colitis o diarrea prolongada. En casos graves, se puede diseminar a otros órganos.
Causas
- Consumo de agua o alimentos contaminados
- Uso de excrementos humanos como fertilizantes
- Contacto con personas infectadas, especialmente en relaciones sexuales anales
Signos y síntomas
- Diarrea con sangre
- Cólicos abdominales
- Dolor durante la defecación
- Pérdida de peso
- Fiebre
- Fatiga
- Flatulencias excesivas
- Vómitos
Tratamiento
- Administración de antibióticos
- Mantener una hidratación adecuada
- En casos severos, hospitalización
Prevención
- Beber agua potable o purificada
- Mantener una higiene adecuada al preparar alimentos
- Evitar el contacto con aguas contaminadas
- Lavar las manos con frecuencia
Amenorrea
La amenorrea es la ausencia del ciclo menstrual durante tres o más meses en mujeres con ciclos regulares o seis o más meses en mujeres con ciclos irregulares. No es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de diversos trastornos subyacentes que pueden afectar la salud reproductiva y general de la mujer.
Se clasifica en dos tipos:
- Amenorrea primaria: Cuando una mujer no ha presentado su primera menstruación a los 16 años.
- Amenorrea secundaria: Cuando una mujer que previamente tenía ciclos menstruales deja de menstruar por un período prolongado.
Causas
Las causas de la amenorrea pueden ser diversas y abarcan factores hormonales, metabólicos y estructurales. Entre las principales encontramos:
- Embarazo (la causa más común en mujeres en edad fértil).
- Lactancia materna.
- Menopausia (final natural de los ciclos menstruales).
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP): Afecta la ovulación y provoca ciclos irregulares o ausentes.
- Problemas de tiroides: Hipotiroidismo o hipertiroidismo pueden alterar el ciclo menstrual.
- Hiperprolactinemia: Exceso de prolactina en la sangre puede suprimir la ovulación.
- Pérdida de peso rápida o extrema (desnutrición, dietas estrictas, anorexia nerviosa).
- Ejercicio físico excesivo (común en atletas de alto rendimiento).
- Obesidad (puede alterar los niveles hormonales y afectar la ovulación).
- Estrés crónico (altera la producción de hormonas que regulan el ciclo menstrual).
- Anticonceptivos hormonales: Algunas mujeres pueden experimentar amenorrea tras suspender su uso.
- Medicamentos psiquiátricos, corticosteroides y quimioterapia.
- Procedimientos quirúrgicos: Como histerectomía o ciertos tratamientos en el útero.
Signos y síntomas
Los síntomas de la amenorrea pueden variar según la causa subyacente y pueden incluir:
- Dolor de cabeza (asociado a alteraciones hormonales).
- Aumento o pérdida de peso inexplicable.
- Cambios en la voz (cuando hay alteraciones hormonales como el síndrome de Cushing).
- Dolor pélvico sin sangrado.
- Resequedad vaginal (especialmente cuando hay deficiencia de estrógenos).
- Acné o exceso de vello facial y corporal (síndrome de ovario poliquístico).
- Sofocos y sudoración nocturna (indicio de deficiencia hormonal o menopausia precoz).
- Secreción anormal de leche en las mamas (galactorrea) (puede indicar hiperprolactinemia).
Si la amenorrea no es tratada adecuadamente, puede dar lugar a diversas complicaciones:
- Infertilidad: Si la amenorrea se debe a problemas ovulatorios, la concepción se ve afectada.
- Osteoporosis o pérdida de masa ósea: La falta de estrógenos puede debilitar los huesos y aumentar el riesgo de fracturas.
- Enfermedades cardiovasculares: Especialmente cuando hay alteraciones hormonales prolongadas.
- Desequilibrios metabólicos: Relacionados con el síndrome de ovario poliquístico, resistencia a la insulina y obesidad.
- Impacto emocional: Puede generar ansiedad, depresión y problemas de autoestima, especialmente en mujeres jóvenes preocupadas por su fertilidad.
Tratamiento
El tratamiento de la amenorrea depende de su causa específica. Algunas opciones incluyen:
- Modificaciones en el estilo de vida:
- Aumento de peso en mujeres con bajo peso.
- Reducción de ejercicio excesivo en atletas.
- Manejo del estrés con terapia o técnicas de relajación.
- Tratamiento farmacológico:
- Anticonceptivos hormonales para regular los ciclos menstruales.
- Medicamentos para tratar el hipotiroidismo o hiperprolactinemia.
- Metformina en casos de síndrome de ovario poliquístico.
- Intervención quirúrgica (en casos específicos):
- Para corregir anomalías estructurales del útero o los ovarios.
En muchos casos, una combinación de tratamientos puede ser necesaria para restaurar la función menstrual.
Prevención
Si bien algunas causas de la amenorrea no pueden prevenirse, hay estrategias que pueden reducir el riesgo:
- Mantener un peso saludable: Evitar fluctuaciones extremas de peso y practicar una alimentación equilibrada.
- Ejercicio moderado: Evitar el sobreentrenamiento y permitir periodos de descanso adecuados.
- Control del estrés: Meditación, yoga y terapia psicológica pueden ayudar a regular las hormonas.
- Revisiones médicas regulares: Consultar con un ginecólogo ante irregularidades en el ciclo menstrual.
- Evitar dietas extremas: El déficit calórico severo puede afectar la producción hormonal.
En casos de amenorrea secundaria, la recuperación del ciclo menstrual dependerá del tratamiento adecuado de la causa subyacente.
Amigdalitis
La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, que son ganglios linfáticos ubicados en la parte posterior de la boca y la parte superior de la garganta. Su función principal es ayudar a eliminar bacterias y microorganismos para prevenir infecciones en el cuerpo. Sin embargo, en ocasiones pueden llenarse de bacterias o virus que no pueden ser eliminados, lo que causa una infección.
Causas
La amigdalitis puede ser causada por:
- Infecciones virales: Virus como el de la gripe o el Epstein-Barr.
- Infecciones bacterianas: Especialmente por Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A).
- Factores ambientales: Exposición a contaminantes o irritantes.
Signos y síntomas
- Dificultad para tragar.
- Dolor de oído.
- Fiebre y escalofríos.
- Dolor de cabeza.
- Mal aliento.
- Amígdalas rojas e hinchadas.
- Cambios en la voz y afonía.
Tratamiento
- Si es bacteriana: Antibióticos prescritos por un médico, tomados por el tiempo indicado.
- Si es viral: Tratamiento sintomático con analgésicos, antiinflamatorios y reposo.
- Reposo y consumo abundante de líquidos.
Prevención
- Lavado frecuente de manos.
- Evitar compartir utensilios o vasos con personas enfermas.
- Mantener una higiene adecuada de la boca y la garganta.
Anemia
La anemia es una condición en la que el cuerpo tiene una deficiencia de glóbulos rojos sanos, lo que reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a los tejidos. La anemia por deficiencia de hierro es el tipo más común.
Causas
- Deficiencia de hierro, vitamina B12 o ácido fólico.
- Enfermedades crónicas como insuficiencia renal o artritis.
- Trastornos genéticos como la anemia drepanocítica o la talasemia.
- Pérdida de sangre (menstruación abundante, hemorragias internas).
Signos y síntomas
- Fatiga y debilidad.
- Dolores de cabeza.
- Piel pálida.
- Problemas para concentrarse.
- Uñas quebradizas.
- Dificultad para respirar con actividad leve.
- Sensación de frío en manos y pies.
Tratamiento
Depende del tipo de anemia:
- Por deficiencia de hierro: Suplementos de hierro.
- Por deficiencia de B12: Inyecciones o suplementos de vitamina B12.
- Anemia severa: Transfusiones sanguíneas en casos graves.
Prevención
- Consumo de alimentos ricos en hierro (espinacas, carne roja, legumbres).
- Ingesta adecuada de vitamina B12 y ácido fólico.
- Control de enfermedades crónicas subyacentes.
Ansiedad
La ansiedad es un trastorno mental caracterizado por una preocupación y miedo excesivo y persistente, que puede afectar la vida diaria del individuo.
Causas
- Estrés crónico.
- Factores genéticos.
- Desequilibrios en neurotransmisores.
Signos y síntomas
- Nerviosismo constante.
- Dificultad para concentrarse.
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Insomnio.
Tratamiento
- Psicoterapia: Terapia cognitivo-conductual.
- Medicamentos: Antidepresivos o ansiolíticos bajo prescripción médica.
Prevención
- Técnicas de relajación y meditación.
- Establecimiento de rutinas.
- Ejercicio regular.
Apnea
Es un trastorno en el cual la respiración se interrumpe repetidamente durante el sueño, causando fatiga diurna y otros problemas de salud.
Causas
- Obstrucción de las vías respiratorias.
- Sobrepeso.
- Anomalías en la estructura del cuello o garganta.
Signos y síntomas
- Ronquidos fuertes.
- Fatiga diurna.
- Dolores de cabeza matutinos.
- Insomnio.
Tratamiento
- Uso de CPAP (dispositivo de presión positiva).
- Pérdida de peso en caso de obesidad.
- Cirugía en casos graves.
Prevención
- Mantener un peso saludable.
- Evitar alcohol y tabaco.
- Dormir de lado en lugar de boca arriba.
Artritis
La artritis es una enfermedad inflamatoria o degenerativa de las articulaciones, que causa dolor, rigidez y disminución de la movilidad. Existen más de 100 tipos de artritis, siendo las más comunes la artritis reumatoide y la osteoartritis. La artritis ocurre cuando el cartílago que recubre las articulaciones se deteriora, impidiendo un movimiento suave y sin fricción.
Causas
- Enfermedades autoinmunes (como la artritis reumatoide).
- Fracturas óseas previas que dañan la articulación.
- Desgaste y deterioro de la articulación por la edad (osteoartritis).
- Infecciones virales o bacterianas que afectan las articulaciones.
- Depósitos de cristales de ácido úrico (gota).
Signos y síntomas
- Dolor articular persistente.
- Rigidez, especialmente por la mañana o después de estar en reposo.
- Inflamación y calor en las articulaciones.
- Disminución de la movilidad y dificultad para mover la articulación afectada.
Tratamiento
- Aplicación de hielo o calor para reducir inflamación y dolor.
- Uso de férulas o soportes articulares para estabilizar la articulación.
- Fisioterapia y ejercicios de bajo impacto para mejorar movilidad.
- Medicamentos antiinflamatorios para controlar el dolor.
- Terapias biológicas o inmunosupresoras en casos de artritis reumatoide.
Prevención
- Mantener un peso saludable para reducir la carga sobre las articulaciones.
- Ejercicio regular para fortalecer músculos y articulaciones.
- Evitar lesiones en las articulaciones.
- Alimentación rica en omega-3 y antioxidantes para reducir la inflamación.
Artrosis
La artrosis es un trastorno degenerativo de las articulaciones que ocurre cuando el cartílago protector que recubre los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. Es más común en adultos mayores de 55 años.
Causas
- Envejecimiento natural de las articulaciones.
- Sobrepeso, que aumenta la presión sobre las articulaciones.
- Fracturas o lesiones articulares previas.
- Práctica excesiva de deportes de impacto.
- Posturas mantenidas por largos períodos (arrodillarse, levantar objetos pesados).
Signos y síntomas
- Rigidez matutina que mejora con el movimiento.
- Dolor articular al aplicar presión o después del uso prolongado.
- Crujidos o chasquidos en la articulación.
Tratamiento
- Fisioterapia para mejorar el rango de movimiento.
- Medicamentos para el dolor, como analgésicos o antiinflamatorios.
- Ejercicio de bajo impacto (natación, yoga, bicicleta).
Prevención
- Mantener un peso adecuado.
- Practicar ejercicios de fortalecimiento articular.
Arritmia cardiaca
La arritmia cardiaca es una alteración en la frecuencia o el ritmo de los latidos del corazón. Puede provocar que el corazón lata demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o de manera irregular.
Causas
- Niveles anormales de potasio en sangre.
- Infarto previo o daño al miocardio.
- Hipertiroidismo.
- Consumo de alcohol, cafeína, cigarrillo o drogas.
- Medicamentos para la presión arterial o depresión.
Signos y síntomas
- Dolor torácico.
- Mareos y desmayos.
- Palidez.
- Latidos irregulares o demasiado rápidos/lentos.
Tratamiento
- Medicamentos para regular la frecuencia cardiaca.
- Colocación de marcapasos en casos severos.
Prevención
- Control de factores de riesgo como hipertensión y colesterol alto.
- Evitar cafeína y alcohol en exceso.
Asma
El asma es una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.
Causas
- Exposición a alérgenos como polvo, moho, polen y ácaros.
- Infecciones respiratorias.
- Ejercicio intenso.
- Estrés.
- Humo del tabaco.
Signos y síntomas
- Dificultad para respirar.
- Sibilancias (silbidos al respirar).
- Tos persistente.
- Sensación de opresión en el pecho.
Tratamiento
- Broncodilatadores para crisis agudas.
- Corticosteroides inhalados para prevención.
Prevención
- Evitar exposición a alérgenos.
- Vacunación contra gripe y neumonía.
Ataque pánico
El trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por episodios repentinos e intensos de miedo extremo, conocidos como ataques de pánico. Estos episodios pueden ocurrir de manera inesperada y generar una sensación de pérdida de control, peligro inminente o incluso la sensación de estar a punto de morir.
Los ataques de pánico pueden ocurrir a cualquier edad, aunque son más frecuentes en mujeres y suelen iniciarse entre los 20 y 30 años.
Causas
Si bien no se conoce una causa exacta, existen diversos factores que pueden contribuir al desarrollo del trastorno de pánico:
- Factores genéticos: Puede haber antecedentes familiares de ansiedad o trastorno de pánico.
- Estrés intenso o crónico: Eventos traumáticos, problemas emocionales o estrés laboral pueden desencadenar los síntomas.
- Desequilibrios químicos en el cerebro: Alteraciones en neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina pueden influir en la aparición de ataques de pánico.
- Consumo de sustancias estimulantes: Cafeína, drogas o alcohol pueden desencadenar episodios de pánico en personas predispuestas.
Signos y síntomas
Los ataques de pánico se presentan de manera súbita y pueden durar de 5 a 30 minutos, aunque la sensación de malestar puede prolongarse por más tiempo. Los síntomas incluyen:
- Molestia o dolor torácico.
- Mareo o sensación de desmayo.
- Miedo intenso a morir o perder el control.
- Sensación de asfixia o falta de aire.
- Sudoración, escalofríos o sofocos.
- Palpitaciones o latidos cardíacos acelerados (taquicardia).
- Temblores o estremecimiento.
- Náuseas o malestar estomacal.
- Entumecimiento u hormigueo en manos, pies o cara.
- Sensación de irrealidad o desconexión del entorno (despersonalización o desrealización).
Estos síntomas pueden hacer que la persona tema experimentar otro ataque, lo que puede aumentar la ansiedad y generar un círculo vicioso.
Tratamiento
El tratamiento del trastorno de pánico busca reducir la frecuencia e intensidad de los ataques y mejorar la calidad de vida del paciente. Se pueden emplear diferentes enfoques:
Psicoterapia
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Es el tratamiento más efectivo, ya que ayuda a identificar y modificar los pensamientos y conductas que desencadenan los ataques de pánico.
- Terapia de exposición: Se utiliza para reducir el miedo a los síntomas del pánico y a situaciones específicas que la persona evita.
En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos como:
- Antidepresivos (ISRS o IRSN): Como fluoxetina o sertralina, que ayudan a regular los niveles de serotonina en el cerebro.
- Benzodiacepinas: Como el alprazolam o el clonazepam, que pueden aliviar los síntomas en el corto plazo, aunque no son recomendados para uso prolongado debido al riesgo de dependencia.
Prevención
Si bien no siempre es posible prevenir el trastorno de pánico, algunas estrategias pueden reducir el riesgo de desarrollar ataques de pánico:
- Evitar el estrés prolongado y aprender técnicas de manejo del estrés.
- Mantener hábitos de sueño saludables.
- Reducir el consumo de cafeína, alcohol y otras sustancias estimulantes.
- Realizar ejercicio regularmente, ya que mejora la producción de neurotransmisores relacionados con el bienestar.
- Practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y el yoga.
B
Balanitis
La balanitis es la inflamación del glande del pene. Puede estar acompañada de inflamación del prepucio (postitis), y en esos casos se denomina balanopostitis. Generalmente, es causada por infecciones bacterianas, fúngicas (como Candida albicans) o virales. También puede originarse por una higiene íntima deficiente, especialmente en hombres no circuncidados, así como por el uso de productos irritantes, alergias o enfermedades como la diabetes.
Signos y síntomas:
- Enrojecimiento e inflamación del glande y/o prepucio
- Erupciones o manchas en el glande
- Secreción con mal olor
- Dolor o molestia al orinar
- Sensibilidad, escozor o picazón
- Dificultad para retraer el prepucio (en algunos casos)
Tratamiento:
El tratamiento dependerá de la causa identificada tras la valoración médica. Puede incluir:
- Antifúngicos (tópicos u orales) en caso de infección por hongos
- Antibióticos para infecciones bacterianas
- Cremas con corticoides para reducir la inflamación
- Suspensión de productos irritantes
- Control de enfermedades subyacentes como la diabetes
Cuidados:
- Mantener una higiene genital adecuada, sin excesos ni productos irritantes
- Secar bien el área genital después del baño
- Usar ropa interior de algodón y evitar la humedad
- Evitar relaciones sexuales durante el tratamiento si hay molestias o infecciones activas
- Control regular en caso de diabetes o predisposición
Prevención:
- Higiene diaria del área genital, especialmente bajo el prepucio si no hay circuncisión
- Evitar el uso de jabones perfumados o productos agresivos
- Usar preservativo para reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual
- Controlar los niveles de azúcar en sangre en personas diabéticas
- Consultar al médico ante los primeros síntomas
Bocio
El bocio es un agrandamiento anormal de la glándula tiroides, ubicada en la parte anterior del cuello. Aunque generalmente es benigno, puede asociarse a alteraciones en la producción de hormonas tiroideas (hipotiroidismo, hipertiroidismo o función normal). Puede tener causas desconocidas (idiopático) o deberse a deficiencia de yodo, trastornos autoinmunes como la enfermedad de Hashimoto o factores genéticos y hormonales.
Signos y síntomas:
- Inflamación visible o palpable en el cuello
- Sensación de opresión en la garganta
- Tos persistente
- Dificultad para tragar (disfagia)
- Dificultad para respirar (en bocios grandes o intratorácicos)
- Cambios en la voz (ronquera o voz débil)
Tratamiento:
El tratamiento dependerá del tipo de bocio, su tamaño, síntomas y función tiroidea:
- Terapia de reemplazo hormonal con levotiroxina si hay hipotiroidismo
- Yodo radioactivo para reducir el tamaño del bocio en casos con hiperfunción
- Cirugía (tiroidectomía) en bocios grandes, sintomáticos o sospechosos de malignidad
Cuidados:
- Asistir a controles médicos periódicos con endocrinología
- Tomar correctamente la medicación prescrita
- Evitar el consumo excesivo de alimentos bociógenos crudos (como col, brócoli o coliflor) si se tiene deficiencia de yodo
- No automedicarse con suplementos de yodo sin indicación médica
Prevención:
- Incluir en la dieta alimentos ricos en yodo como sal yodada, mariscos y pescados
- Realizar chequeos médicos regulares, especialmente si hay antecedentes familiares o síntomas
- Evitar exposición a sustancias químicas que puedan alterar la función tiroidea
- Monitorear la función tiroidea durante el embarazo y en personas mayores de 40 años, especialmente mujeres
Bloqueo de rama
El bloqueo cardíaco es un trastorno del sistema de conducción eléctrica del corazón. Se produce cuando las señales eléctricas que controlan los latidos del corazón se retrasan o se bloquean completamente al viajar desde las aurículas (cámaras superiores) hacia los ventrículos (cámaras inferiores). Puede clasificarse en bloqueo de primer, segundo o tercer grado, siendo este último el más grave.
Signos y síntomas:
- Mareo o vértigo
- Sensación de desmayo o síncope
- Cansancio o debilidad sin causa aparente
- Dolor o molestia en el pecho
- Palpitaciones o latidos irregulares
- En casos graves, pérdida de conciencia
Causas comunes:
- Efectos secundarios de ciertos medicamentos (betabloqueadores, digoxina, etc.)
- Infarto agudo de miocardio previo
- Enfermedades del corazón como valvulopatías o miocardiopatías
- Infecciones como la enfermedad de Lyme o fiebre reumática
- Cirugía cardíaca previa
- Anomalías congénitas del sistema eléctrico del corazón
- Degeneración del sistema de conducción relacionada con la edad
Tratamiento:
El tratamiento dependerá del tipo y grado del bloqueo, así como de los síntomas:
- En bloqueos leves o asintomáticos, puede no requerirse tratamiento inmediato, solo vigilancia
- Ajuste o suspensión de medicamentos que afectan la conducción cardíaca
- Implantación de marcapasos en bloqueos moderados o severos para regular el ritmo cardíaco
- Tratamiento de la causa subyacente si es reversible (infección, medicamento, etc.)
Cuidados:
- Seguir el tratamiento médico prescrito y asistir a controles regulares con cardiología
- En caso de tener marcapasos, realizar revisiones periódicas del dispositivo
- Evitar esfuerzos físicos intensos si hay síntomas de bloqueo sin tratar
- Controlar factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, colesterol alto, diabetes y tabaquismo
Prevención:
- Control adecuado de enfermedades cardiovasculares y metabólicas
- Evitar la automedicación, especialmente con fármacos que afectan el ritmo cardíaco
- Tratamiento oportuno de infecciones que puedan afectar el corazón
- Estilo de vida saludable: alimentación balanceada, ejercicio regular, no fumar
- Revisión cardiológica periódica si hay antecedentes familiares o síntomas de alerta
Bronconeumonía
La bronconeumonía es una forma de neumonía caracterizada por la inflamación de los bronquios y los alvéolos pulmonares. Se produce por una infección, generalmente bacteriana, aunque también puede ser causada por virus u hongos. Suele comenzar como una infección respiratoria común (como un resfriado o bronquitis) y progresar si no se trata adecuadamente. Afecta de manera irregular distintas zonas de ambos pulmones, por lo que también se le llama neumonía lobular múltiple.
Signos y síntomas:
- Dificultad para respirar (disnea)
- Respiración rápida y superficial (taquipnea)
- Fiebre alta y escalofríos
- Tos persistente (puede haber expectoración con flema amarilla o verdosa)
- Dolor en el pecho, especialmente al respirar profundamente o toser
- Fatiga y debilidad general
- Pérdida del apetito
- Confusión o somnolencia (sobre todo en adultos mayores)
- Sibilancias o ruidos respiratorios anormales al auscultar
- Congestión nasal en fases tempranas
Causas comunes:
- Infecciones bacterianas, como Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Staphylococcus aureus
- Infecciones virales (menos frecuente)
- Infecciones por hongos en personas inmunocomprometidas
- Complicación de otras infecciones respiratorias no tratadas a tiempo
Tratamiento:
Depende de la causa, la edad y el estado de salud general del paciente:
- Antibióticos si la causa es bacteriana (primer tratamiento de elección)
- Antivirales o antimicóticos si se identifica un agente diferente
- Antipiréticos para controlar la fiebre
- Oxigenoterapia si hay baja saturación de oxígeno
- Hidratación adecuada y reposo
- Hospitalización en casos graves o en personas con riesgo (adultos mayores, personas inmunocomprometidas o con enfermedades crónicas)
Cuidados:
- Seguir el tratamiento indicado por el médico hasta finalizar el ciclo
- Mantener una buena hidratación y alimentación
- Vigilar signos de alarma como dificultad respiratoria grave o fiebre persistente
- Evitar el consumo de tabaco y la exposición a ambientes contaminantes
- Guardar reposo y evitar actividades que demanden esfuerzo físico intenso durante la recuperación
Prevención:
- Vacunación oportuna: vacuna contra neumococo, influenza y COVID-19
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas
- Lavado frecuente de manos
- Fortalecer el sistema inmune con buena alimentación, descanso y actividad física regular
- Tratamiento adecuado de infecciones respiratorias menores para evitar complicaciones
Bronquitis
La bronquitis aguda es una inflamación transitoria de los bronquios, que son las vías respiratorias que llevan aire hacia los pulmones. Generalmente se desarrolla como complicación posterior a un resfriado común o una gripe. La causa más frecuente es viral, aunque en algunos casos puede ser bacteriana o asociarse a exposición a irritantes como humo o contaminantes.
Signos y síntomas:
- Tos persistente que puede producir flema (mucosa clara, amarilla o verdosa)
- Molestia o dolor en el pecho
- Fatiga y malestar general
- Fiebre leve (en algunos casos)
- Dificultad para respirar, especialmente al hacer esfuerzo
- Sibilancias (más frecuente en personas con antecedentes de asma o EPOC)
- Congestión nasal y dolor de garganta en la etapa inicial
Causas comunes:
- Infecciones virales (la más frecuente)
- Infecciones bacterianas (menos común)
- Exposición prolongada a irritantes como humo del tabaco, polvo o vapores químicos
- Reflujo gastroesofágico crónico
- Complicación de infecciones respiratorias altas mal tratadas
Tratamiento:
La bronquitis aguda suele ser autolimitada y desaparece en 7 a 10 días:
- Tratamiento sintomático: analgésicos y antipiréticos como paracetamol o ibuprofeno
- Reposo y buena hidratación
- Expectorantes para facilitar la expulsión de la mucosidad (si se indica)
- Broncodilatadores en personas con antecedentes de asma o dificultad respiratoria
- Antibióticos solo si se confirma infección bacteriana (caso poco frecuente)
Cuidados:
- Evitar el humo del cigarrillo y ambientes contaminados
- No suprimir la tos, ya que ayuda a eliminar el moco
- Usar humidificadores si el ambiente está seco
- Elevar la cabeza durante el descanso para facilitar la respiración
- No automedicarse y consultar si los síntomas empeoran o persisten más de 10 días
Prevención:
- Lavado frecuente de manos para prevenir infecciones virales
- Evitar el contacto con personas enfermas de vías respiratorias
- No fumar y evitar la exposición al humo de segunda mano
- Vacunación contra la gripe y neumococo en personas de riesgo
- Tratar adecuadamente resfriados y gripes para evitar complicaciones
Bursitis
La bursitis es la inflamación de una bursa, que es una pequeña bolsa llena de líquido que actúa como amortiguador entre los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones. Su función es reducir la fricción durante el movimiento. La bursitis suele estar causada por sobrecarga, movimientos repetitivos, traumatismos, o por enfermedades como la artritis reumatoide o la gota. Es más común en articulaciones como el hombro, codo, cadera y rodilla.
Signos y síntomas:
- Dolor articular localizado y sensibilidad al tacto
- Rigidez y dolor al mover o cargar peso con la articulación afectada
- Hinchazón, calor y enrojecimiento sobre la zona inflamada
- Dolor persistente, incluso en reposo
- El dolor puede irradiarse a zonas cercanas a la articulación inflamada
- Dificultad para realizar movimientos cotidianos con la articulación comprometida
Causas comunes:
- Movimientos repetitivos o posturas prolongadas (por trabajo, deporte u otras actividades)
- Sobrecarga por sobrepeso
- Traumatismos directos
- Enfermedades inflamatorias como artritis reumatoide o gota
- Infecciones (en casos menos comunes, puede haber bursitis séptica)
Tratamiento:
El tratamiento busca reducir el dolor y la inflamación:
- Reposo de la articulación afectada
- Aplicación de hielo varias veces al día para reducir la inflamación
- Medicamentos analgésicos y antiinflamatorios (como ibuprofeno o naproxeno)
- Fisioterapia para fortalecer músculos y mejorar el rango de movimiento
- En casos más graves: aspiración del líquido o inyecciones de corticosteroides
- En caso de bursitis séptica, se requerirá tratamiento con antibióticos
Cuidados:
- Evitar actividades que agraven el dolor
- Usar protecciones articulares o adaptar el entorno laboral si es necesario
- Realizar estiramientos suaves según recomendación del fisioterapeuta
- Mantener un peso saludable para evitar sobrecarga articular
- Seguir el tratamiento médico indicado y no suspenderlo sin consulta
Prevención:
- Evitar movimientos repetitivos prolongados sin descanso
- Usar técnicas adecuadas al levantar objetos o realizar ejercicio
- Realizar pausas activas si se trabaja mucho tiempo en la misma posición
- Mantener una buena postura al sentarse y al realizar actividades físicas
- Realizar ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad de forma regular
C
Caída
Una caída es un descenso involuntario al suelo o a un nivel inferior. En personas adultas mayores, representan un riesgo importante de lesiones, como traumas y fracturas. Las caídas pueden ser al mismo nivel (por ejemplo, resbalones) o a distinto nivel (caer desde una altura).
Causas
- Problemas de equilibrio o coordinación
- Medicamentos que causan mareos, confusión o somnolencia
- Trastornos visuales
- Consumo excesivo de alcohol
- Debilidad muscular, especialmente en las piernas
- Enfermedades como la presión arterial baja y la diabetes
- Reflejos lentos o deteriorados
- Tropiezos o resbalones por pérdida de equilibrio o falta de tracción
Signos y síntomas
- Dolor en el sitio de la caída
- Dificultad para moverse o levantarse
- Inflamación o hematomas
- Fracturas o deformidades visibles
- Pérdida de la conciencia o confusión (en algunos casos)
Tratamiento
Depende del tipo de lesión causada. En todos los casos, se recomienda valoración médica para descartar fracturas u otras complicaciones. El manejo puede incluir reposo, inmovilización, medicamentos para el dolor, fisioterapia o cirugía si es necesario.
Prevención
- Mejorar la iluminación del hogar
- Eliminar obstáculos en el camino como alfombras sueltas o cables
- Usar calzado antideslizante
- Realizar ejercicios de fortalecimiento y equilibrio
- Revisar periódicamente la medicación con el médico
- Evaluación visual regular
- Instalar pasamanos y barras de apoyo en zonas de riesgo como baños y escaleras
Chalazion
Es una pequeña protuberancia en el párpado causada por el bloqueo de una glándula sebácea (glándula de Meibomio).
Causas
- Obstrucción de una glándula sebácea del párpado
- Inflamación crónica de los párpados (blefaritis)
- Trastornos de la piel como rosácea
- Higiene ocular deficiente
Signos y síntomas
- Protuberancia redonda y sin dolor en el párpado
- Enrojecimiento
- Sensibilidad o molestia
- Inflamación local
- En algunos casos, visión borrosa si el chalazión es grande
Tratamiento
- Compresas calientes varias veces al día
- Analgésicos y antiinflamatorios si hay dolor
- En casos persistentes, puede requerirse drenaje quirúrgico menor
Prevención
- Mantener una buena higiene de los párpados
- Tratar condiciones como blefaritis o rosácea
- Evitar tocarse los ojos con las manos sucias
Cálculos renales
Son masas sólidas formadas por cristales que se acumulan en los riñones. También se conocen como "piedras en los riñones".
Causas
- Concentración elevada de minerales y sales en la orina
- Ingesta insuficiente de agua
- Dietas altas en sodio, proteína o azúcar
- Trastornos metabólicos
- Infecciones urinarias
- Factores genéticos
Signos y síntomas
- Dolor intenso y repentino en la espalda baja o abdomen
- Dolor que se irradia hacia la ingle o los genitales
- Sangre en la orina (hematuria)
- Náuseas y vómitos
- Necesidad frecuente de orinar
- Sensación de ardor al orinar
Tratamiento
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Ingesta abundante de líquidos para favorecer la expulsión
- Medicamentos para disolver ciertos tipos de cálculos
- Litotricia o cirugía en casos graves
Prevención
- Tomar suficiente agua todos los días
- Reducir el consumo de sal y proteínas animales
- Mantener una dieta equilibrada
- Tratar infecciones urinarias oportunamente
Callosidad
Es un engrosamiento de la piel que se forma por presión o fricción repetida. También se conoce como hiperqueratosis.
Causas
- Uso de calzado ajustado o inadecuado
- Caminar o estar de pie por largos periodos
- Actividades repetitivas que generan fricción
- Alteraciones en la marcha o deformidades en los pies
- Uso frecuente de herramientas manuales
Signos y síntomas
- Piel engrosada, seca y escamosa
- Coloración amarillenta o blanquecina
- Molestia o dolor al presionar
- Aparición común en dedos, planta del pie o palmas de las manos
Tratamiento
- Uso de piedra pómez o limas especiales
- Cremas emolientes o exfoliantes
- Plantillas o protectores para reducir la presión
- En casos graves, valoración podológica
Prevención
- Usar calzado cómodo y adecuado al tamaño del pie
- Evitar actividades prolongadas que causen fricción sin protección
- Mantener una adecuada hidratación de la piel
- Revisar la forma de caminar y corregir si es necesario
Candidiasis
Es una infección provocada por un hongo del género Candida, principalmente Candida albicans. Afecta piel, mucosas y zonas húmedas del cuerpo.
Causas
- Desequilibrio de la flora normal del cuerpo
- Uso de antibióticos o corticosteroides
- Ropa ajustada o materiales sintéticos
- Diabetes
- Obesidad
- Cambios hormonales (embarazo, menstruación)
- Higiene inadecuada o excesiva
Signos y síntomas
- Picazón intensa
- Flujo espeso y blanco (tipo requesón, en candidiasis vaginal)
- Ardor o molestia al orinar o al tener relaciones sexuales
- Enrojecimiento e inflamación de la zona afectada
- En hombres, enrojecimiento del glande o picazón
Tratamiento
- Antimicóticos tópicos u orales
- Evitar el uso de duchas vaginales o productos irritantes
- Tratar condiciones subyacentes como diabetes
Prevención
- Usar ropa interior de algodón y evitar ropa ajustada
- Mantener la zona genital seca y limpia
- Evitar antibióticos innecesarios
- Seguir una dieta balanceada y controlar enfermedades crónicas
Caries
Es una lesión dental que destruye el tejido del diente, produciendo perforaciones o cavidades. Es una de las causas más comunes de pérdida dental.
Causas
- Mala higiene bucal
- Acumulación de placa bacteriana
- Consumo frecuente de azúcares y carbohidratos simples
- Falta de uso de flúor
- Sequedad bucal o producción reducida de saliva
Signos y síntomas
- Dolor en los dientes, especialmente al consumir frío, calor o dulces
- Manchas oscuras visibles en la superficie dental
- Sensibilidad dental
- Perforaciones visibles
- Mal aliento
Tratamiento
- Limpieza dental profesional
- Relleno (empaste) del diente afectado
- Endodoncia (tratamiento de conducto) en casos avanzados
- Extracción si el daño es muy severo
Prevención
- Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con pasta con flúor
- Uso de hilo dental diariamente
- Visitas regulares al dentista
- Disminuir el consumo de azúcares
- Uso de enjuague bucal con flúor si es necesario
Cataratas
Es la opacidad del cristalino del ojo que afecta la visión. Suele desarrollarse lentamente y es más común en personas mayores.
Causas
- Envejecimiento
- Predisposición genética
- Lesiones oculares
- Uso prolongado de corticosteroides
- Diabetes
- Exposición prolongada a la luz ultravioleta
- Tabaquismo
Signos y síntomas
- Visión borrosa o nublada
- Pérdida de intensidad de los colores
- Dificultad para ver de noche
- Sensibilidad al resplandor
- Visión doble en un ojo
Tratamiento
- Cirugía para remover el cristalino opaco y reemplazarlo por un lente intraocular
- En etapas tempranas, usar gafas con aumento o lentes de sol puede ayudar a mejorar la visión temporalmente
Prevención
- Usar gafas de sol con protección UV
- Controlar enfermedades crónicas como la diabetes
- Evitar el fumado
- Exámenes visuales regulares, especialmente después de los 60 años
Cefalea
Es el término médico para referirse al dolor de cabeza. Puede tener múltiples causas, y aunque la mayoría no son graves, sí pueden ser incapacitantes.
Causas
- Estrés o tensión muscular (cefalea tensional)
- Migrañas
- Problemas visuales
- Falta de sueño
- Ingesta de ciertos alimentos o bebidas
- Cambios hormonales
- Trastornos neurológicos o infecciones (en cefaleas secundarias)
Signos y síntomas
- Dolor que puede ser pulsátil, opresivo o constante
- Dolor localizado en una parte de la cabeza o generalizado
- Náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz (en caso de migraña)
- Fatiga o irritabilidad
- En casos graves: fiebre, confusión o alteración visual
Tratamiento
- Analgésicos o antiinflamatorios
- Reposo en un ambiente tranquilo y oscuro
- Manejo del estrés
- Tratamiento médico en caso de cefaleas secundarias
Prevención
- Dormir adecuadamente
- Evitar factores desencadenantes conocidos (alimentos, luces, olores, etc.)
- Realizar ejercicios de relajación
- Mantener una alimentación balanceada y horarios regulares de comida
Celulitis
Es una infección bacteriana de la piel y los tejidos subyacentes. Puede extenderse rápidamente y requerir tratamiento médico urgente.
Causas
- Ingreso de bacterias (como Streptococcus o Staphylococcus) por heridas, cortaduras, picaduras, úlceras o quemaduras
- Problemas de circulación
- Inmunosupresión
- Infecciones previas mal tratadas
Signos y síntomas
- Área de la piel enrojecida, caliente y dolorosa
- Hinchazón
- Fiebre y escalofríos
- Erupción cutánea o ampollas
- Dolor muscular en la zona afectada
Tratamiento
- Antibióticos orales o intravenosos según la gravedad
- Analgésicos
- Elevación de la zona afectada
- En casos severos, hospitalización
Prevención
- Mantener la piel limpia y seca
- Tratar adecuadamente heridas o cortes
- Controlar enfermedades crónicas como la diabetes
- Evitar rascado excesivo de picaduras o lesiones
Cerumen impactado
Es la acumulación excesiva de cera (cerumen) en el conducto auditivo externo, que puede obstruir la audición y causar molestias.
Causas
- Producción excesiva de cerumen
- Uso de hisopos o objetos que empujan la cera hacia el interior
- Conducto auditivo estrecho o curvo
- Uso frecuente de audífonos o tapones
Signos y síntomas
- Sensación de oído tapado
- Dolor de oído leve
- Zumbido o ruidos en el oído (tinnitus)
- Disminución parcial de la audición
- Mareo en algunos casos
Tratamiento
- Ablandamiento del cerumen con gotas especiales
- Extracción en consultorio médico mediante irrigación o succión
- Evitar la autoextracción con objetos
Prevención
- No introducir objetos en el oído
- Revisiones periódicas si se tiene tendencia a formar tapones
- Mantener una higiene suave, sin remover la cera completamente (tiene función protectora)
Cervicalgia
Es el dolor localizado en la región del cuello, que puede involucrar músculos, vértebras, nervios, discos intervertebrales o articulaciones.
Causas
- Tensión muscular o malas posturas
- Traumatismos o accidentes (latigazo cervical)
- Hernia de disco cervical
- Artritis o artrosis cervical
- Estrés o fatiga
- Infecciones o enfermedades como fibromialgia
Signos y síntomas
- Dolor o rigidez en el cuello
- Dolor que puede irradiarse a hombros, brazos o espalda
- Dificultad para mover el cuello
- Mareos o dolor de cabeza en algunos casos
- Sensación de hormigueo si hay compromiso nervioso
Tratamiento
- Reposo relativo
- Analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares
- Fisioterapia y ejercicios de estiramiento
- Aplicación de calor local
- En casos crónicos, puede requerirse valoración especializada
Prevención
- Mantener una buena postura, especialmente al trabajar o dormir
- Realizar pausas activas si se está mucho tiempo sentado
- Ejercitar los músculos del cuello y espalda
- Evitar cargar objetos pesados de forma incorrecta
Cirrosis hepática
Es una enfermedad crónica del hígado caracterizada por la cicatrización progresiva del tejido hepático, lo que afecta su funcionamiento normal.
Causas
- Consumo excesivo y prolongado de alcohol
- Hepatitis viral crónica (especialmente B y C)
- Hígado graso no alcohólico
- Enfermedades autoinmunes hepáticas
- Trastornos en los conductos biliares
- Uso prolongado de ciertos medicamentos
- Enfermedades hereditarias que afectan al hígado
Signos y síntomas
- Fatiga
- Náuseas y pérdida de apetito
- Pérdida de peso
- Ictericia (coloración amarilla de piel y ojos)
- Ascitis (acumulación de líquido en el abdomen)
- Edema en piernas
- Enrojecimiento en palmas de las manos
- Arañas vasculares en la piel
- Trastornos hormonales (como impotencia en hombres)
- Hematomas y sangrado fácil
- Confusión y problemas de concentración (encefalopatía hepática)
Tratamiento
- Valoración médica especializada
- Medicamentos para tratar síntomas y evitar complicaciones
- Evitar alcohol y sustancias hepatotóxicas
- Control y tratamiento de la causa subyacente
- En casos avanzados, puede requerirse trasplante hepático
Prevención
- Evitar el consumo excesivo de alcohol
- Vacunación contra hepatitis B
- Uso adecuado de medicamentos bajo supervisión médica
- Control de enfermedades crónicas como diabetes y obesidad
- Alimentación saludable y ejercicio regular
Colelitiasis
Es la formación de cálculos (piedras) dentro de la vesícula biliar, los cuales pueden obstruir el flujo normal de la bilis y causar dolor o infecciones.
Causas
- Exceso de colesterol o bilirrubina en la bilis
- Disminución del vaciamiento de la vesícula
- Dieta rica en grasas y baja en fibra
- Obesidad
- Pérdida rápida de peso
- Embarazo
- Uso de anticonceptivos hormonales
- Diabetes
- Enfermedad hepática
Signos y síntomas
- Dolor intenso en la parte superior derecha o media del abdomen
- Dolor que se irradia hacia la espalda o el hombro derecho
- Náuseas y vómitos
- Ictericia (en caso de obstrucción biliar)
- Heces de color arcilla
- Fiebre si hay infección asociada
Tratamiento
- Medicamentos para disolver los cálculos (en casos seleccionados)
- Analgésicos y dieta baja en grasas
- Cirugía para remover la vesícula biliar (colecistectomía), en casos sintomáticos o complicados
Prevención
- Mantener un peso saludable
- Evitar ayunos prolongados o pérdida rápida de peso
- Dieta equilibrada baja en grasas y rica en fibra
- Control de enfermedades como diabetes y dislipidemia
.
Colitis
Es la inflamación del colon (intestino grueso), que puede presentarse de forma aguda o crónica y tener diferentes causas.
Causas
- Infecciones virales, bacterianas o parasitarias
- Intoxicación alimentaria
- Enfermedades inflamatorias del intestino (como la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa)
- Falta de irrigación sanguínea al colon (colitis isquémica)
- Radiación previa en el abdomen o pelvis
- Uso prolongado de ciertos antibióticos
Signos y síntomas
- Dolor abdominal
- Diarrea, a veces con sangre
- Distensión abdominal
- Fiebre
- Ganas frecuentes de defecar
- Fatiga
- Pérdida de apetito
Tratamiento
- Hidratación y reposo
- Medicamentos según la causa (antibióticos, antivirales o antiparasitarios)
- Antiinflamatorios intestinales en colitis crónica
- Dieta blanda y controlada
- En casos graves, puede requerirse hospitalización
Prevención
- Higiene alimentaria adecuada
- Lavado frecuente de manos
- Evitar consumo de agua o alimentos contaminados
- Control de enfermedades crónicas intestinales
- Evitar automedicación con antibióticos
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Conjuntivitis
Es la inflamación de la conjuntiva, una membrana delgada que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Puede ser infecciosa, alérgica o irritativa.
Causas
- Infecciones virales o bacterianas
- Reacciones alérgicas (polvo, polen, etc.)
- Sustancias irritantes como humo, cloro o productos químicos
- Uso inadecuado de lentes de contacto
- Ojos secos
Signos y síntomas
- Enrojecimiento ocular
- Picazón o ardor
- Lagrimeo excesivo
- Sensación de cuerpo extraño
- Secreción (acuosa o purulenta)
- Formación de costras, especialmente al despertar
- Sensibilidad a la luz
- Visión borrosa (leve)
Tratamiento
- Depende de la causa:
- Antibióticos (bacteriana)
- Antihistamínicos (alérgica)
- Compresas frías y lubricantes oculares (irritativa)
- Evitar el uso compartido de toallas o maquillaje ocular
Prevención
- Lavarse las manos frecuentemente
- No tocarse los ojos con las manos sucias
- Evitar compartir objetos personales
- Usar protección ocular si se expone a irritantes
- Cambiar regularmente las fundas de almohadas y toallas
Contractura muscular
Es una contracción involuntaria y sostenida de las fibras musculares, que impide la relajación normal del músculo. Suele aparecer después de un esfuerzo físico o tensión prolongada.
Causas
- Sobreesfuerzo físico o mala técnica al ejercitarse
- Posturas inadecuadas mantenidas por mucho tiempo
- Estrés o tensión emocional
- Falta de calentamiento o estiramiento
- Deshidratación o déficit de electrolitos
Signos y síntomas
- Dolor localizado en el músculo afectado
- Rigidez o sensación de nudo muscular
- Disminución de la movilidad
- Inflamación o hinchazón leve
- Sensación de “abultamiento” en la zona
Tratamiento
- Reposo y aplicación de calor local
- Masajes suaves y estiramientos progresivos
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Relajantes musculares si lo indica el médico
- Fisioterapia en casos recurrentes
Prevención
- Calentar antes y estirar después del ejercicio
- Mantener una buena postura
- Evitar cargas excesivas
- Hidratarse adecuadamente
- Realizar pausas activas si se permanece mucho tiempo en una misma posición
Cuerpo extraño en ojo
Es la presencia de un objeto ajeno dentro del ojo, ya sea en la córnea, conjuntiva o debajo del párpado. Puede ser una emergencia si afecta estructuras profundas.
Causas
- Exposición al polvo, tierra, arena o esquirlas
- Uso inadecuado de lentes de contacto
- Manipulación de productos químicos o herramientas sin protección ocular
- Partículas de metal, vidrio o cosméticos
Signos y síntomas
- Sensación de arenilla o “algo dentro del ojo”
- Enrojecimiento ocular
- Lagrimeo excesivo
- Dolor al parpadear
- Parpadeo constante o reflejo de cierre del ojo
- Sensibilidad a la luz
- Disminución temporal de la visión si el objeto es grande
Tratamiento
- Lavado ocular con solución salina o agua limpia
- Extracción médica si el cuerpo extraño no sale fácilmente
- Uso de analgésicos y antibióticos (en algunos casos)
- Parche ocular para favorecer la recuperación
- Evitar frotarse el ojo
Prevención
- Usar gafas de protección al realizar trabajos de riesgo
- No manipular lentes de contacto con las manos sucias
- Evitar ambientes con polvo sin protección
- Mantener buenos hábitos de higiene ocular
D
Demencia
La demencia es un conjunto de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento, el lenguaje y la capacidad para realizar actividades cotidianas. No es una enfermedad específica, sino un término general que engloba afecciones como el Alzheimer.
Causas:
- Enfermedad de Alzheimer (la causa más común)
- Demencia vascular (por pequeños infartos cerebrales)
- Cuerpos de Lewy
- Enfermedad de Parkinson
- Infecciones del sistema nervioso central
- Deficiencias vitamínicas (como B12)
Signos y síntomas:
- Pérdida de memoria reciente
- Dificultad para resolver problemas o tomar decisiones
- Cambios en el lenguaje o la comprensión
- Desorientación en tiempo y espacio
- Cambios de humor, comportamiento o personalidad
- Dificultad para realizar actividades cotidianas
Tratamiento:
- No tiene cura, pero puede manejarse con medicamentos que mejoran los síntomas
- Terapias cognitivas y ocupacionales
- Apoyo familiar y redes de cuidado
- Supervisión y ajustes en el entorno para mayor seguridad
Prevención:
- Control de factores de riesgo cardiovascular
- Mantener la mente activa (lectura, juegos, aprendizaje)
- Actividad física regular
- Dieta saludable
- Evitar el aislamiento social
Dengue
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Puede causar síntomas leves o graves, e incluso ser mortal en su forma hemorrágica.
Causas:
- Virus del dengue (hay 4 serotipos)
- Transmisión por picadura del mosquito infectado
- Mayor riesgo en zonas tropicales y húmedas
Signos y síntomas:
- Fiebre alta repentina
- Dolor intenso de cabeza y detrás de los ojos
- Dolores musculares y articulares
- Náuseas y vómitos
- Erupción cutánea
- Sangrado de encías o nariz (en casos graves)
Tratamiento:
- No hay tratamiento antiviral específico
- Reposo e hidratación abundante
- Medicamentos para la fiebre y el dolor (evitar aspirina)
- Hospitalización en casos graves
Prevención:
- Eliminar criaderos de mosquitos (agua estancada)
- Uso de repelente y mosquiteros
- Campañas de control del vector
- Vacunación en poblaciones específicas (donde esté disponible)
Depresión
Definición:
La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una tristeza persistente, pérdida de interés en actividades y alteraciones emocionales, cognitivas y físicas que afectan la vida diaria.
Causas:
- Factores genéticos
- Desequilibrio químico en el cerebro
- Experiencias traumáticas o estresantes
- Enfermedades crónicas
- Aislamiento social
- Consumo de sustancias
Signos y síntomas:
- Estado de ánimo triste o vacío
- Pérdida de interés o placer en actividades
- Fatiga o falta de energía
- Alteraciones del sueño (insomnio o hipersomnia)
- Cambios en el apetito
- Sentimientos de culpa o inutilidad
- Dificultad para concentrarse
- Pensamientos de muerte o suicidio
Tratamiento:
- Psicoterapia (individual o grupal)
- Medicamentos antidepresivos
- Cambios en el estilo de vida (ejercicio, alimentación saludable)
- Apoyo social
- Atención médica constante en casos graves
Prevención:
- Promoción del bienestar emocional
- Atención oportuna a eventos estresantes
- Redes de apoyo y acompañamiento psicológico
- Educación sobre salud mental
Dermatitis
Es una inflamación de la piel que causa enrojecimiento, picazón y, en algunos casos, descamación o ampollas. Existen varios tipos, como la dermatitis de contacto, atópica y seborreica.
Causas
- Contacto con sustancias irritantes o alérgenos (jabones, perfumes, metales, etc.)
- Genética y antecedentes familiares de alergias
- Clima seco o cambios bruscos de temperatura
- Estrés
- Infecciones por hongos o bacterias
- Enfermedades inmunológicas
Signos y síntomas
- Piel roja, inflamada o con picazón
- Aparición de ampollas o costras
- Sequedad y descamación
- En casos severos, grietas dolorosas o supuración
- Empeoramiento de los síntomas con el rascado
Tratamiento
- Evitar el contacto con el agente causante
- Uso de cremas hidratantes o emolientes
- Corticoides tópicos o antihistamínicos (según indicación médica)
- En casos crónicos, seguimiento dermatológico
Prevención
- Identificar y evitar desencadenantes
- Mantener la piel hidratada
- Usar productos suaves y sin fragancia
- Evitar baños prolongados con agua caliente
- Controlar el estrés
Deshidratación
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, lo que puede afectar su funcionamiento normal. Es especialmente peligrosa en niños y personas mayores.
Causas:
- Vómitos o diarrea severa
- Fiebre alta
- Exposición prolongada al calor
- Ingesta insuficiente de líquidos
- Ejercicio intenso sin adecuada hidratación
Signos y síntomas:
- Sed intensa
- Boca y piel secas
- Orina oscura y escasa
- Fatiga y mareo
- Confusión (en casos graves)
- En bebés: fontanelas hundidas y llanto sin lágrimas
Tratamiento:
- Ingesta de líquidos (agua, sueros de rehidratación oral)
- En casos graves, hidratación intravenosa
- Tratamiento de la causa subyacente (fiebre, diarrea, etc.)
Prevención:
- Beber suficiente agua a lo largo del día
- Aumentar el consumo en climas calurosos o durante enfermedades
- Supervisar especialmente a niños y adultos mayores
- Evitar exposición excesiva al sol
Diabetes
Es una enfermedad crónica en la que el cuerpo no produce insulina o no la utiliza adecuadamente, lo que provoca niveles elevados de azúcar en la sangre.
Causas
- Tipo 1: enfermedad autoinmune que destruye las células del páncreas productoras de insulina
- Tipo 2: resistencia a la insulina o producción insuficiente, relacionada con factores como obesidad y sedentarismo
- Factores genéticos y antecedentes familiares
- Trastornos hormonales o enfermedades del páncreas
Signos y síntomas
- Sed excesiva
- Orina frecuente
- Hambre constante
- Fatiga
- Visión borrosa
- Pérdida de peso inexplicable
- Infecciones frecuentes o cicatrización lenta
Tratamiento
- Cambios en el estilo de vida (alimentación, ejercicio)
- Medicamentos orales o insulina (según tipo de diabetes)
- Control regular de la glucosa
- Educación en autocuidado y monitoreo constante
Prevención
- Alimentación saludable y balanceada
- Actividad física regular
- Mantener un peso adecuado
- Evitar el consumo excesivo de azúcar y grasas saturadas
- Control médico periódico, especialmente si hay antecedentes familiares
Diarrea
Es la evacuación de heces líquidas o sueltas con una frecuencia mayor a la habitual. Puede ser aguda (pocas horas o días) o crónica (más de dos semanas).
Causas
- Infecciones virales, bacterianas o parasitarias
- Intoxicación alimentaria
- Consumo de agua o alimentos contaminados
- Uso de ciertos medicamentos (antibióticos, laxantes)
- Síndrome del colon irritable
- Enfermedades inflamatorias intestinales
- Estrés o ansiedad
Signos y síntomas
- Evacuaciones líquidas frecuentes
- Dolor o cólicos abdominales
- Náuseas o vómitos
- Fiebre (en caso de infección)
- Deshidratación (sequedad bucal, sed intensa, orina escasa)
- Debilidad general
Tratamiento
- Hidratación oral o intravenosa para reponer líquidos y electrolitos
- Dieta blanda (arroz, banano, manzana, pan tostado)
- Medicamentos antidiarreicos o antibióticos (según la causa)
- Consulta médica si la diarrea es prolongada, sanguinolenta o en niños o adultos mayores
Prevención
- Lavado frecuente de manos
- Consumo de alimentos bien cocinados y agua potable
- Almacenamiento adecuado de alimentos
- Evitar consumo de comida callejera en malas condiciones higiénicas
- Vacunación cuando esté indicada (por ejemplo, rotavirus)
Disfagia
Es la dificultad para tragar alimentos, líquidos o saliva. Puede deberse a problemas neurológicos, estructurales o funcionales del esófago o garganta.
Causas
- Enfermedades neurológicas (ACV, Parkinson, esclerosis múltiple)
- Reflujo gastroesofágico o estenosis esofágica
- Estrés o ansiedad
- Tumores o lesiones en la garganta o esófago
- Envejecimiento
Signos y síntomas
- Tos o sensación de ahogo al comer o beber
- Necesidad de aclarar la garganta después de tragar
- Sensación de que la comida se queda "pegada"
- Dolor o malestar en el pecho al tragar
- Pérdida de peso involuntaria
- Cambios en la voz
Tratamiento
- Depende de la causa: terapia del habla y deglución, medicamentos, cambios en la dieta
- En casos graves, puede requerirse alimentación por sonda
- Valoración médica y estudios específicos como videodeglución
Prevención
- Comer despacio y masticar bien los alimentos
- Evitar hablar mientras se come
- Adaptar la consistencia de los alimentos en personas con antecedentes
- Seguir controles médicos si hay enfermedades neurológicas
Disfonia
Es la alteración en la calidad de la voz, que puede manifestarse como ronquera, debilidad, voz entrecortada o pérdida parcial de la voz.
Causas
- Infecciones respiratorias altas
- Uso excesivo o incorrecto de la voz (gritar, cantar sin técnica)
- Reflujo gastroesofágico
- Alergias o irritantes ambientales
- Tabaquismo o consumo excesivo de alcohol
- Nódulos, pólipos o parálisis de las cuerdas vocales
- Cáncer de laringe o faringe
Signos y síntomas
- Cambios en el tono o volumen de la voz
- Ronquera persistente
- Fatiga vocal o sensación de esfuerzo al hablar
- Dolor o molestia al hablar o tragar
- Sensación de tener algo en la garganta
Tratamiento
- Reposo vocal
- Tratamiento médico de la causa (antibióticos, antiácidos, antihistamínicos)
- Terapia fonoaudiológica (rehabilitación vocal)
- Cirugía en casos de lesiones estructurales
Prevención
- Evitar forzar la voz
- No fumar ni exponerse a humo
- Hidratarse adecuadamente
- Evitar cambios bruscos de temperatura
- Consultar al médico si la disfonía dura más de dos semanas
Disfunción eréctil
La disfunción eréctil es la incapacidad persistente o recurrente para lograr o mantener una erección suficiente para una relación sexual satisfactoria.
Causas:
- Enfermedades cardiovasculares
- Diabetes
- Hipertensión arterial
- Trastornos hormonales (como baja testosterona)
- Problemas psicológicos (ansiedad, depresión)
- Consumo de alcohol, tabaco o drogas
- Efecto secundario de algunos medicamentos
Signos y síntomas:
- Dificultad para lograr una erección
- Erecciones que no se mantienen durante la actividad sexual
- Disminución del deseo sexual
Tratamiento:
- Cambios en el estilo de vida (ejercicio, dejar de fumar, controlar el estrés)
- Terapia psicológica o de pareja
- Medicamentos orales (como sildenafilo o tadalafil)
- Dispositivos de vacío o inyecciones locales
- En casos severos, cirugía con prótesis peneana
Prevención:
- Control de enfermedades crónicas
- Mantener un peso saludable
- Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco
- Actividad física regular
- Buscar ayuda ante síntomas tempranos
Dislipidemia
La dislipidemia es una alteración en los niveles de lípidos (grasas) en la sangre, como el colesterol total, el colesterol LDL (malo), el colesterol HDL (bueno) y los triglicéridos.
Causas:
- Dieta alta en grasas saturadas y azúcares
- Obesidad
- Sedentarismo
- Factores genéticos
- Algunas enfermedades (como diabetes tipo 2 o hipotiroidismo)
- Uso de ciertos medicamentos (como corticoides o anticonceptivos)
Signos y síntomas:
La mayoría de las veces no presenta síntomas y se detecta por análisis de sangre. En casos graves, puede haber:
- Xantomas (depósitos grasos en la piel)
- Dolor torácico si ya hay enfermedad cardiovascular asociada
Tratamiento:
- Cambios en el estilo de vida (dieta saludable, actividad física regular)
- Medicamentos como estatinas, fibratos o inhibidores de absorción de colesterol
- Control de enfermedades subyacentes
Prevención:
- Alimentación baja en grasas saturadas y azúcares
- Ejercicio regular
- Evitar el tabaco y el alcohol en exceso
- Chequeos médicos periódicos
Disnea
Es la dificultad para respirar o sensación de falta de aire, que puede aparecer en reposo o durante el esfuerzo físico.
Causas
- Enfermedades pulmonares (asma, EPOC, neumonía)
- Insuficiencia cardíaca
- Anemia
- Obesidad
- Alergias o exposición a contaminantes
- Ansiedad o ataques de pánico
- Ascenso a grandes alturas
Signos y síntomas
- Respiración rápida o entrecortada
- Sensación de opresión en el pecho
- Incomodidad al respirar
- Fatiga con el mínimo esfuerzo
- Palidez o coloración azulada de labios o dedos (en casos graves)
Tratamiento
- Depende de la causa: broncodilatadores, oxígeno, diuréticos, ansiolíticos
- Control de enfermedades respiratorias o cardíacas
- Evaluación médica inmediata si es repentina o severa
Prevención
- Control adecuado de enfermedades crónicas
- Evitar alérgenos, humo y ambientes contaminados
- Realizar actividad física moderada regularmente
- Mantener un peso saludable
- Manejo adecuado del estrés
Displasia cervical
Es una alteración en las células del cuello del útero (cérvix), que puede ser precursora de cáncer si no se detecta y trata a tiempo.
Causas
- Infección por el virus del papiloma humano (VPH), transmitido por contacto sexual
- Inicio temprano de relaciones sexuales
- Múltiples parejas sexuales
- Sistema inmunitario debilitado
- Tabaquismo
Signos y síntomas
- Generalmente es asintomática
- En algunos casos puede haber flujo vaginal anormal o sangrado entre periodos
- Se detecta mediante el examen de Papanicolaou (citología)
Tratamiento
- Depende del grado de displasia: puede incluir seguimiento médico regular, crioterapia, cauterización o conización (extracción del tejido afectado)
- Tratamiento del VPH si está presente
Prevención
- Vacunación contra el VPH
- Uso de preservativo en las relaciones sexuales
- Realizarse el Papanicolaou regularmente
- No fumar
- Mantener una vida sexual responsable
Distensión muscular
Es una lesión que se produce por estiramiento excesivo o desgarro de fibras musculares o tendones.
Causas
- Esfuerzo físico repentino o excesivo
- Falta de calentamiento previo al ejercicio
- Movimiento brusco o mal ejecutado
- Músculos débiles o sobreutilizados
- Caídas o traumatismos
Signos y síntomas
- Dolor agudo en el músculo afectado
- Inflamación o hinchazón
- Dificultad para mover la zona
- Hematomas o cambio de color en la piel
- Sensación de tirón o desgarro
Tratamiento
- Reposo y aplicación de hielo las primeras 48 horas
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Elevación de la zona y vendaje compresivo
- Relajantes musculares si es necesario
- Fisioterapia en casos moderados o severos
Prevención
- Realizar estiramientos y calentamiento antes de actividades físicas
- No sobrecargar los músculos
- Mantener una buena hidratación
- Realizar ejercicios de fortalecimiento muscular
- Usar técnicas adecuadas al hacer deporte o levantar objetos
Distrofia muscular
La distrofia muscular es un grupo de enfermedades genéticas que debilitan y deterioran progresivamente los músculos del cuerpo, afectando la movilidad y, en algunos casos, funciones vitales.
Causas:
- Mutaciones genéticas que afectan la producción de proteínas musculares
- Transmisión hereditaria (generalmente ligada al cromosoma X)
Signos y síntomas:
- Debilidad muscular progresiva
- Dificultad para caminar o subir escaleras
- Caídas frecuentes
- Pérdida de masa muscular
- Deformidades óseas (escoliosis, contracturas)
- Fatiga
- En casos avanzados, problemas respiratorios o cardíacos
Tratamiento:
- No tiene cura, pero puede manejarse para mejorar la calidad de vida
- Fisioterapia y terapia ocupacional
- Uso de dispositivos ortopédicos o sillas de ruedas
- Medicamentos como corticoides
- Atención cardiopulmonar especializada
- Apoyo psicológico y acompañamiento familiar
Prevención:
- No se puede prevenir, pero el diagnóstico temprano ayuda a planificar el tratamiento
- Asesoramiento genético en familias con antecedentes
- Seguimiento médico continuo para retrasar complicaciones
Dolor crónico
El dolor crónico es aquel que persiste por más de 3 meses, incluso después de que la causa inicial del dolor se ha tratado o desaparecido. Puede ser continuo o intermitente y afecta la calidad de vida.
Causas:
- Enfermedades musculoesqueléticas (artritis, artrosis, fibromialgia)
- Lesiones nerviosas
- Enfermedades crónicas como el cáncer o la diabetes
- Cirugías previas
- Factores emocionales (estrés, depresión, ansiedad)
Signos y síntomas:
- Dolor persistente o recurrente
- Fatiga
- Trastornos del sueño
- Cambios de humor
- Limitación en las actividades diarias
Tratamiento:
- Medicamentos (analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos, anticonvulsivos)
- Terapias físicas y ocupacionales
- Terapia psicológica o conductual
- Técnicas de relajación, meditación, acupuntura
Prevención:
- Tratar adecuadamente enfermedades agudas y lesiones
- Mantener una vida activa y saludable
- Apoyo emocional y manejo del estrés
- Educación sobre el autocuidado
Dorsalgia
Es el dolor localizado en la zona media de la espalda, también conocida como región dorsal. Puede afectar músculos, ligamentos, nervios o vértebras.
Causas
- Malas posturas prolongadas
- Esfuerzo físico excesivo
- Estrés o tensión muscular
- Escoliosis u otras deformidades de la columna
- Hernias discales o artrosis
- Enfermedades óseas o infecciones
- Traumatismos
Signos y síntomas
- Dolor persistente o intermitente en la espalda media
- Sensación de rigidez
- Inflamación local
- Dolor que empeora con el movimiento o al permanecer mucho tiempo en la misma posición
- En casos graves, puede haber hormigueo o debilidad en brazos
Tratamiento
- Reposo relativo y corrección postural
- Analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares
- Aplicación de calor o frío
- Fisioterapia o ejercicios de estiramiento y fortalecimiento
- En casos crónicos o graves, valoración especializada
Prevención
- Mantener una buena postura al sentarse, pararse o cargar peso
- Ejercicio regular para fortalecer la espalda
- Usar sillas ergonómicas
- Evitar el sedentarismo
- Realizar pausas activas durante actividades prolongadas
E
Eccema
El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es una afección inflamatoria crónica de la piel que provoca picazón, enrojecimiento, sequedad y descamación. Puede afectar a personas de todas las edades.
Causas:
- Factores genéticos
- Sistema inmunológico hiperreactivo
- Alergias (alimentarias, ambientales)
- Irritantes químicos o cosméticos
- Cambios climáticos extremos
- Estrés
Signos y síntomas:
- Piel seca, escamosa y engrosada
- Enrojecimiento e inflamación
- Picazón intensa
- Grietas en la piel, a veces con sangrado
- En casos severos, ampollas o supuración
Tratamiento:
- Hidratación diaria de la piel
- Cremas o ungüentos con corticoides o inmunomoduladores
- Antihistamínicos para aliviar la picazón
- Evitar alérgenos e irritantes conocidos
- En casos graves, terapia con luz o medicamentos orales
Prevención:
- Uso regular de cremas humectantes
- Baños cortos con agua tibia
- Uso de jabones suaves y sin fragancia
- Evitar rascarse
- Vestir ropa de algodón y evitar tejidos sintéticos o ásperos
Eclampsia
La eclampsia es una complicación grave del embarazo que se caracteriza por convulsiones en mujeres con preeclampsia (presión arterial alta y signos de daño a órganos). Es una emergencia médica que puede poner en riesgo la vida de la madre y el bebé.
Causas:
- Preeclampsia no tratada o mal controlada
- Trastornos vasculares del embarazo
- Factores genéticos
- Embarazo múltiple o primeras gestaciones
Signos y síntomas:
- Convulsiones durante el embarazo
- Dolores de cabeza intensos
- Visión borrosa o alteraciones visuales
- Dolor abdominal (zona del hígado)
- Náuseas o vómitos
- Retención de líquidos e hinchazón
- Disminución de la producción de orina
Tratamiento:
- Hospitalización inmediata
- Medicamentos anticonvulsivos (sulfato de magnesio)
- Control de la presión arterial
- Inducción del parto o cesárea según el estado de la madre y el feto
Prevención:
- Control prenatal regular
- Monitoreo de presión arterial y proteínas en orina
- Tratamiento oportuno de la preeclampsia
- Reposo y seguimiento médico en embarazos de alto riesgo
Edema
El edema es la acumulación anormal de líquido en los tejidos del cuerpo, lo que provoca hinchazón. Puede ser localizado (en pies, piernas, manos) o generalizado.
Causas:
- Insuficiencia cardíaca
- Enfermedad renal o hepática
- Retención de sodio
- Permanecer mucho tiempo de pie o sentado
- Lesiones o cirugías
- Reacciones alérgicas
- Embarazo
- Algunos medicamentos (antihipertensivos, antiinflamatorios, esteroides)
Signos y síntomas:
- Hinchazón visible en extremidades u otras partes del cuerpo
- Sensación de pesadez o rigidez
- Piel estirada o brillante
- Al presionar con el dedo, la piel queda hundida (signo de fóvea)
- Disminución en la movilidad de la zona afectada
Tratamiento:
- Tratar la causa subyacente
- Restricción de sal en la dieta
- Diuréticos si son indicados por el médico
- Elevar las extremidades afectadas
- Uso de medias de compresión
- Ejercicio físico moderado
Prevención:
- Evitar estar en la misma posición por largos periodos
- Llevar una dieta equilibrada baja en sodio
- Mantener un peso saludable
- Control médico regular si se tienen enfermedades crónicas
Endometriosis
La endometriosis es una afección en la que el tejido similar al revestimiento del útero crece fuera de este. Puede encontrarse en los ovarios, trompas de falopio, intestinos o vejiga.
Causas:
- No se conoce una causa exacta. Se asocia con factores hormonales, genéticos e inmunológicos.
Signos y síntomas:
- Dolor en el abdomen, espalda baja y pelvis
- Calambres menstruales intensos
- Sangrado abundante o entre períodos
- Infertilidad
- Algunas mujeres pueden no presentar síntomas
Tratamiento:
- Medicamentos analgésicos y hormonales
- Cirugía para extirpar el tejido afectado
- Cambios en el estilo de vida (alimentación, control del estrés)
Prevención:
- No existe una forma conocida de prevenirla, pero el diagnóstico y tratamiento temprano pueden ayudar a reducir complicaciones.
Enfermedad Celiaca
Es una enfermedad autoinmune en la que la ingestión de gluten (proteína presente en trigo, cebada y centeno) daña el intestino delgado. Puede afectar la absorción de nutrientes y producir una amplia variedad de síntomas.
Causas:
- Predisposición genética
- Reacción autoinmune al gluten
- Factores ambientales que desencadenan la enfermedad
Signos y síntomas:
- Diarrea crónica
- Distensión abdominal
- Pérdida de peso o de apetito
- Anemia
- Fatiga
- Retraso en el crecimiento (en niños)
- Dermatitis herpetiforme (erupción cutánea)
- A veces no presenta síntomas, especialmente en adultos
Tratamiento:
- Dieta estricta sin gluten de por vida
- Control de deficiencias nutricionales (hierro, calcio, vitaminas)
- Seguimiento médico y nutricional regular
Prevención:
- No se puede prevenir, pero el diagnóstico temprano mejora la calidad de vida
- En personas con antecedentes familiares, vigilancia médica adecuada
Enfermedad Crónica Renal
La enfermedad renal crónica (ERC) es la pérdida progresiva e irreversible de la función de los riñones, lo que impide que filtren adecuadamente los desechos y el exceso de líquidos de la sangre.
Causas:
- Diabetes mellitus (principal causa)
- Hipertensión arterial
- Glomerulonefritis
- Enfermedades hereditarias como poliquistosis renal
- Infecciones urinarias recurrentes
- Consumo prolongado de medicamentos nefrotóxicos
Signos y síntomas:
- Fatiga
- Hinchazón en pies, tobillos o cara
- Náuseas o vómitos
- Pérdida de apetito
- Orina espumosa o cambios en la frecuencia urinaria
- Picazón persistente
- Dificultad para concentrarse
Tratamiento:
- Control estricto de la enfermedad causante (diabetes, hipertensión)
- Dieta especial baja en sodio, fósforo y proteínas
- Medicamentos para proteger los riñones
- Diálisis en fases avanzadas
- Trasplante renal si es necesario
Prevención:
- Control adecuado de la presión arterial y azúcar en sangre
- Mantener un peso saludable
- No fumar
- Evitar el uso excesivo de analgésicos y antiinflamatorios
- Exámenes de función renal en personas con factores de riesgo
Eneuresis
La enuresis es la emisión involuntaria de orina, especialmente durante el sueño, en niños mayores de 5 años. También se conoce como incontinencia urinaria nocturna.
Causas:
- Maduración lenta del control vesical
- Estrés emocional o cambios en la rutina
- Antecedentes familiares
- Trastornos del sueño
- Infecciones urinarias
- Estreñimiento
- Producción excesiva de orina por la noche
Signos y síntomas:
- Mojar la cama durante la noche
- En algunos casos, enuresis diurna (orinarse mientras está despierto)
- Pérdida de control en situaciones específicas
Tratamiento:
- Terapias conductuales (recompensas, horarios para ir al baño)
- Uso de alarmas de enuresis
- Evitar líquidos antes de dormir
- En algunos casos, medicamentos (como desmopresina o anticolinérgicos)
- Apoyo emocional y comprensión del entorno familiar
Prevención:
- Evitar castigos o regaños al niño
- Establecer rutinas para ir al baño
- Consultar con un pediatra si persiste después de los 6 años
- Reforzar la autoestima del niño
Enfermedad de Alzheimer
Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta la memoria, el pensamiento y la conducta. Es la forma más común de demencia en personas adultas mayores.
Causas:
- Cambios en el cerebro relacionados con el envejecimiento
- Acumulación de placas de beta-amiloide y ovillos de proteína tau
- Factores genéticos y ambientales
- Historia familiar de demencia
Signos y síntomas:
- Pérdida de memoria a corto plazo
- Desorientación en tiempo y espacio
- Dificultades para comunicarse o encontrar palabras
- Cambios de humor o comportamiento
- Pérdida de habilidades para realizar actividades cotidianas
- Alteraciones en el juicio y el razonamiento
Tratamiento:
- No tiene cura, pero algunos medicamentos pueden ralentizar los síntomas
- Terapias cognitivas y ocupacionales
- Rutinas estructuradas y apoyo del entorno
- Educación y acompañamiento para cuidadores
Prevención:
- Mantener actividad física y mental
- Estimulación cognitiva (lectura, juegos, aprendizaje)
- Control de factores de riesgo cardiovascular
- Alimentación saludable y socialización
Enfermedades de Transmisión Sexual
Las ETS son infecciones que se transmiten por contacto sexual (vaginal, anal u oral) sin protección. Algunas también se transmiten por sangre o de madre a hijo durante el embarazo o parto.
Causas:
- Contacto sexual con una persona infectada
- Compartir agujas contaminadas
- Transfusión de sangre no segura
- Falta de uso de preservativos
Signos y síntomas (según la infección):
- Secreción genital anormal
- Dolor o ardor al orinar
- Llagas, verrugas o erupciones en los genitales
- Dolor pélvico o durante las relaciones sexuales
- A veces, las ETS no presentan síntomas (especialmente en mujeres)
Ejemplos comunes de ETS:
- VIH/SIDA
- Sífilis
- Gonorrea
- Clamidia
- Virus del papiloma humano (VPH)
- Herpes genital
- Hepatitis B y C
Tratamiento:
- Antibióticos o antivirales según la enfermedad
- Tratamiento también para la pareja sexual
- Control médico regular
Prevención:
- Uso de preservativos en todas las relaciones sexuales
- Pruebas regulares si se tiene vida sexual activa
- Evitar compartir objetos punzocortantes
- Educación sexual y acceso a servicios de salud
- Vacunación contra VPH y hepatitis B
Epicondilitis
La epicondilitis, también conocida como “codo de tenista”, es la inflamación de los tendones del codo, generalmente causada por movimientos repetitivos del brazo y la muñeca.
Causas:
- Uso repetitivo del brazo, como en deportes (tenis, golf)
- Ocupaciones que implican esfuerzo manual (pintores, cocineros, carniceros, personas que usan mucho teclado o ratón de computadora)
Signos y síntomas:
- Dolor progresivo en la parte externa del codo
- Dolor que irradia hacia el antebrazo y dorso de la mano
- Dificultad para sujetar objetos o girar la muñeca
- Agarre débil
Tratamiento:
- Reposo y uso de hielo 2 a 3 veces al día
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento
- Ergonomía en el trabajo
- En casos graves, cirugía
Prevención:
- Evitar movimientos repetitivos sin descanso
- Realizar calentamiento y estiramiento antes de actividades físicas
- Mejorar la postura y el uso de herramientas ergonómicas
Epilepsia
La epilepsia es un trastorno neurológico caracterizado por la aparición recurrente de convulsiones, debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro.
Causas:
- Accidente cerebrovascular
- Traumatismo craneal
- Infecciones del sistema nervioso (meningitis, encefalitis)
- Tumores cerebrales
- Malformaciones congénitas
- Enfermedad de Alzheimer o demencia
- Lesión cerebral al nacer
- Trastornos metabólicos
Signos y síntomas:
- Convulsiones o temblores intensos
- Episodios de ausencias (mirada fija, sin respuesta)
- Pérdida de conciencia
- Sensaciones previas a la crisis (aura): olores, sonidos o emociones no reales
- Fatiga o confusión posterior al episodio
Tratamiento:
- Medicamentos anticonvulsivos
- Cambios en el estilo de vida (dormir bien, evitar alcohol)
- Cirugía en casos específicos
- Dieta cetogénica (en algunos tipos de epilepsia)
- Seguimiento médico regular
Prevención:
- Control de factores de riesgo (traumas, infecciones, presión arterial)
- Tomar la medicación adecuadamente
- Evitar estímulos desencadenantes si se identifican (luces intermitentes, falta de sueño)
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
La EPOC es un grupo de enfermedades pulmonares que causan obstrucción del flujo de aire y dificultad para respirar. Las principales afecciones son la bronquitis crónica y el enfisema.
Causas:
- Tabaquismo (principal causa)
- Exposición prolongada a contaminantes ambientales
- Inhalación de polvo o gases químicos en el trabajo
- Infecciones respiratorias frecuentes en la infancia
- Factores genéticos (como déficit de alfa-1 antitripsina)
Signos y síntomas:
- Tos crónica con o sin flema
- Dificultad para respirar, especialmente con el esfuerzo
- Sibilancias (ruidos al respirar)
- Fatiga
- Infecciones respiratorias frecuentes
- Pérdida de peso involuntaria en fases avanzadas
Tratamiento:
- Broncodilatadores inhalados
- Corticoides inhalados o sistémicos
- Oxigenoterapia en casos avanzados
- Rehabilitación pulmonar
- Suspensión del tabaquismo
- Vacunación (influenza, neumococo)
Prevención:
- No fumar y evitar el humo de segunda mano
- Uso de mascarillas en ambientes contaminados
- Control de enfermedades respiratorias crónicas
- Actividad física regular
Erisipela
La erisipela es una infección aguda de la piel, producida generalmente por bacterias del grupo estreptococos. Afecta principalmente la cara, brazos o piernas.
Causas:
- Lesiones o cortes en la piel
- Úlceras en piernas
- Problemas en el drenaje linfático o venoso
- Pie de atleta u otras infecciones previas
Signos y síntomas:
- Fiebre y escalofríos
- Lesión rojiza, inflamada, caliente y dolorosa
- Borde elevado y bien definido
- Ampollas o úlceras en el área afectada
- Malestar general
Tratamiento:
- Antibióticos orales o intravenosos según la gravedad
- Reposo y elevación de la extremidad afectada
- Control del dolor y la fiebre
Prevención:
- Mantener la piel limpia y seca
- Tratar de inmediato infecciones o lesiones en la piel
- Controlar enfermedades que favorecen la infección (diabetes, problemas circulatorios)
Escoliosis
La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral, que puede tener forma de “C” o “S”. A menudo aparece en la infancia o adolescencia y puede empeorar con el crecimiento.
Causas:
- En la mayoría de los casos, es idiopática (sin causa conocida)
- Anomalías congénitas
- Trastornos neuromusculares (polio, distrofia muscular, parálisis cerebral)
- Lesiones o infecciones de la columna
Signos y síntomas:
- Desalineación de hombros o caderas
- Curvatura visible de la columna
- Dolor de espalda
- Fatiga muscular
- En casos graves, dificultad para respirar
Tratamiento:
- Observación en casos leves
- Uso de corsés ortopédicos
- Fisioterapia para fortalecer y estirar músculos
- Cirugía en casos severos o progresivos
Prevención:
- No siempre se puede prevenir, pero el diagnóstico temprano mejora el pronóstico
- Revisión médica en etapas de crecimiento
Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso central en la que el sistema inmunológico ataca la mielina, una sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas, lo que afecta la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
Causas:
- Se desconoce la causa exacta
- Factores autoinmunes
- Influencia genética
- Posibles desencadenantes ambientales o virales
Signos y síntomas:
- Fatiga persistente
- Debilidad muscular
- Problemas de coordinación y equilibrio
- Entumecimiento u hormigueo en extremidades
- Dificultades visuales (visión borrosa o pérdida parcial)
- Problemas para hablar o tragar
- Alteraciones cognitivas y del estado de ánimo
- Rigidez o espasmos musculares
Tratamiento:
- No tiene cura, pero hay tratamientos que modifican la progresión de la enfermedad
- Medicamentos inmunomoduladores o inmunosupresores
- Corticoides para episodios agudos
- Fisioterapia y terapia ocupacional
- Apoyo psicológico y manejo de síntomas específicos
Prevención:
- No se puede prevenir, pero un diagnóstico y tratamiento temprano pueden retrasar su progresión
- Mantener un estilo de vida saludable
- Control del estrés y apoyo emocional
Esguince
Un esguince es una lesión de los ligamentos que rodean una articulación, debido a un estiramiento excesivo o desgarro parcial o total.
Causas:
- Torceduras o caídas
- Movimientos bruscos o mal apoyo del pie
- Práctica deportiva sin calentamiento
- Uso de calzado inadecuado
Signos y síntomas:
- Dolor en la articulación afectada
- Hinchazón
- Hematomas o cambio de color en la piel
- Rigidez o dificultad para mover la articulación
- Sensación de inestabilidad
Tratamiento:
- Reposo de la articulación
- Hielo local (20 minutos cada 2-3 horas)
- Compresión con vendaje elástico
- Elevación de la extremidad
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Fisioterapia en casos moderados o graves
- Cirugía si hay ruptura completa
Prevención:
- Fortalecimiento muscular
- Calentamiento antes de hacer ejercicio
- Cuidado al caminar en superficies irregulares
- Uso de calzado adecuado
Esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental crónico y grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Puede causar alucinaciones, delirios y dificultad para diferenciar la realidad.
Causas:
- Desequilibrios químicos en el cerebro (dopamina y glutamato)
- Factores genéticos
- Complicaciones durante el embarazo o parto
- Estrés psicosocial y consumo de sustancias
Signos y síntomas:
- Alucinaciones (ver u oír cosas que no existen)
- Delirios (creencias falsas, como sentirse perseguido)
- Discurso desorganizado
- Comportamientos inusuales o extraños
- Aislamiento social
- Emoción reducida o plano afectivo
- Falta de motivación o iniciativa
Tratamiento:
- Medicamentos antipsicóticos
- Terapia psicológica individual y familiar
- Programas de rehabilitación psicosocial
- Apoyo comunitario y redes de cuidado
- Hospitalización en casos agudos
Prevención:
- No se puede prevenir completamente, pero un diagnóstico temprano mejora el pronóstico
- Adherencia al tratamiento
- Apoyo familiar y social continuo
- Evitar el consumo de sustancias psicoactivas
Estreñimiento
El estreñimiento es una alteración del hábito intestinal caracterizada por evacuaciones infrecuentes (menos de tres veces por semana), heces duras y secas, y dificultad o dolor al evacuar.
Causas:
- Dieta baja en fibra
- Bajo consumo de líquidos
- Inactividad física
- Retener las ganas de defecar con frecuencia
- Algunos medicamentos (analgésicos, antidepresivos, suplementos de hierro)
- Trastornos como diabetes, hipotiroidismo, enfermedad de Parkinson
- Problemas del suelo pélvico o del colon
Signos y síntomas:
- Evacuaciones poco frecuentes
- Heces duras o grumosas
- Esfuerzo excesivo al defecar
- Sensación de evacuación incompleta
- Dolor abdominal o sensación de hinchazón
Tratamiento:
- Aumento de fibra en la dieta (frutas, verduras, cereales integrales)
- Mayor consumo de agua
- Ejercicio físico regular
- Uso de laxantes suaves solo bajo indicación médica
- Entrenamiento del intestino (crear horarios regulares)
Prevención:
- Mantener una dieta equilibrada rica en fibra
- Beber suficiente agua diariamente
- Evitar el sedentarismo
- Atender rápidamente las ganas de evacuar
- Evitar el uso prolongado de laxantes sin control médico
Estrés
El estrés es una respuesta física y emocional del cuerpo ante situaciones que se perciben como desafiantes o amenazantes. Puede ser agudo o crónico, y afectar la salud mental y física.
Causas:
- Problemas laborales o académicos
- Conflictos familiares o personales
- Enfermedades o situaciones de salud
- Exceso de responsabilidades
- Cambios importantes en la vida (duelo, mudanza, etc.)
Signos y síntomas:
- Ansiedad o irritabilidad
- Fatiga constante
- Dolor de cabeza, cuello o espalda
- Dificultad para dormir
- Problemas gastrointestinales
- Disminución de la concentración o memoria
- Cambios en el apetito
Tratamiento:
- Técnicas de relajación (respiración profunda, meditación, yoga)
- Actividad física regular
- Organización del tiempo y establecimiento de prioridades
- Apoyo emocional o psicológico
- En casos severos, tratamiento con psicoterapia o medicamentos
Prevención:
- Estilo de vida saludable
- Espacios de autocuidado y descanso
- Comunicación abierta y apoyo social
- Identificación y manejo temprano de situaciones estresantes
F
Faringitis
La faringitis es la inflamación de la faringe, la parte posterior de la garganta. Es una de las causas más comunes de dolor de garganta.
Causas:
- Infecciones virales (resfriado común, gripe, mononucleosis)
- Infecciones bacterianas (menos frecuentes)
- Alergias o irritantes (humo, polvo, productos químicos)
- Cambios bruscos de temperatura o aire seco
Signos y síntomas:
- Dolor de garganta
- Dificultad para tragar
- Enrojecimiento de la garganta
- Fiebre leve
- Ganglios inflamados en el cuello
- Tos o congestión nasal (en caso de origen viral)
Tratamiento:
- Analgésicos y antipiréticos para aliviar los síntomas
- Reposo e hidratación
- Evitar fumar y ambientes contaminados
- Gárgaras con agua salada
- Si es bacteriana, antibióticos según prescripción médica
Prevención:
- Lavado frecuente de manos
- Evitar compartir utensilios o vasos
- Cubrirse al toser o estornudar
- Evitar cambios bruscos de temperatura
Faringitis estreptocócica
Es una forma específica de faringitis causada por la bacteria Streptococcus pyogenes. Afecta principalmente a niños y adolescentes, aunque también puede presentarse en adultos.
Causas:
- Infección por estreptococos del grupo A
- Contagio por contacto con secreciones de una persona infectada
Signos y síntomas:
- Dolor de garganta súbito e intenso
- Fiebre alta
- Amígdalas inflamadas con puntos blancos o pus
- Ganglios cervicales agrandados y sensibles
- Dolor de cabeza y malestar general
- Ausencia de tos (a diferencia de otras faringitis)
Tratamiento:
- Antibióticos (generalmente penicilina o amoxicilina)
- Analgésicos y antipiréticos para aliviar los síntomas
- Reposo e hidratación
- Evitar el contacto con otras personas hasta al menos 24 horas después de iniciar el antibiótico
Prevención:
- Lavado de manos frecuente
- Evitar compartir objetos personales
- Completar el tratamiento antibiótico para prevenir complicaciones
Faringoamigdalitis
La faringoamigdalitis es la inflamación simultánea de la faringe y las amígdalas. Es una causa frecuente de dolor de garganta, especialmente en la infancia y adolescencia.
Causas:
- Infecciones virales (la más común)
- Infecciones bacterianas (como Streptococcus pyogenes)
- Cambios bruscos de temperatura o exposición a irritantes
- Disminución de defensas del sistema inmune
Signos y síntomas:
- Dolor de garganta
- Amígdalas inflamadas y enrojecidas, con o sin pus
- Dificultad para tragar
- Fiebre
- Ganglios del cuello inflamados
- Malestar general y dolor de cabeza
- Halitosis (mal aliento)
Tratamiento:
- Analgésicos y antipiréticos
- Hidratación y reposo
- Gárgaras con soluciones salinas o antisépticas
- Antibióticos si la causa es bacteriana (prescritos por un médico)
Prevención:
- Buena higiene de manos
- Evitar contacto con personas enfermas
- Cubrirse al toser o estornudar
- Mantener una alimentación equilibrada para fortalecer defensas
Fascitis plantar
La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar, un tejido que va desde el talón hasta los dedos del pie. Es una causa común de dolor en el talón, especialmente en las mañanas.
Causas:
- Uso prolongado de calzado inadecuado
- Sobrepeso
- Actividad física intensa o de alto impacto
- Pies planos o con arco elevado
- Permanecer mucho tiempo de pie
Signos y síntomas:
- Dolor punzante en el talón, especialmente al dar los primeros pasos en la mañana
- Dolor que mejora con el movimiento, pero empeora tras largos periodos de pie
- Tensión en la planta del pie
Tratamiento:
- Reposo y reducción de actividades de impacto
- Aplicación de hielo en la zona afectada
- Estiramientos específicos del pie y pantorrilla
- Uso de plantillas ortopédicas o calzado adecuado
- Antiinflamatorios según indicación médica
- Fisioterapia
- En casos graves, terapia con ondas de choque o cirugía
Prevención:
- Uso de calzado cómodo y de buen soporte
- Mantener un peso saludable
- Evitar caminar descalzo en superficies duras
- Estiramientos antes y después del ejercicio
Fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica, también conocido como encefalomielitis miálgica, es un trastorno caracterizado por fatiga extrema que no mejora con el descanso y empeora con el esfuerzo físico o mental.
Causas:
- No se conoce una causa específica
- Posibles factores desencadenantes: infecciones virales, alteraciones inmunológicas, estrés severo
- Factores genéticos o desequilibrios hormonales
Signos y síntomas:
- Fatiga intensa y persistente
- Dificultad para concentrarse o pérdida de memoria ("niebla mental")
- Dolor muscular o articular sin causa aparente
- Dolor de cabeza frecuente
- Trastornos del sueño
- Malestar extremo tras realizar actividades mínimas (agotamiento post-esfuerzo)
- Mareos o descompensación al estar de pie
Tratamiento:
- No existe una cura, pero se maneja con enfoque multidisciplinario
- Técnicas de manejo del estrés y terapia cognitivo-conductual
- Ejercicio físico adaptado y gradual
- Medicamentos para aliviar síntomas (dolor, insomnio, ansiedad)
- Educación del paciente y apoyo emocional
Prevención:
- No hay una forma clara de prevenirlo
- Identificación temprana y tratamiento adecuado para evitar el deterioro funciona
Fibromialgia
La fibromialgia es un trastorno crónico que causa dolor musculoesquelético generalizado, acompañado de fatiga, trastornos del sueño y alteraciones cognitivas.
Causas:
- Se desconoce la causa exacta
- Se cree que hay una alteración en la percepción del dolor a nivel del sistema nervioso
- Factores desencadenantes: estrés, infecciones, traumatismos, trastornos emocionales
Signos y síntomas:
- Dolor muscular generalizado y persistente
- Fatiga constante
- Rigidez matutina
- Trastornos del sueño (sueño no reparador)
- Dificultad para concentrarse (“niebla mental”)
- Ansiedad o depresión
- Dolores de cabeza
- Síntomas digestivos como síndrome de intestino irritable
Tratamiento:
- No tiene cura, pero puede controlarse con un enfoque integral
- Medicamentos para el dolor y mejorar el sueño (analgésicos, antidepresivos, anticonvulsivos)
- Ejercicio físico moderado y regular
- Técnicas de relajación y manejo del estrés
- Terapia psicológica
- Educación del paciente y grupos de apoyo
Prevención:
- No se puede prevenir, pero el diagnóstico temprano y el manejo adecuado reducen los síntomas
- Estilo de vida saludable y control del estrés
Fiebre
La fiebre es el aumento temporal de la temperatura corporal por encima de los valores normales, como respuesta del organismo ante infecciones, inflamaciones u otras condiciones.
Causas:
- Infecciones (virales, bacterianas, parasitarias)
- Reacciones a medicamentos o vacunas
- Enfermedades autoinmunes o inflamatorias
- Golpes de calor
- Tumores
Signos y síntomas:
- Temperatura superior a 38 °C (medida oral)
- Escalofríos o sudoración
- Dolor de cabeza
- Fatiga o debilidad
- Pérdida de apetito
- En algunos casos: convulsiones febriles (en niños pequeños)
Tratamiento:
- Antipiréticos (paracetamol, ibuprofeno)
- Hidratación adecuada
- Descanso
- Tratamiento de la causa subyacente
- Consulta médica si la fiebre persiste más de 3 días o si es muy alta
Prevención:
- Vacunación oportuna
- Medidas de higiene (lavado de manos, evitar contagios)
- Control y seguimiento de enfermedades crónicas
- Atención temprana de infecciones
Fístula anal
Una fístula anal es un canal anormal que se forma entre el interior del ano o el recto y la piel circundante. Generalmente es consecuencia de una infección previa que formó un absceso.
Causas:
- Abscesos anales no tratados adecuadamente
- Enfermedades inflamatorias intestinales (como la enfermedad de Crohn)
- Cirugías o traumatismos anales
- Infecciones de glándulas anales
Signos y síntomas:
- Secreción de pus o sangre por el ano o una abertura cercana
- Dolor o irritación en la zona anal
- Inflamación o enrojecimiento alrededor del ano
- Mal olor
- Fiebre (si hay infección activa)
Tratamiento:
- Cirugía (fistulotomía) para cerrar el trayecto anormal
- Antibióticos si hay infección
- Cuidados postoperatorios de la herida
- Seguimiento médico para evitar recurrencias
Prevención:
- Tratar adecuadamente los abscesos anales
- Mantener una buena higiene perianal
- Control médico de enfermedades inflamatorias intestinales
- Acudir al médico ante cualquier síntoma persistente
Flebitis
La flebitis es la inflamación de una vena, usualmente en las piernas. Puede presentarse con o sin la formación de un coágulo (tromboflebitis). Puede ser superficial (afecta venas cercanas a la piel) o profunda (venas más internas).
Causas:
- Lesión o irritación de la vena (por catéteres, inyecciones, traumatismos)
- Inmovilidad prolongada (viajes largos, hospitalización)
- Várices
- Tabaquismo
- Uso de anticonceptivos hormonales
- Trastornos de la coagulación
Signos y síntomas:
- Dolor en la zona afectada
- Enrojecimiento y calor sobre la vena inflamada
- Endurecimiento de la vena al tacto
- Hinchazón local
- Fiebre leve (en algunos casos)
Tratamiento:
- Compresas tibias en la zona afectada
- Elevación de la extremidad
- Antiinflamatorios o analgésicos
- Antibióticos si hay infección
- Anticoagulantes si se forma un coágulo
- En casos severos, tratamiento hospitalario
Prevención:
- Mantenerse activo y evitar la inmovilidad prolongada
- Hidratarse bien, especialmente en viajes largos
- Uso de medias de compresión si hay riesgo vascular
- Cuidado con el uso de catéteres intravenosos prolongados
- Evitar el tabaquismo
Fractura
Una fractura es la ruptura parcial o total de un hueso. Puede ocurrir por traumatismos, caídas o enfermedades que debilitan los huesos como la osteoporosis.
Causas:
- Caídas o golpes directos
- Accidentes automovilísticos o laborales
- Actividad física intensa o deportes de contacto
- Enfermedades como osteoporosis o cáncer óseo
Signos y síntomas:
- Dolor intenso e inmediato
- Hinchazón y deformidad en la zona afectada
- Imposibilidad de mover la extremidad lesionada
- Hematomas
- En fracturas expuestas: hueso visible fuera de la piel
Tratamiento:
- Inmovilización con férulas o yeso
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Reposo
- Cirugía en fracturas complicadas o desplazadas
- Rehabilitación y fisioterapia postratamiento
Prevención:
- Prevención de caídas (especialmente en adultos mayores)
- Uso de equipo de protección en deportes y trabajos de riesgo
- Dieta rica en calcio y vitamina D
- Ejercicio para fortalecer huesos y músculos
- Control de enfermedades óseas
G
Galactorrea
La galactorrea es la secreción de leche por los pezones en personas que no están embarazadas ni en periodo de lactancia. Puede afectar a mujeres, hombres o incluso a recién nacidos.
Causas:
- Aumento de la hormona prolactina
- Tumores benignos en la hipófisis (prolactinoma)
- Estimulación excesiva de los pezones
- Uso de ciertos medicamentos (antidepresivos, antipsicóticos, antihipertensivos)
- Hipotiroidismo
- Insuficiencia renal crónica
- Anticonceptivos hormonales
Signos y síntomas:
- Secreción lechosa espontánea o al presionar el pezón
- Cambios en el ciclo menstrual
- Dolores de cabeza o alteraciones visuales (si hay tumor hipofisario)
- Disminución de la libido
Tratamiento:
- Tratar la causa subyacente (por ejemplo, hipotiroidismo o suspensión de medicamentos)
- Medicamentos para reducir los niveles de prolactina
- Cirugía o radioterapia en casos de tumores grandes
- Seguimiento endocrinológico
Prevención:
- Control médico al usar fármacos que alteren los niveles hormonales
- Evitar manipulación excesiva del pezón
- Diagnóstico y tratamiento temprano de trastornos hormonales
Gangrena
La gangrena es la muerte del tejido corporal debido a la falta de riego sanguíneo o a una infección grave. Puede afectar la piel, músculos y órganos internos, y es una condición médica grave.
Causas:
- Falta de circulación (isquemia) por enfermedades vasculares
- Infecciones bacterianas (como Clostridium perfringens)
- Lesiones o cirugías con mala cicatrización
- Diabetes no controlada
- Congelamiento o quemaduras graves
Signos y síntomas:
- Cambio de color en la piel (negro, morado o verdoso)
- Pérdida de sensibilidad en el área afectada
- Dolor intenso (a veces ausente en fases avanzadas)
- Secreción con mal olor
- Fiebre y signos de infección sistémica (en gangrena infecciosa)
Tratamiento:
- Cirugía para extirpar el tejido muerto (desbridamiento o amputación)
- Antibióticos intravenosos
- Oxigenoterapia hiperbárica (en algunos casos)
- Cuidados intensivos si hay infección generalizada
Prevención:
- Control adecuado de diabetes y enfermedades vasculares
- Cuidado de heridas y úlceras
- Evitar el tabaco (afecta la circulación)
- Atención médica inmediata ante signos de infección o mala circulación
Gastritis
La gastritis es la inflamación del revestimiento del estómago, que puede presentarse de forma súbita (aguda) o progresiva (crónica). Puede causar molestias digestivas leves o síntomas más severos.
Causas:
- Infección por Helicobacter pylori
- Uso excesivo de medicamentos antiinflamatorios (AINES)
- Consumo excesivo de alcohol
- Estrés físico o emocional
- Alimentos irritantes (grasas, picantes, café)
- Reflujo biliar
Signos y síntomas:
- Dolor o ardor en la parte superior del abdomen
- Náuseas o vómitos
- Pérdida de apetito
- Distensión abdominal
- Sensación de llenura tras comer poco
- En casos graves: vómitos con sangre o heces negras
Tratamiento:
- Medicamentos para reducir la acidez estomacal (antiácidos, inhibidores de bomba de protones)
- Antibióticos si hay infección por H. pylori
- Evitar irritantes gástricos
- Dieta liviana y fraccionada
- Control del estrés
Prevención:
- Evitar el uso prolongado de AINES sin control médico
- Reducir el consumo de alcohol y alimentos irritantes
- Lavado adecuado de manos y alimentos para prevenir infecciones
- Control del estrés y ansiedad
Gastritis Crónica
La gastritis crónica es una inflamación persistente del revestimiento gástrico que puede durar meses o años. Con el tiempo puede causar daño a la mucosa del estómago y aumentar el riesgo de úlceras o cáncer gástrico.
Causas:
- Infección prolongada por Helicobacter pylori
- Enfermedades autoinmunes
- Consumo prolongado de AINES
- Exposición continua a irritantes gástricos
- Factores genéticos
Signos y síntomas:
- Dolor abdominal persistente
- Sensación de ardor o acidez
- Náuseas crónicas
- Indigestión frecuente
- Pérdida de peso involuntaria
- Heces oscuras o vómitos con sangre (en casos avanzados)
Tratamiento:
- Erradicación de H. pylori con antibióticos
- Medicamentos para proteger la mucosa gástrica
- Dieta suave y saludable
- Tratamiento de la causa subyacente (por ejemplo, enfermedad autoinmune)
- Monitoreo con endoscopía si hay factores de riesgo
Prevención:
- Control médico de enfermedades gástricas
- Alimentación equilibrada y sin irritantes
- Evitar el consumo crónico de medicamentos que dañan el estómago
- No fumar ni abusar del alcohol
Gastroenteritis
La gastroenteritis es una inflamación del estómago y los intestinos, generalmente causada por virus, bacterias o parásitos. Es una causa común de diarrea y vómitos.
Causas:
- Virus (como rotavirus o norovirus)
- Bacterias (como E. coli, Salmonella, Shigella)
- Parásitos (como Giardia lamblia)
- Consumo de alimentos o agua contaminada
- Mala higiene
Signos y síntomas:
- Diarrea líquida o acuosa
- Náuseas y vómitos
- Dolor y cólicos abdominales
- Fiebre
- Deshidratación (especialmente en niños y personas mayores)
Tratamiento:
- Reposo e hidratación abundante (suero oral o líquidos claros)
- Dieta suave durante la recuperación
- En algunos casos, antibióticos (si es bacteriana y está indicado)
- Antieméticos o antidiarreicos bajo indicación médica
Prevención:
- Lavado de manos frecuente
- Consumo de agua potable
- Cocinar bien los alimentos
- Vacunación contra rotavirus en bebés
- Higiene en la preparación y almacenamiento de alimentos
Ginecomastia
La ginecomastia es el aumento del tamaño del tejido mamario en hombres, debido a un desequilibrio entre las hormonas estrógeno y testosterona.
Causas:
- Cambios hormonales (pubertad, envejecimiento)
- Uso de ciertos medicamentos (antibióticos, antiandrógenos, esteroides, antidepresivos)
- Enfermedades hepáticas o renales crónicas
- Tumores hormonales
- Consumo de alcohol, marihuana u otras drogas
Signos y síntomas:
- Aumento visible de uno o ambos pechos
- Sensibilidad o dolor en el área mamaria
- Asimetría mamaria (a veces)
- En casos raros, secreción por el pezón
Tratamiento:
- En muchos casos, desaparece sin tratamiento (especialmente en adolescentes)
- Tratar la causa subyacente
- Medicamentos que regulen las hormonas
- Cirugía (mastectomía) si es dolorosa, persistente o causa afectación psicológica
Prevención:
- Evitar el consumo de drogas y alcohol
- Control médico al usar medicamentos hormonales
- Seguimiento en caso de enfermedades crónicas que afecten el equilibrio hormonal
Gingivitis
La gingivitis es la inflamación de las encías, generalmente causada por la acumulación de placa bacteriana en la línea de las encías. Es una etapa temprana y reversible de la enfermedad periodontal.
Causas:
- Higiene bucal deficiente
- Acumulación de placa y sarro
- Cambios hormonales (embarazo, adolescencia)
- Consumo de tabaco
- Enfermedades sistémicas (diabetes)
- Uso de ciertos medicamentos
Signos y síntomas:
- Encías enrojecidas, inflamadas o sensibles
- Sangrado al cepillarse o usar hilo dental
- Mal aliento persistente
- Encías retraídas o con aspecto brillante
- Dolor leve en las encías
Tratamiento:
- Limpieza dental profesional (profilaxis)
- Cepillado adecuado y uso diario de hilo dental
- Enjuagues bucales antibacterianos
- Control de condiciones médicas asociadas
- Educación en salud bucal
Prevención:
- Cepillado dental mínimo dos veces al día
- Uso correcto del hilo dental
- Visitas regulares al odontólogo
- Alimentación saludable y baja en azúcares
- Evitar el tabaco
Glaucoma
El glaucoma es un grupo de enfermedades oculares que dañan el nervio óptico, generalmente debido a un aumento de la presión intraocular. Es una de las principales causas de ceguera irreversible.
Causas:
- Aumento de la presión dentro del ojo (presión intraocular elevada)
- Herencia familiar
- Edad avanzada
- Diabetes, hipertensión o problemas circulatorios
- Uso prolongado de esteroides
Signos y síntomas:
- Pérdida progresiva de la visión periférica (visión en túnel)
- Dolor ocular o de cabeza (en tipos agudos)
- Enrojecimiento del ojo
- Visión borrosa o halos alrededor de las luces
- En fases iniciales puede no haber síntomas
Tratamiento:
- Gotas para reducir la presión intraocular
- Medicamentos orales (en algunos casos)
- Cirugía láser o convencional
- Revisión oftalmológica periódica
Prevención:
- Exámenes oculares regulares, especialmente después de los 40 años
- Control de enfermedades crónicas como la diabetes
- No automedicarse con esteroides
- Informar al médico si hay antecedentes familiares de glaucoma
Glomerulonefritis
La glomerulonefritis es una inflamación de los glomérulos, estructuras del riñón encargadas de filtrar los desechos de la sangre. Puede presentarse de forma aguda o crónica, y afectar la función renal.
Causas:
- Infecciones previas (como faringitis o infecciones cutáneas por estreptococo)
- Enfermedades autoinmunes (lupus, vasculitis)
- Diabetes o hipertensión mal controladas
- Condiciones hereditarias
- Reacciones alérgicas a ciertos medicamentos
Signos y síntomas:
- Orina oscura o con sangre (hematuria)
- Disminución del volumen urinario
- Hinchazón en cara, piernas o pies (edema)
- Presión arterial elevada
- Fatiga
- Náuseas
Tratamiento:
- Control de la causa subyacente (infecciones, enfermedades autoinmunes)
- Medicamentos antihipertensivos o diuréticos
- Restricción de líquidos, sal o proteínas en la dieta
- En casos graves, diálisis temporal o permanente
Prevención:
- Tratamiento oportuno de infecciones
- Control de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión
- Exámenes regulares de orina si hay antecedentes familiares
- No automedicarse
Golpe de Calor
El golpe de calor es una condición grave causada por el aumento extremo de la temperatura corporal, cuando el cuerpo no puede regular el calor. Es una emergencia médica que puede poner en riesgo la vida.
Causas:
- Exposición prolongada al sol o calor extremo
- Actividad física intensa en ambientes calurosos
- Uso de ropa inapropiada
- Deshidratación
- Ambientes cerrados y mal ventilados
- Ciertos medicamentos que afectan la sudoración
Signos y síntomas:
- Temperatura corporal mayor a 40 °C
- Piel caliente, enrojecida y seca
- Pulso rápido y fuerte
- Dolor de cabeza intenso
- Mareo, náuseas o vómitos
- Confusión, pérdida de conciencia o convulsiones
Tratamiento:
- Llevar a la persona a un lugar fresco y ventilado
- Aplicar compresas frías o mojar el cuerpo con agua
- Ofrecer líquidos si está consciente
- Buscar atención médica urgente
Prevención:
- Evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en horas pico
- Usar ropa ligera, sombreros y protector solar
- Hidratarse frecuentemente
- Evitar el ejercicio intenso en condiciones de mucho calor
- Cuidar especialmente a personas mayores, niños y enfermos crónicos
Gonorrea
La gonorrea es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Afecta principalmente los genitales, pero también puede involucrar la garganta, el recto y los ojos.
Causas:
- Relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección
- Transmisión de madre a hijo durante el parto
- Contacto directo con secreciones infectadas
Signos y síntomas:
En mujeres:
- Flujo vaginal anormal
- Dolor o ardor al orinar
- Sangrado entre periodos
- Dolor abdominal o pélvico
- En algunos casos, sin síntomas
En hombres:
- Secreción purulenta por el pene
- Dolor al orinar
- Inflamación o dolor testicular
- Ardor en la uretra
Tratamiento:
- Antibióticos (según indicación médica y resistencias locales)
- Tratamiento también para la pareja sexual
- Abstinencia sexual hasta completar el tratamiento
Prevención:
- Uso correcto y consistente del condón
- Pruebas regulares de ITS si se tiene vida sexual activa
- Comunicación abierta con la pareja sexual
- Educación y sensibilización sobre salud sexual
Gota
La gota es una forma de artritis causada por el exceso de ácido úrico en la sangre, que forma cristales en las articulaciones. Suele presentarse en episodios agudos de dolor e inflamación.
Causas:
- Aumento de la producción o disminución de la eliminación de ácido úrico
- Dieta rica en purinas (carnes rojas, mariscos, bebidas alcohólicas)
- Obesidad
- Consumo excesivo de alcohol
- Enfermedad renal
- Uso de ciertos medicamentos (diuréticos, aspirina)
Signos y síntomas:
- Dolor articular intenso, especialmente en el dedo gordo del pie
- Enrojecimiento e hinchazón de la articulación
- Calor y sensibilidad extrema en la zona afectada
- Ataques que aparecen de forma súbita, frecuentemente por la noche
Tratamiento:
- Medicamentos antiinflamatorios y colchicina
- Fármacos para reducir los niveles de ácido úrico (alopurinol)
- Reposo de la articulación afectada
- Compresas frías para reducir la inflamación
Prevención:
- Dieta baja en purinas y rica en líquidos
- Evitar el alcohol y bebidas azucaradas
- Mantener un peso saludable
- Control médico regular en pacientes con antecedentes
Gripe
La gripe, también conocida como influenza estacional, es una infección respiratoria aguda causada por los virus de la influenza. Se presenta comúnmente en forma de brotes durante ciertas épocas del año.
Causas:
- Virus de la influenza (tipo A, B y C)
- Contagio a través de gotitas de saliva al toser, estornudar o hablar
- Contacto con superficies contaminadas
Signos y síntomas:
- Fiebre alta y escalofríos
- Dolor muscular y articular
- Dolor de cabeza
- Tos seca
- Congestión nasal
- Dolor de garganta
- Fatiga intensa
- En algunos casos, vómitos o diarrea (más común en niños)
Tratamiento:
- Reposo e hidratación
- Antipiréticos y analgésicos para aliviar síntomas
- Antivirales (en algunos casos y bajo prescripción médica)
- Evitar el contacto con otras personas para no contagiar
Prevención:
- Vacunación anual contra la influenza
- Lavado frecuente de manos
- Uso de mascarilla si se tienen síntomas
- Evitar el contacto con personas enfermas
- Cubrirse al toser o estornudar
Guillain-Barré
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco frecuente en el cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca los nervios. Generalmente se presenta después de una infección respiratoria o gastrointestinal.
Signos y síntomas:
- Debilidad muscular que suele comenzar en las piernas y puede extenderse a los brazos y parte superior del cuerpo
- Hormigueo o sensación de pinchazos en las extremidades
- Dificultad para caminar o mover los músculos faciales
- Problemas para respirar en casos graves
Tratamiento:
- Hospitalización para monitoreo
- Terapias de intercambio de plasma (plasmaféresis) o inmunoglobulina intravenosa (IVIG)
- Terapia física y rehabilitación
Prevención:
- No existe una forma segura de prevenir el Guillain-Barré, pero el tratamiento temprano puede mejorar el pronóstico.
H
Hematoma
Un hematoma es una acumulación de sangre fuera de los vasos sanguíneos, generalmente causada por un traumatismo o lesión que rompe los capilares sanguíneos. Puede aparecer en la piel, órganos internos o tejidos profundos.
Causas:
- Golpes o caídas
- Cirugías o procedimientos médicos
- Fracturas óseas
- Trastornos de coagulación sanguínea
- Uso de medicamentos anticoagulantes
Signos y síntomas:
- Hinchazón en el área afectada
- Cambios en el color de la piel (de rojo a morado o azul)
- Dolor y sensibilidad al tacto
- Sensación de calor en la zona
- En casos graves, dificultad de movimiento o complicaciones respiratorias si el hematoma es interno
Tratamiento:
- Reposo y aplicación de hielo en las primeras 24-48 horas
- Elevación de la zona afectada
- Analgésicos para el dolor (siguiendo indicación médica)
- Drenaje quirúrgico en casos de hematomas grandes o complicados
Prevención:
- Uso de equipo de protección en actividades de riesgo
- Cuidado al tomar medicamentos anticoagulantes
- Mantener la casa libre de riesgos de caídas, especialmente en adultos mayores
Hemorroides
Las hemorroides son venas hinchadas en el ano y la parte inferior del recto, similares a las várices. Pueden ser internas (dentro del recto) o externas (debajo de la piel alrededor del ano).
Causas:
- Esfuerzo durante las evacuaciones intestinales
- Estreñimiento crónico o diarrea
- Permanecer sentado por largos períodos, especialmente en el inodoro
- Embarazo (por aumento de presión en el abdomen)
- Dieta baja en fibra
Signos y síntomas:
- Sangrado indoloro durante las deposiciones (sangre roja brillante)
- Picazón o irritación en el área anal
- Dolor o molestias
- Hinchazón alrededor del ano
- Protuberancia sensible o dolorosa cerca del ano (en hemorroides externas)
Tratamiento:
- Consumo de dieta rica en fibra y aumento de la ingesta de líquidos
- Baños de asiento con agua tibia
- Cremas, ungüentos o supositorios para aliviar síntomas
- Procedimientos médicos como ligadura con banda elástica, escleroterapia o cirugía en casos graves
Prevención:
- Evitar el esfuerzo excesivo al evacuar
- Mantener una dieta alta en fibra
- Beber suficiente agua
- No permanecer sentado por largos periodos, especialmente en el baño
- Hacer ejercicio regularmente
Hepatitis
La hepatitis es la inflamación del hígado, causada comúnmente por infecciones virales, aunque también puede deberse a consumo excesivo de alcohol, toxinas, medicamentos o enfermedades autoinmunes.
Causas:
- Infecciones virales (virus de la hepatitis A, B, C, D y E)
- Consumo excesivo de alcohol
- Exposición a toxinas o ciertos medicamentos
- Trastornos autoinmunes
Signos y síntomas:
- Ictericia (color amarillento de piel y ojos)
- Fatiga
- Dolor abdominal, especialmente en la parte superior derecha
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de apetito
- Orina oscura y heces de color claro
Tratamiento:
- Hepatitis viral: manejo específico según el tipo (vacunas para hepatitis A y B, antivirales para hepatitis B y C)
- Hepatitis alcohólica: dejar de consumir alcohol, tratamiento de soporte
- Hepatitis autoinmune: medicamentos inmunosupresores
- En casos severos, trasplante de hígado
Prevención:
- Vacunación contra hepatitis A y B
- Prácticas sexuales seguras
- Evitar compartir agujas
- Consumo responsable de alcohol
- Higiene adecuada en la manipulación de alimentos
Hernia
Una hernia ocurre cuando un órgano o tejido interno sobresale a través de un área débil de la musculatura o tejido que lo contiene. Pueden presentarse en diferentes partes del cuerpo, siendo las más comunes las inguinales, umbilicales y hiatales.
Causas:
- Debilidad congénita en los músculos
- Esfuerzo físico intenso
- Levantamiento de objetos pesados
- Obesidad
- Embarazo
- Cirugías previas
Signos y síntomas:
- Protuberancia visible en el área afectada
- Dolor o molestia al levantar peso, toser o agacharse
- Sensación de presión o pesadez
- Ardor o dolor en el sitio de la hernia
- En casos complicados (hernia estrangulada): dolor intenso, náuseas, vómitos y ausencia de tránsito intestinal
Tratamiento:
- Uso de fajas o soportes temporales (no recomendados como solución permanente)
- Cirugía de reparación de hernia (abierta o laparoscópica) para corregir el defecto y evitar complicaciones
Prevención:
- Mantener un peso saludable
- Evitar levantar objetos muy pesados
- Fortalecer la musculatura abdominal
- Tratar problemas de tos crónica o estreñimiento para disminuir la presión intraabdominal
Hernia Discal
La hernia discal ocurre cuando parte del material gelatinoso del interior de un disco intervertebral se desplaza hacia fuera, presionando los nervios cercanos. Suele presentarse en la columna lumbar o cervical.
Causas:
- Degeneración natural del disco por envejecimiento
- Movimientos repetitivos o bruscos
- Levantamiento inadecuado de objetos pesados
- Lesiones traumáticas
- Factores genéticos
Signos y síntomas:
- Dolor en la zona afectada de la columna (lumbar o cervical)
- Dolor irradiado hacia las piernas (ciática) o los brazos
- Entumecimiento u hormigueo en extremidades
- Debilidad muscular
- En casos graves, pérdida de control de esfínteres
Tratamiento:
- Reposo relativo y fisioterapia
- Medicamentos analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares
- Inyecciones de corticosteroides en la zona afectada
- Cirugía (discectomía o microdiscectomía) en casos en que el tratamiento conservador falla
Prevención:
- Mantener una postura adecuada
- Realizar ejercicio regularmente para fortalecer los músculos de la espalda y el abdomen
- Usar técnicas correctas para levantar objetos
- Evitar el sobrepeso
Hiperplasia de la próstata
La hiperplasia prostática benigna es el agrandamiento no canceroso de la glándula prostática, común en hombres a medida que envejecen. Puede afectar el flujo de orina al comprimir la uretra.
Causas:
- Cambios hormonales relacionados con la edad (disminución de testosterona y aumento relativo de estrógenos)
- Factores genéticos
- Enfermedades metabólicas (como la obesidad y la diabetes)
Signos y síntomas:
- Dificultad para iniciar la micción
- Flujo de orina débil o interrumpido
- Micción frecuente, especialmente por la noche (nicturia)
- Sensación de vaciado incompleto de la vejiga
- Urgencia urinaria
Tratamiento:
- Medicamentos para relajar los músculos prostáticos o reducir el tamaño de la próstata (como alfabloqueantes o inhibidores de la 5-alfa reductasa)
- Terapias mínimamente invasivas (como la terapia con láser)
- Cirugía (resección transuretral de próstata o RTUP) en casos severos
Prevención:
- No existe una forma garantizada de prevenir la HPB, pero mantener un peso saludable, controlar enfermedades metabólicas y realizar chequeos médicos regulares puede ayudar a su detección temprana y manejo oportuno.
Hipertensión
La hipertensión arterial es una condición en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias se mantiene elevada de manera sostenida. Es un factor de riesgo importante para enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y problemas renales.
Causas:
- Predisposición genética
- Dieta alta en sal
- Sobrepeso y obesidad
- Falta de actividad física
- Consumo excesivo de alcohol
- Estrés crónico
- Enfermedades renales o endocrinas
Signos y síntomas:
- Generalmente asintomática (por eso se le conoce como el "asesino silencioso")
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Visión borrosa
- Palpitaciones
- Sangrado nasal en casos severos
Tratamiento:
- Cambios en el estilo de vida (alimentación saludable, reducción del consumo de sal, ejercicio regular)
- Medicamentos antihipertensivos (diuréticos, inhibidores de la ECA, bloqueadores de los canales de calcio, entre otros)
- Monitoreo regular de la presión arterial
Prevención:
- Mantener un peso saludable
- Seguir una dieta balanceada (DASH, baja en sodio)
- Realizar actividad física regular
- Limitar el consumo de alcohol
- No fumar
- Manejar el estrés de manera efectiva
Hipoglicemia
La hipoglucemia es una condición en la que el nivel de glucosa (azúcar) en sangre cae por debajo de lo normal. Es común en personas con diabetes, especialmente si usan insulina o ciertos medicamentos orales, pero también puede ocurrir en otras situaciones.
Causas:
- Exceso de insulina o medicamentos para la diabetes
- Saltarse comidas o comer muy poco
- Ejercicio intenso sin ajuste de alimentos o medicación
- Consumo excesivo de alcohol sin comer
- Algunos trastornos hormonales o hepáticos
Signos y síntomas:
- Sudoración excesiva
- Temblor
- Palpitaciones
- Mareo o debilidad
- Hambre intensa
- Confusión o dificultad para concentrarse
- Irritabilidad o cambios de humor
- En casos graves: convulsiones, pérdida del conocimiento
Tratamiento:
- Ingesta rápida de carbohidratos de absorción rápida (jugos, tabletas de glucosa, azúcar)
- Revisión de la dosis de medicamentos con el médico
- En casos severos, administración de glucagón o atención médica urgente
Prevención:
- Comer a intervalos regulares
- Ajustar la dosis de insulina o medicamentos según actividad física y alimentos
- Monitorear frecuentemente la glucosa en sangre
- Llevar siempre una fuente de azúcar de emergencia
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, lo que ralentiza muchas funciones del cuerpo. Es más común en mujeres y su incidencia aumenta con la edad.
Causas:
- Tiroiditis de Hashimoto (causa autoinmune más frecuente)
- Tratamientos para el hipertiroidismo (cirugía o radioterapia)
- Deficiencia severa de yodo
- Ciertos medicamentos
- Problemas congénitos (desde el nacimiento)
Signos y síntomas:
- Fatiga y somnolencia
- Aumento de peso inexplicable
- Intolerancia al frío
- Piel seca
- Estreñimiento
- Depresión o cambios de ánimo
- Ritmo cardíaco lento
- Caída del cabello y uñas quebradizas
- En casos severos: mixedema (hinchazón severa y potencialmente mortal)
Tratamiento:
- Terapia de reemplazo hormonal con levotiroxina
- Monitoreo regular de niveles de hormona tiroidea en sangre
- Ajuste de dosis según necesidades individuales
Prevención:
- No siempre es prevenible, especialmente en casos autoinmunes
- Adecuada ingesta de yodo en la dieta
- Seguimiento médico regular si existen factores de riesgo familiares o antecedentes personales de enfermedad tiroidea
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides produce una cantidad excesiva de hormonas tiroideas, acelerando el metabolismo del cuerpo de forma anormal.
Causas:
- Enfermedad de Graves (causa autoinmune más frecuente)
- Nódulos tiroideos hiperactivos (bocio multinodular tóxico o adenoma tóxico)
- Tiroiditis (inflamación de la tiroides)
- Consumo excesivo de yodo
- Uso excesivo de medicamentos tiroideos
Signos y síntomas:
- Pérdida de peso inexplicable a pesar de tener buen apetito
- Latidos cardíacos rápidos o irregulares (taquicardia)
- Nerviosismo, ansiedad e irritabilidad
- Temblores en las manos
- Sudoración excesiva
- Intolerancia al calor
- Fatiga y debilidad muscular
- Bocio (aumento de tamaño de la tiroides)
- Alteraciones en el ciclo menstrual
Tratamiento:
- Medicamentos antitiroideos (como el metimazol o propiltiouracilo)
- Terapia con yodo radiactivo para destruir parte de la glándula
- Cirugía (tiroidectomía) en casos seleccionados
- Betabloqueadores para controlar síntomas cardiovasculares
Prevención:
- No existe una forma de prevenir los principales tipos de hipertiroidismo
- Diagnóstico y tratamiento tempranos son esenciales para prevenir complicaciones
Hipoacusia
La hipoacusia es la disminución parcial o total de la capacidad auditiva. Puede afectar uno o ambos oídos y variar en severidad, desde leve hasta profunda.
Causas:
- Exposición prolongada a ruidos fuertes
- Envejecimiento (presbiacusia)
- Infecciones de oído recurrentes
- Enfermedades genéticas o hereditarias
- Uso de ciertos medicamentos ototóxicos
- Traumatismos en la cabeza
- Malformaciones congénitas
- Obstrucción del canal auditivo (por cerumen, cuerpos extraños)
Signos y síntomas:
- Dificultad para entender conversaciones, especialmente en ambientes ruidosos
- Necesidad de subir el volumen de la televisión o radio
- Sensación de que los sonidos están amortiguados
- Pedir frecuentemente que se repitan las palabras
- Aislamiento social o frustración en interacciones comunicativas
Tratamiento:
- Audífonos o dispositivos de amplificación sonora
- Implantes cocleares en casos de hipoacusia severa o profunda
- Cirugía para corregir causas tratables (como otosclerosis)
- Tratamiento médico de infecciones u otras enfermedades subyacentes
Prevención:
- Evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes y usar protección auditiva
- Realizar revisiones auditivas periódicas, especialmente en personas mayores o en riesgo
- Tratar de forma adecuada infecciones de oído
- Uso responsable de medicamentos ototóxicos bajo supervisión médica
Hombro congelado
El hombro congelado, también llamado capsulitis adhesiva, es una afección caracterizada por rigidez, dolor y pérdida progresiva de movimiento en la articulación del hombro. Se desarrolla gradualmente y puede durar meses o incluso años.
Causas:
- Inmovilización prolongada del hombro (por lesiones, cirugías u otros problemas)
- Diabetes mellitus (mayor riesgo)
- Enfermedades tiroideas (hipotiroidismo o hipertiroidismo)
- Trastornos cardíacos
- Accidentes cerebrovasculares
Signos y síntomas:
- Dolor constante o punzante en el hombro
- Limitación progresiva de la movilidad
- Dificultad para realizar actividades cotidianas (peinarse, vestirse)
- Rigidez, especialmente en movimientos por encima de la cabeza o detrás de la espalda
Tratamiento:
- Fisioterapia para mantener y mejorar el rango de movimiento
- Medicamentos antiinflamatorios para el dolor
- Inyecciones de corticosteroides en el hombro
- Manipulación bajo anestesia o cirugía en casos graves que no mejoran con tratamiento conservador
Prevención:
- Movilización temprana tras lesiones o cirugías del hombro
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento regulares
- Control adecuado de enfermedades de riesgo como diabetes
I
Ictus
El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Puede ser isquémico (por obstrucción) o hemorrágico (por ruptura de un vaso sanguíneo).
Causas:
- Formación de coágulos (trombosis o embolias)
- Ruptura de un vaso sanguíneo cerebral (hemorragia cerebral)
- Hipertensión arterial no controlada
- Enfermedades cardíacas
- Malformaciones vasculares cerebrales
- Traumatismos craneales severos
Signos y síntomas:
- Debilidad o parálisis súbita en la cara, brazo o pierna, especialmente de un lado del cuerpo
- Dificultad para hablar o entender el lenguaje
- Pérdida de visión en uno o ambos ojos
- Mareo, pérdida de equilibrio o coordinación
- Dolor de cabeza intenso y repentino (en casos de hemorragia)
Tratamiento:
- Atención médica inmediata (el tratamiento temprano es clave)
- Medicamentos trombolíticos (en ictus isquémico, si se administra a tiempo)
- Cirugía para reparar vasos sanguíneos rotos o remover coágulos
- Rehabilitación (fisioterapia, terapia ocupacional y del habla)
Prevención:
- Control de factores de riesgo: hipertensión, diabetes, colesterol elevado
- No fumar
- Mantener un peso saludable y realizar actividad física regular
- Dieta equilibrada baja en sal y grasas
- Tratamiento adecuado de enfermedades cardíacas
Impétigo
El impétigo es una infección bacteriana superficial de la piel, altamente contagiosa, que afecta principalmente a niños, pero puede presentarse a cualquier edad.
Causas:
- Infección por bacterias como Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes
- Lesiones menores en la piel (cortes, picaduras, rasguños) que permiten la entrada de bacterias
- Climas cálidos y húmedos (favorecen su propagación)
Signos y síntomas:
- Aparición de llagas rojas, especialmente alrededor de la nariz y la boca
- Las llagas se rompen rápidamente, liberando líquido y formando una costra de color miel
- Picazón y molestia en la zona afectada
- A veces, inflamación de los ganglios cercanos
Tratamiento:
- Antibióticos tópicos (como mupirocina) o antibióticos orales en casos más extensos
- Limpieza cuidadosa de las lesiones con agua y jabón
- Evitar rascarse para prevenir la propagación
Prevención:
- Lavado frecuente de manos
- Mantener las uñas cortas y limpias
- Evitar compartir objetos personales como toallas o ropa
- Cubrir las heridas o lesiones de la piel
Incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Puede variar desde escapes leves hasta pérdidas frecuentes y abundantes, afectando significativamente la calidad de vida.
Causas:
- Debilidad de los músculos del suelo pélvico
- Embarazo, parto y menopausia (en mujeres)
- Enfermedades neurológicas (como esclerosis múltiple o accidente cerebrovascular)
- Enfermedades de próstata (en hombres)
- Infecciones urinarias
- Efectos secundarios de ciertos medicamentos
Signos y síntomas:
- Escape de orina al toser, estornudar o hacer esfuerzo (incontinencia de esfuerzo)
- Urgencia repentina de orinar, seguida de pérdida de orina (incontinencia de urgencia)
- Goteo constante de orina (incontinencia por rebosamiento)
- Dificultad para llegar al baño a tiempo
Tratamiento:
- Ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico (ejercicios de Kegel)
- Modificación de hábitos (como restricción de líquidos antes de dormir)
- Medicamentos que ayudan a controlar la vejiga
- Dispositivos médicos o cirugía en casos severos
- Terapias conductuales, como el entrenamiento vesical
Prevención:
- Mantener un peso saludable
- Ejercitar regularmente el suelo pélvico
- Controlar enfermedades crónicas como la diabetes
- Evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol
Infarto del miocardio
El infarto agudo de miocardio, conocido comúnmente como ataque al corazón, ocurre cuando se bloquea el flujo sanguíneo que lleva oxígeno al músculo cardíaco, causando daño o muerte del tejido.
Causas:
- Aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias coronarias)
- Coágulo de sangre que bloquea una arteria coronaria
- Espasmo de una arteria coronaria
- Consumo de drogas ilícitas como la cocaína
Signos y síntomas:
- Dolor o presión intensa en el pecho (puede irradiarse a brazo, hombro, mandíbula o espalda)
- Dificultad para respirar
- Náuseas o vómitos
- Sudoración fría
- Mareo o desmayo
- Ansiedad o sensación de muerte inminente
Tratamiento:
- Administración inmediata de medicamentos (aspirina, anticoagulantes, trombolíticos)
- Procedimientos de apertura de arterias (angioplastía con colocación de stent)
- Cirugía de bypass coronario en casos necesarios
- Rehabilitación cardíaca y cambios en el estilo de vida
Prevención:
- Controlar los factores de riesgo: hipertensión, diabetes, colesterol alto
- Mantener una dieta saludable y realizar ejercicio regular
- No fumar
- Mantener un peso adecuado
- Controlar el estrés
Insuficiencia cardiaca
La insuficiencia cardíaca es una condición en la cual el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Puede afectar un lado del corazón o ambos y puede desarrollarse de forma aguda o crónica.
Causas:
- Enfermedad arterial coronaria
- Infarto previo de miocardio
- Hipertensión arterial no controlada
- Enfermedades valvulares cardíacas
- Miocardiopatías (enfermedades del músculo cardíaco)
- Arritmias
Signos y síntomas:
- Dificultad para respirar, especialmente al estar acostado
- Fatiga y debilidad
- Hinchazón en piernas, tobillos y pies (edema)
- Latidos cardíacos rápidos o irregulares
- Tos persistente o sibilancias
- Aumento rápido de peso debido a retención de líquidos
- Abdomen hinchado o pérdida de apetito
Tratamiento:
- Medicamentos (diuréticos, inhibidores de la ECA, betabloqueadores, antagonistas de aldosterona)
- Cambios en el estilo de vida (restricción de sal, control del peso)
- Dispositivos implantables (desfibriladores, marcapasos especiales)
- Cirugía en casos seleccionados (reparación de válvulas, trasplante cardíaco)
Prevención:
- Control de factores de riesgo: hipertensión, diabetes, colesterol alto
- Estilo de vida saludable (dieta balanceada, ejercicio, no fumar)
- Tratamiento temprano de enfermedades cardíacas
- Cumplimiento del tratamiento médico prescrito
Insuficiencia renal
La insuficiencia renal ocurre cuando los riñones pierden su capacidad para filtrar los desechos y el exceso de líquidos de la sangre de manera adecuada. Puede ser aguda (de inicio repentino) o crónica (progresiva y de largo plazo).
Causas:
- Diabetes mellitus
- Hipertensión arterial
- Enfermedades glomerulares
- Obstrucciones del tracto urinario (cálculos, tumores, hiperplasia prostática)
- Infecciones graves
- Consumo prolongado de ciertos medicamentos (como antiinflamatorios no esteroides)
- Enfermedades autoinmunes (como lupus)
Signos y síntomas:
- Disminución de la cantidad de orina
- Retención de líquidos (hinchazón en piernas, tobillos, pies)
- Fatiga y debilidad
- Náuseas y vómitos
- Confusión o dificultad para concentrarse
- Dolor en el pecho si se acumula líquido alrededor del corazón
- Presión arterial elevada
Tratamiento:
- Manejo de la causa subyacente
- Control de líquidos, electrolitos y presión arterial
- Diálisis (en casos avanzados)
- Trasplante renal
Prevención:
- Control adecuado de la diabetes y la hipertensión
- Evitar el uso excesivo de medicamentos que afectan los riñones
- Mantener una hidratación adecuada
- Realizar controles médicos regulares, especialmente si existen factores de riesgo
Intoxicación alimentaria
La intoxicación alimentaria es una enfermedad causada por la ingestión de alimentos o bebidas contaminados con microorganismos patógenos, toxinas o sustancias químicas.
Causas:
- Bacterias (Salmonella, Escherichia coli, Listeria, entre otras)
- Virus (como el norovirus o rotavirus)
- Parásitos
- Toxinas naturales (como en ciertos mariscos o hongos)
- Contaminación química (pesticidas, metales pesados)
Signos y síntomas:
- Náuseas y vómitos
- Diarrea (a veces con sangre)
- Dolor y calambres abdominales
- Fiebre
- Deshidratación
- Malestar general
Tratamiento:
- Hidratación abundante (agua, sueros de rehidratación oral)
- Reposo
- Antibióticos en casos severos o específicos (bajo indicación médica)
- Hospitalización en casos graves o en personas vulnerables (niños, ancianos, personas inmunodeprimidas)
Prevención:
- Lavado adecuado de manos antes de manipular alimentos
- Cocción completa de carnes y mariscos
- Evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos
- Refrigeración adecuada de alimentos perecederos
- Consumo de agua potable segura
L
Laberintis
La laberintitis es una inflamación del laberinto, una estructura del oído interno que participa en el equilibrio y la audición. Puede ser causada por infecciones virales o bacterianas.
Causas:
- Infecciones virales (como gripe o resfriados)
- Infecciones bacterianas del oído medio que se extienden al oído interno
- Traumatismos craneales
- Reacción a medicamentos
- Enfermedades autoinmunes
Signos y síntomas:
- Vértigo intenso (sensación de que todo gira)
- Pérdida de equilibrio o mareo
- Náuseas y vómitos
- Zumbido en los oídos (tinnitus)
- Pérdida parcial de la audición en el oído afectado
Tratamiento:
- Medicamentos para controlar los síntomas (antivertiginosos, antieméticos)
- Antibióticos si la causa es bacteriana
- Reposo en cama durante las fases agudas
- Terapia de rehabilitación vestibular en casos persistentes
Prevención:
- Tratar adecuadamente infecciones respiratorias y del oído
- Evitar traumatismos en la cabeza
- Vacunación contra enfermedades respiratorias prevenibles
Laringitis
La laringitis es la inflamación de la laringe (caja de la voz), que produce ronquera o pérdida de la voz. Puede ser aguda (de corta duración) o crónica (persistente por más de tres semanas).
Causas:
- Infecciones virales (la más común)
- Uso excesivo de la voz (gritar, cantar por largos períodos)
- Irritantes como humo del cigarro, alcohol o gases químicos
- Reflujo gastroesofágico
- Alergias
- Infecciones bacterianas (menos frecuente)
Signos y síntomas:
- Ronquera o pérdida total de la voz
- Dolor o molestia en la garganta
- Tos seca
- Sensación de picazón o irritación en la garganta
- Dificultad para hablar
Tratamiento:
- Reposo vocal (evitar hablar o susurrar en exceso)
- Hidratación abundante
- Uso de humidificadores en ambientes secos
- Analgésicos y antiinflamatorios si hay dolor
- Antibióticos solo si se confirma una infección bacteriana
Prevención:
- Evitar forzar la voz
- No fumar y evitar la exposición al humo
- Tratar el reflujo gástrico si está presente
- Mantenerse bien hidratado
- Lavado frecuente de manos para prevenir infecciones virales
Leucemia
La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre y de la médula ósea, caracterizado por la producción anormal y excesiva de glóbulos blancos inmaduros. Existen varios tipos, como la leucemia linfocítica y mieloide, tanto agudas como crónicas.
Causas:
- Factores genéticos (síndromes hereditarios)
- Exposición a radiación o productos químicos (como benceno)
- Tratamientos previos con quimioterapia o radioterapia
- Tabaquismo
- Trastornos del sistema inmunológico
Signos y síntomas:
- Fatiga persistente
- Palidez
- Sangrados o hematomas fáciles
- Infecciones frecuentes
- Fiebre sin causa aparente
- Dolor en huesos o articulaciones
- Pérdida de peso y apetito
- Ganglios linfáticos, hígado o bazo agrandados
Tratamiento:
- Quimioterapia (principal tratamiento)
- Radioterapia en algunos casos
- Trasplante de médula ósea o células madre
- Terapias dirigidas o inmunoterapia
- Tratamiento de soporte (transfusiones, antibióticos)
Prevención:
- No existe una forma garantizada de prevenir la leucemia
- Evitar exposición a factores de riesgo conocidos
- Controles médicos regulares en personas con antecedentes familiares
Linfoma
El linfoma es un tipo de cáncer que se origina en los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que forma parte del sistema inmunológico. Se clasifica principalmente en dos tipos: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin.
Causas:
- Factores genéticos
- Infecciones virales (como el virus de Epstein-Barr o VIH)
- Trastornos inmunitarios (como enfermedades autoinmunes)
- Exposición a sustancias químicas (pesticidas, herbicidas)
Signos y síntomas:
- Inflamación indolora de ganglios linfáticos, especialmente en el cuello, axilas o ingles
- Fiebre persistente sin causa aparente
- Sudores nocturnos
- Pérdida de peso inexplicable
- Fatiga
- Picazón persistente en la piel
- Tos o dificultad para respirar (si hay ganglios agrandados en el tórax)
Tratamiento:
- Quimioterapia
- Radioterapia
- Inmunoterapia
- Terapias dirigidas (en algunos tipos de linfoma)
- Trasplante de células madre en casos seleccionados
Prevención:
- No existe una forma segura de prevenir el linfoma
- Reducir la exposición a factores de riesgo conocidos
- Mantener un sistema inmunológico saludable
Litiasis renal
La litiasis renal, también conocida como cálculos renales o piedras en los riñones, es la formación de depósitos duros de minerales y sales dentro de los riñones.
Causas:
- Concentraciones elevadas de minerales como calcio, oxalato y ácido úrico en la orina
- Bajo consumo de agua
- Dieta rica en proteínas, sodio o azúcares
- Antecedentes familiares de cálculos renales
- Obesidad
- Enfermedades digestivas o quirúrgicas que afectan la absorción de calcio y agua
Signos y síntomas:
- Dolor intenso en la parte lateral y baja de la espalda o en el abdomen (cólico renal)
- Dolor al orinar
- Sangre en la orina (hematuria)
- Orina turbia o con mal olor
- Náuseas y vómitos
- Necesidad frecuente de orinar o sensación urgente de hacerlo
- Fiebre y escalofríos si hay infección asociada
Tratamiento:
- Aumento de la ingesta de líquidos para ayudar a expulsar el cálculo
- Medicamentos para el dolor y para facilitar la eliminación
- Litotricia extracorpórea (romper los cálculos con ondas de choque)
- Cirugía (en cálculos grandes o complicados)
- Procedimientos endoscópicos para remover los cálculos
Prevención:
- Beber suficiente agua diariamente
- Reducir el consumo de sal y proteínas animales
- Seguir una dieta balanceada según el tipo de cálculo
- Mantener un peso saludable
- Monitoreo médico en personas con antecedentes de litiasis renal
Lumbalgia
La lumbalgia es el dolor localizado en la región baja de la espalda (zona lumbar). Es una de las causas más frecuentes de consulta médica y puede deberse a múltiples factores, desde tensión muscular hasta problemas en la columna vertebral.
Causas:
- Esfuerzos físicos excesivos o movimientos bruscos
- Mala postura prolongada
- Hernias discales
- Degeneración de discos intervertebrales
- Lesiones musculares o ligamentarias
- Artrosis lumbar
- Embarazo
- Estrés (puede aumentar la tensión muscular)
Signos y síntomas:
- Dolor en la parte baja de la espalda, que puede irradiarse a glúteos o piernas
- Rigidez o limitación del movimiento
- Empeora con la actividad física y mejora con el reposo (en casos mecánicos)
- En casos severos, puede haber debilidad o adormecimiento en las piernas
Tratamiento:
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Aplicación de calor o frío
- Fisioterapia y ejercicios específicos
- Corrección de la postura y fortalecimiento muscular
- En casos crónicos o severos: tratamientos intervencionistas o cirugía
Prevención:
- Mantener una postura adecuada al sentarse y levantar objetos
- Realizar ejercicio regularmente, especialmente fortalecimiento del core
- Evitar el sobrepeso
- Dormir en un colchón firme y en una posición adecuada
Luus erimatoso sistémico
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune crónica en la que el sistema inmunológico ataca tejidos y órganos sanos. Puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón, los pulmones y otros sistemas del cuerpo.
Causas:
- Desconocidas en su totalidad (combinación de factores genéticos, hormonales y ambientales)
- Infecciones, exposición solar intensa y ciertos medicamentos pueden desencadenarlo en personas predispuestas
Signos y síntomas:
- Fatiga extrema
- Dolor o inflamación articular
- Erupciones cutáneas, especialmente en forma de mariposa sobre las mejillas y la nariz
- Fiebre sin causa aparente
- Pérdida de cabello
- Fotosensibilidad (sensibilidad a la luz solar)
- Problemas renales (nefritis lúpica)
- Alteraciones neurológicas (convulsiones, psicosis)
Tratamiento:
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para dolor y fiebre
- Corticoides para controlar la inflamación
- Medicamentos inmunosupresores o moduladores del sistema inmune (como hidroxicloroquina)
- Manejo especializado según los órganos afectados
Prevención:
- No existe una forma de prevenir el LES
- Evitar desencadenantes conocidos (como la exposición al sol)
- Seguimiento médico continuo para detectar y tratar brotes tempranamente
M
Mialgia
La mialgia es dolor en uno o más músculos. En ocasiones también puede comprometer tendones y fascia. Su intensidad y duración varían desde molestias leves y transitorias hasta cuadros más limitantes que afectan la actividad diaria.
Causas:
- Sobrecarga o uso excesivo (ejercicio intenso, esfuerzo no habitual, mala ergonomía).
- Lesiones deportivas o microtraumatismos repetitivos.
- Trastornos sistémicos: fibromialgia, lupus u otras enfermedades reumatológicas.
- Infecciones (p. ej., influenza, malaria y otras virosis/bacteriosis).
- Fármacos: algunos antihipertensivos u otros medicamentos pueden ocasionarla.
- Alteraciones electrolíticas (potasio o calcio).
- Polimialgia reumática (en personas mayores, con rigidez y dolor de cinturas).
La causa determina el manejo: no todas las mialgias se tratan igual.
Signos y síntomas
- Dolor muscular localizado o difuso, que aumenta con la actividad o al palpar.
- Rigidez o sensación de “tirantez”.
- Sensibilidad en puntos específicos.
- Ocasional debilidad por inhibición del dolor (distinguir de pérdida real de fuerza)
Tratamiento
- Medidas locales: reposo relativo, frío (fase aguda) o calor suave (contracturas), estiramientos progresivos.
- Analgesia según indicación profesional (evitar la automedicación prolongada).
- Fisioterapia y ejercicio terapéutico graduales para recuperar movilidad/función.
- Corrección de desencadenantes: ergonomía, técnica deportiva, hidratación y balance electrolítico.
- Manejo de la causa de base (p. ej., ajuste de medicamentos, tratamiento de infecciones o enfermedades reumatológicas).
Prevención
- Pausas activas y estiramientos si trabajas sentado o con tareas repetitivas.
- Progresión del entrenamiento (regla 10–15% semanal) y buena técnica.
- Hidratación, sueño adecuado y alimentación equilibrada.
- Ergonomía en estudio/trabajo: altura de silla/monitor, apoyo lumbar, cambios de postura.
- Evitar automedicación sin orientación profesional, especialmente si hay comorbilidades.
Micosis
Las micosis son infecciones por hongos que afectan con mayor frecuencia la piel, uñas, cuero cabelludo y barba, y a veces mucosas. Suelen proliferar en zonas cálidas y húmedas del cuerpo.
Causas
- Exposición a hongos dermatofitos (tiñas) o levaduras (p. ej., Candida, Malassezia).
- Humedad prolongada en la piel (sudor, ropa húmeda, calzado cerrado).
- Microlesiones de piel/uñas y higiene deficiente.
- Contacto con superficies u objetos contaminados (duchas/piscinas, toallas, peines, calzado).
- Mascotas, en especial gatos, que pueden ser portadores.
- Factores predisponentes: diabetes, inmunosupresión, uso de antibióticos o corticoides, obesidad, pliegues cutáneos marcados.
Signos y síntomas
- Placas en forma de anillo con borde rojo, elevado y descamativo y centro más claro (tinea corporis); picazón frecuente.
- Entre los dedos de los pies: maceración, grietas y mal olor (tinea pedis).
- Uñas: engrosamiento, decoloración, fragilidad (onicomicosis).
- Cuero cabelludo/barba: descamación, áreas de caída de cabello.
- Zona inguinal/genital: enrojecimiento, prurito y descamación (tinea cruris/candidiasis).
Tratamiento
- Medidas locales: mantener la piel limpia y seca; usar ropa transpirable; cambiar calcetines/ropa interior a diario.
- Antimicóticos tópicos (según indicación profesional): azoles (p. ej., clotrimazol, ketoconazol) o alilaminas (p. ej., terbinafina) durante 2–4 semanas o hasta 1–2 semanas tras la resolución.
- Champús medicados (cuero cabelludo/pitiriasis versicolor): ketoconazol o sulfuro de selenio.
- Tratamiento sistémico (tabletas) si hay uñas, cuero cabelludo, extensión amplia o recaídas (p. ej., terbinafina/itraconazol; solo con receta).
- Evitar corticoides tópicos en monoterapia, porque enmascaran la infección (“tiña incógnita”) y la empeoran.
Prevención
- Secar bien pliegues, pies y espacios interdigitales tras el baño/ejercicio.
- Usar sandalias en duchas y piscinas públicas; no compartir toallas, peines o calzado.
- Ropa y calzado: preferir telas transpirables; alternar zapatos; calcetines que absorban humedad.
- Higiene de superficies y lavado de ropa a temperatura adecuada.
- Atender mascotas con lesiones cutáneas (evaluación veterinaria).
- Controlar factores predisponentes (p. ej., glucosa en diabetes; evitar humedad prolongada).
Migraña
La migraña es un tipo de dolor de cabeza recurrente, generalmente pulsátil y de intensidad moderada a severa, que puede durar de 4 a 72 horas. Suele empeorar con la actividad física y acompañarse de náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz (fotofobia) y al sonido (fonofobia). Existen dos formas principales: migraña sin aura y migraña con aura (síntomas neurológicos transitorios que preceden o acompañan el dolor).
Causas
La causa es multifactorial (predisposición genética y factores desencadenantes). Entre los desencadenantes más frecuentes se encuentran:
- Abstinencia o exceso de cafeína
- Cambios hormonales
- Alteraciones del sueño (poco, irregular o en exceso)
- Ejercicio extenuante o estrés físico
- Estrés y ansiedad
- Exposición a ruidos fuertes o luces brillantes; pantallas sin descanso
- Olores intensos o perfumes
- Fumar o exposición a humo
- Alimentos como chocolate, lácteos, vino tinto, pescado ahumado, frutas (aguacate, banano, cítricos), carnes con nitratos (tocino, salchichas, salami), cebolla, maní, nueces y semillas
Signos y síntomas
- Dolor de cabeza pulsátil, a veces unilateral, que empeora con la actividad
- Náuseas y/o vómitos
- Fotofobia y fonofobia; en ocasiones hiperosmia (molestia a olores)
- Aura (en algunos casos): punto ciego o manchas, visión borrosa, destellos o líneas en zigzag, visión en túnel; menos frecuente, hormigueo facial o dificultad para hablar
- Fases asociadas: pródromos (bostezos, antojos, cambios de ánimo) y posdromos (cansancio, dificultad para concentrarse)
Tratamiento
- Durante la crisis: reposo en ambiente tranquilo y oscuro, hidratación, compresas frías; tratar de forma precoz.
- Medicación según indicación profesional: analgésicos/AINEs, fármacos específicos para migraña (por ejemplo, triptanes) y antieméticos si hay náuseas o vómitos.
- Evitar el uso excesivo de analgésicos para prevenir cefalea por abuso de medicación.
- En migrañas frecuentes o incapacitantes, valorar tratamiento preventivo individualizado (fármacos preventivos y medidas no farmacológicas como técnicas de manejo del estrés).
Prevención
- Identificar y evitar desencadenantes (llevar un diario de migraña).
- Higiene del sueño: horarios regulares, descanso suficiente.
- Alimentación ordenada y adecuada hidratación; limitar cafeína sin suspenderla bruscamente.
- Pausas visuales y ajuste de brillo en pantallas; uso de gafas con filtro si es necesario.
- Actividad física regular y técnicas de relajación o manejo del estrés.
- Evitar tabaco y exposición a humo.
- En caso de migraña relacionada con el ciclo menstrual, planificar con el profesional de salud estrategias preventivas específicas.
Mordedura de animal
Lesión de la piel y tejidos causada por la boca y dientes de un animal (con mayor frecuencia perros y gatos; también animales silvestres). Puede provocar desgarros, punciones o aplastamiento de tejidos y conlleva riesgo de infección, tétanos y, en ciertos escenarios, rabia.
Causas
- Contacto o manipulación de animales desconocidos o no supervisados.
- Conductas de riesgo (provocar al animal, interponerse entre mascota y comida/crías).
- Mascotas sin vacunación o sin control veterinario; animales silvestres.
- Ocupaciones o actividades al aire libre con exposición a fauna.
- Falta de supervisión de niños con animales.
Signos y síntomas
- Dolor, herida punzante o lacerada, sangrado, hinchazón y enrojecimiento.
- Posible daño a nervios/tendones (entumecimiento, debilidad o dificultad para mover el área).
- Signos de infección horas o días después: dolor creciente, calor local, pus, fiebre, mal olor, enrojecimiento que se expande o “rayas” rojas hacia arriba del miembro.
- En mordeduras de gato (punción profunda) y en manos/cara el riesgo de infección es mayor.
Tratamiento
- Primeros auxilios inmediatos:
- Lavar la herida con agua corriente y jabón durante 5–10 minutos; retirar cuerpos extraños visibles.
- Permitir sangrado leve inicial y luego comprimir suavemente para detenerlo.
- Secar y cubrir con gasa limpia; elevar el miembro si es posible.
- Evitar aplicar alcohol o yodo dentro de la herida (irritan el tejido).
- Atención profesional cuando: la herida es profunda o en la cara/manos/genitales, hay sangrado importante, mordedura de gato o animal silvestre, no se conoce el estado de vacunación del animal, hay diabetes/inmunosupresión o aparecen signos de infección.
- En el centro de salud: valoración de necesidad de sutura, antibióticos preventivos en heridas de alto riesgo, refuerzo de tétanos según esquema, y profilaxis antirrábica si corresponde.
Prevención
- No acariciar ni manipular animales desconocidos; supervisar a niños con mascotas.
- Vacunar y desparasitar a las mascotas; mantenerlas bajo control y, de ser posible, esterilizarlas.
- No interferir mientras el animal come o cuida crías; evitar juegos bruscos.
- Usar botas y pantalones largos en zonas con fauna silvestre; mantener basureros cerrados.
- Ante cualquier mordedura: lavar de inmediato y buscar orientación médica.
N
Neuralgia del trigémino
Trastorno del nervio trigémino que provoca episodios de dolor facial súbito, intenso y de tipo “corrientazo”, generalmente en un solo lado del rostro. Las crisis duran segundos hasta 2 minutos y pueden repetirse en racimos a lo largo del día.
Causas
- Compresión del nervio por un vaso sanguíneo (neurovascular), causa más frecuente.
- Esclerosis múltiple u otras enfermedades desmielinizantes.
- Tumores o masas en el trayecto del nervio.
- Lesión previa del nervio (trauma, cirugía dental o de senos paranasales).
- Idiopática (sin causa identificable).
Signos y síntomas
- Dolor eléctrico, punzante, unilateral, en zonas inervadas por el trigémino (mejilla, mandíbula, labios; menos frecuente frente/ojos).
- Se desencadena con estímulos leves: tocarse la cara, afeitarse, lavarse los dientes, masticar, hablar, aire frío o viento.
- Zonas “gatillo” en la piel o mucosa que al estimularse precipitan el dolor.
- Entre crisis la exploración suele ser normal; si hay entumecimiento persistente, debilidad o dolor continuo, se debe valorar causa secundaria.
Tratamiento
- Medicamentos de primera línea indicados por el profesional de salud: anticonvulsivantes (por ejemplo, carbamazepina u oxcarbazepina).
- Otras opciones según respuesta/tolerancia: gabapentina, baclofeno, lamotrigina u otros.
- Procedimientos para casos refractarios o con causa estructural: descompresión microvascular, rizotomías percutáneas o radiocirugía estereotáxica, según valoración especializada.
- Manejo de factores desencadenantes y educación sobre el uso correcto de la medicación y sus posibles efectos.
Prevención
- Identificar y evitar desencadenantes personales: aire frío directo en la cara, masticar alimentos muy duros, cepillado brusco.
- Protección frente al viento y al frío (bufanda, mascarilla en clima ventoso).
- Higiene bucal cuidadosa y visitas dentales regulares para reducir estímulos locales.
- Adherencia al tratamiento y controles periódicos para ajustar dosis y vigilar efectos adversos.
- Consultar de inmediato si aparecen síntomas atípicos (debilidad facial, entumecimiento persistente, dolor continuo) o si las crisis cambian de patrón.
Neuropatía periférica
La neuropatía periférica es el daño o mal funcionamiento de uno o varios nervios fuera del cerebro y la médula espinal. Puede afectar nervios sensitivos, motores y/o autonómicos, por lo que los síntomas van desde dolor y alteraciones de la sensibilidad hasta debilidad muscular y cambios en funciones involuntarias (presión arterial, sudoración, vejiga, función sexual).
Causas
- Diabetes.
- Trastornos autoinmunitarios (artritis reumatoide, lupus).
- Enfermedad renal crónica.
- Infecciones (VIH, herpes, hepatitis).
- Enfermedad hepática.
- Déficit de vitaminas del complejo B (en especial B12; también B1, B6).
- Intoxicación por metales pesados (plomo) u otras toxinas.
- Flujo sanguíneo deficiente a las piernas.
- Hipotiroidismo.
- Trastornos de la médula espinal o tumores.
- Ciertos trastornos hereditarios de los nervios.
- Traumatismos o presión prolongada sobre un nervio (compresiones).
- Consumo excesivo de alcohol.
- Algunos medicamentos (según indicación y contexto clínico).
Signos y síntomas
- Dolor (quemazón, punzadas, descargas) y/o hormigueo, con mayor frecuencia en manos y pies.
- Entumecimiento o pérdida de sensibilidad; hipersensibilidad al tacto.
- Debilidad muscular, torpeza o problemas para coordinar movimientos; caídas.
- Alteraciones autonómicas: problemas para regular la temperatura o la sudoración, mareos al ponerse de pie.
- Problemas vesicales (urgencia, vaciado incompleto) y sexuales (disfunción eréctil, sequedad vaginal).
- En casos avanzados, úlceras o lesiones sin dolor en los pies por pérdida de sensibilidad.
Tratamiento
- Tratar la causa de base: control estricto de la glucosa en diabetes; corrección de déficits vitamínicos; manejo de hipotiroidismo; tratar infecciones; suspender toxinas/ alcohol; revisar fármacos asociados.
- Control del dolor neuropático según valoración profesional: opciones como gabapentinoides, antidepresivos duales o tricíclicos; tópicos (lidocaína/capsaicina) en casos seleccionados.
- Rehabilitación: fisioterapia, ejercicios de equilibrio y fortalecimiento; órtesis si hay debilidad focal.
- Cuidado de pies: inspección diaria, calzado adecuado, manejo de callosidades/úlceras.
- Manejo de síntomas autonómicos: hidratación, medias de compresión para hipotensión ortostática, entrenamiento vesical; tratamiento específico de disfunción sexual según el caso.
- Educación para la seguridad: evitar fuentes de calor directas si hay pérdida de sensibilidad, adaptar el hogar para prevenir caídas.
Prevención
- Control de factores de riesgo: buen manejo de la diabetes, presión y lípidos; abandono de tabaco y reducción de alcohol.
- Nutrición adecuada con aporte de vitaminas B; evitar dietas restrictivas sin supervisión.
- Protección laboral y del hogar frente a toxinas/metales; ergonomía y pausas si hay movimientos repetitivos.
- Revisión periódica de medicamentos con el profesional de salud.
- Cuidado preventivo de los pies (lavado, secado, crema hidratante evitando entre dedos, corte adecuado de uñas) y calzado cómodo que proteja de rozaduras.
O
Obesidad
La obesidad es una condición caracterizada por exceso de grasa corporal que compromete la salud. Habitualmente se define por un índice de masa corporal (IMC) mayor o igual a 30 kg/m² y puede acompañarse de aumento del perímetro de cintura, lo que eleva el riesgo de enfermedades cardiometabólicas.
Causas
- Balance energético positivo sostenido (consumir más calorías de las que se gastan).
- Sedentarismo y baja actividad física.
- Factores psicológicos: estrés, ansiedad, alimentación emocional.
- Cambios hormonales: embarazo, posparto, menopausia, hipotiroidismo u otros trastornos endocrinos.
- Factores genéticos y familiares.
- Medicamentos que favorecen aumento de peso (por ejemplo, algunos antidepresivos o corticosteroides).
- Consumo de alcohol.
- Cesación del fumado (aumento de apetito y cambios metabólicos).
- Sueño insuficiente o trastornos del sueño.
- Trastornos de la conducta alimentaria (por ejemplo, ingesta compulsiva o síndrome de ingesta nocturna).
Signos y síntomas
- Aumento de peso y del perímetro de cintura.
- Fatiga, somnolencia diurna, ronquidos.
- Dolor articular o lumbar; limitación para la actividad física.
- Dificultad para respirar con el esfuerzo.
- Posibles consecuencias asociadas: hipertensión, alteración de glucosa, dislipidemia, hígado graso, apnea del sueño, reflujo, alteraciones menstruales, impacto en salud mental.
Tratamiento
- Cambios en el estilo de vida: plan de alimentación equilibrado y sostenible, reducción calórica individualizada, registro de ingesta.
- Actividad física gradual y regular (por ejemplo, acumulado semanal de actividad aeróbica moderada y ejercicios de fuerza 2–3 veces por semana, ajustado a la condición de cada persona).
- Intervenciones conductuales y apoyo psicológico (manejo de estrés, técnicas de autocontrol, tratamiento de alimentación emocional).
- Higiene del sueño y reducción de alcohol.
- Tratamiento médico cuando corresponde: farmacoterapia y, en casos seleccionados, cirugía bariátrica; ambas opciones deben ser valoradas por personal de salud especializado y siempre junto a las medidas de estilo de vida.
- Manejo de comorbilidades asociadas (presión arterial, glucosa, lípidos, apnea del sueño).
Prevención
- Alimentación balanceada con porciones adecuadas; preferir alimentos frescos y minimizar ultraprocesados y bebidas azucaradas.
- Actividad física regular y reducción de tiempo sedentario.
- Horarios de sueño consistentes y suficientes.
- Monitoreo del peso y de la cintura; controles de salud periódicos.
- Identificar y manejar factores desencadenantes de atracones o picoteo (estrés, emociones, ambientes).
- Revisión de medicamentos con el profesional de salud cuando haya ganancia de peso no explicada.
Orzuelo
El orzuelo es una protuberancia dolorosa en el párpado causada por la inflamación e infección de una glándula del borde palpebral. Puede ser externo (glándulas del borde de la pestaña) o interno (glándulas de Meibomio). Habitualmente afecta un solo ojo y no compromete la visión.
Causas
- Proliferación bacteriana (con frecuencia estafilococos) en glándulas del párpado.
- Factores predisponentes: blefaritis, dermatitis seborreica o rosácea, uso de maquillaje viejo o compartir cosméticos, higiene palpebral deficiente, uso de lentes de contacto, estrés y falta de sueño.
- Más probabilidad en personas con diabetes o inmunosupresión.
Signos y síntomas
- Bulto rojo y doloroso en el borde del párpado, con punto amarillento en ocasiones.
- Sensación arenosa o de cuerpo extraño, lagrimeo y leve sensibilidad a la luz.
- Enrojecimiento e hinchazón local; a veces inflamación de todo el párpado.
- No suele afectar la agudeza visual; si hay visión borrosa, debe valorarse.
Tratamiento
- Compresas tibias: aplicar 10–15 minutos, 3–4 veces al día, hasta que drene espontáneamente y disminuya la molestia.
- Higiene palpebral: limpieza suave del borde de las pestañas (agua tibia y gasita limpia).
- Analgésicos de uso común si hay dolor, según indicación profesional.
- Evitar apretar o “reventar” el orzuelo; no usar maquillaje ni lentes de contacto hasta su resolución.
- Colirios o ungüentos antibióticos tópicos solo si hay secreción conjuntival o indicación médica; antibióticos por vía oral si hay signos de celulitis preseptal (enrojecimiento difuso, calor, dolor y fiebre).
- Si persiste como nódulo indoloro (chalazión) o recurre con frecuencia, valorar manejo por oftalmología.
Prevención
- Lavado de manos antes de tocarse los ojos y adecuada higiene palpebral si hay blefaritis.
- No compartir maquillaje ni aplicadores; reemplazar rímel/lápices cada 3 meses.
- Retirar maquillaje antes de dormir; limpiar y cuidar los lentes de contacto según indicación.
- Control de condiciones asociadas (dermatitis seborreica, rosácea, diabetes).
- Consultar si el orzuelo no mejora en 48–72 horas, si reaparece con frecuencia, si se extiende la inflamación a todo el párpado, aparece fiebre o hay cambios en la visión.
Otalgia
Dolor en uno o ambos oídos. Es un síntoma (no un diagnóstico) que puede ser agudo o persistente y originarse en el propio oído (causa primaria) o por dolor “referido” desde estructuras cercanas como garganta, dientes o articulación temporomandibular.
Causas
- Infecciones del oído: otitis externa (conducto auditivo) u otitis media (tras resfriados o alergias).
- Tapón de cerumen o cuerpo extraño.
- Barotrauma (cambios de presión en vuelos o buceo).
- Lesiones por manipulación con hisopos u objetos.
- Dermatitis del conducto por audífonos/auriculares, humedad o irritantes.
- Disfunción de la trompa de Eustaquio por rinitis/alergias.
- Dolor referido: problemas dentales, bruxismo/ATM, faringitis/amigdalitis, sinusitis, neuralgias.
- Otras menos comunes: herpes zóster ótico (vesículas), mastoiditis, tumores (sospechar si dolor persistente sin causa aparente, especialmente en fumadores).
Signos y síntomas
- Dolor localizado, sensación de oído tapado o presión; a veces picazón.
- Hipoacusia transitoria, zumbidos.
- Fiebre y malestar general si hay infección.
- Secreción por el oído (otorrrea) en otitis externa o perforación timpánica.
- En niños: irritabilidad, llanto, tocarse el oído, fiebre.
- Signos de alarma: dolor intenso con fiebre alta, secreción purulenta y maloliente, erupciones con vesículas alrededor del oído, hinchazón o dolor detrás de la oreja, rigidez de cuello, dolor que no mejora en 48–72 horas o dolor persistente en adultos con factores de riesgo.
Tratamiento
- Medidas iniciales: analgésicos/antitérmicos según indicación profesional, reposo relativo, compresas tibias; evitar introducir objetos en el oído.
- Tapón de cerumen: uso de gotas ablandadoras y extracción realizada por personal de salud; no usar hisopos.
- Otitis externa: mantener el conducto seco; tratamiento tópico con gotas indicadas por el profesional y evitar natación hasta la mejoría.
- Otitis media: manejo según valoración clínica; en algunos casos observación con analgesia y, cuando esté indicado, antibióticos.
- Barotrauma: maniobras suaves de compensación, descongestión nasal si corresponde y evitar buceo/vuelos hasta la resolución.
- Tratar causas referidas (dentales, rinitis/sinusitis, ATM) cuando se identifiquen.
Prevención
- No introducir hisopos ni objetos en el conducto auditivo; higiene externa suave.
- Secar los oídos después de bañarse/nadar; usar tapones en piscinas si hay otitis externa recurrente.
- Controlar rinitis/alergias y tratar resfriados adecuadamente.
- Evitar humo de tabaco y ambientes irritantes.
- En vuelos: mascar chicle, bostezar o realizar maniobras suaves de compensación; evitar volar o bucear con congestión nasal marcada.
- Consultar de forma oportuna ante episodios repetidos o síntomas de alarma.
Otitis
Inflamación o infección del oído. Puede afectar el conducto auditivo externo (otitis externa), el oído medio detrás del tímpano (otitis media) o, con mucha menor frecuencia, el oído interno. Suele aparecer tras resfriados, alergias, exposición a agua o traumatismos del conducto.
Causas
- Infecciones virales o bacterianas (frecuentes en otitis media, a menudo después de un resfriado).
- Humedad y maceración del conducto auditivo (“oído del nadador”), microlesiones o manipulación con hisopos.
- Alergias y rinitis con disfunción de la trompa de Eustaquio.
- Traumatismos, cuerpos extraños o tapón de cerumen.
- Factores predisponentes: inmunosupresión, dermatitis del conducto, uso prolongado de audífonos/auriculares.
Signos y síntomas
- Dolor de oído (otalgia), sensación de presión u oído tapado.
- Disminución transitoria de la audición; zumbidos.
- Fiebre y malestar general (más común en otitis media aguda).
- Secreción por el oído (otorrrea), especialmente en otitis externa o si hay perforación del tímpano.
- En lactantes/niños: irritabilidad, llanto, tocarse el oído, problemas para dormir.
- Signos de alarma: dolor muy intenso o que no mejora en 48–72 horas, fiebre alta, secreción purulenta y maloliente, enrojecimiento/hinchazón detrás de la oreja, rigidez de cuello, vértigo intenso, dolor persistente en adultos fumadores.
Tratamiento
- Medidas iniciales: analgesia/antitérmicos según indicación profesional, reposo relativo, evitar introducir objetos en el oído.
- Otitis externa: mantener el oído seco; gotas tópicas indicadas por el profesional; evitar natación hasta la mejoría.
- Otitis media: manejo según evaluación clínica (edad, severidad, duración). En algunos casos se indica observación con analgesia; en otros, antibióticos.
- Tapón de cerumen/cuerpo extraño: extracción por personal de salud; no usar hisopos ni objetos.
- Congestión nasal asociada: medidas para rinitis/resfriado según recomendación médica.
- Reevaluación si no hay mejoría en 48–72 horas o si aparecen signos de alarma.
Prevención
- No introducir hisopos ni objetos en el conducto auditivo; higiene solo de la parte externa.
- Secar los oídos tras baño/natación; usar tapones o gorro en piscinas si hay otitis externa recurrente.
- Controlar alergias y rinitis; tratar resfriados adecuadamente.
- Evitar humo de tabaco y ambientes irritantes.
- Evitar nadar o volar con congestión nasal marcada cuando sea posible; realizar maniobras suaves de compensación durante vuelos.
P
Parotiditis
nflamación de las glándulas salivales, principalmente de las parótidas (frente y debajo de las orejas). Puede ser infecciosa (viral o bacteriana) o no infecciosa (obstrucción por cálculos, enfermedades autoinmunes, deshidratación). La forma viral más conocida es la de las paperas, que se transmite de persona a persona por gotitas de saliva; el periodo de incubación suele ser de 12 a 25 días y puede afectar una o ambas glándulas.
Causas
- Viral: paperas (paramyxovirus).
- Bacteriana: más frecuente con deshidratación, mala higiene oral, obstrucción del conducto o após cirugías dentales.
- No infecciosa: cálculos salivales (sialolitiasis), síndrome de Sjögren u otras autoinmunes, deshidratación, radioterapia de cabeza/cuello, fármacos que reducen la saliva (anticolinérgicos), parotiditis recurrente juvenil.
Signos y síntomas
- Dolor y aumento de volumen por delante/debajo del oído, sensibilidad al tacto.
- Fiebre, malestar general, cefalea, dolor de garganta, dificultad para masticar o abrir la boca.
- Sequedad bucal y dolor que empeora con alimentos ácidos.
- En paperas: inflamación parotídea bilateral o unilateral; en varones puede presentarse dolor e hinchazón testicular.
- Signos de alarma: dolor intenso y continuo con enrojecimiento marcado, pus por el conducto salival, fiebre alta persistente, signos de deshidratación, rigidez de cuello, dolor testicular severo.
Tratamiento
- Viral (paperas): medidas de soporte (hidratación, analgésicos/antitérmicos según indicación profesional, reposo), compresas frías o tibias, dieta blanda y evitar cítricos o alimentos que aumenten el dolor.
- Bacteriana: antibióticos indicados por el profesional, buena hidratación, masajes suaves de la glándula desde atrás hacia el conducto, sialogogos (estimular saliva con chicle sin azúcar o limón si tolera), higiene oral; drenaje si se forma absceso.
- Obstructiva/no infecciosa: hidratación, masaje y sialogogos; manejo del cálculo (extracción en consulta o derivación a otorrinolaringología) y tratamiento de la causa de base.
- Control del dolor y la fiebre con medicación pautada; evitar automedicación prolongada.
Prevención
- Vacunación según esquema vigente contra paperas.
- Higiene de manos, no compartir vasos/cubiertos, cubrirse al toser/estornudar.
- Buena hidratación y cuidados dentales regulares.
- Evitar tabaquismo y revisar fármacos que disminuyen la salivación con el profesional de salud.
- En personas con antecedentes de cálculos salivales: estimular la salivación (chicle sin azúcar), mantener hidratación y tratar oportunamente la enfermedad dental.
Pterigion
Crecimiento anormal de tejido fibrovascular de la conjuntiva que se extiende sobre la córnea, con forma triangular (usualmente del lado nasal). Es benigno, pero puede irritar el ojo y, si progresa, afectar la visión.
Causas
- Exposición crónica a radiación ultravioleta (sol).
- Ambientes secos, viento, polvo, humo e irritantes.
- Trabajo al aire libre (agricultura, pesca, construcción).
- Edad y sexo masculino como factores asociados.
- Predisposición individual y ojo seco/alergias que irritan la superficie ocular.
Signos y síntomas
- Sensación de cuerpo extraño, ardor, picazón o resequedad.
- Enrojecimiento y lagrimeo; apariencia de “telita” que avanza sobre la córnea.
- Astigmatismo inducido y, si crece hacia el centro, disminución de la visión.
- Molestia estética; recurrencias de inflamación.
Tratamiento
- Lubricación con lágrimas artificiales y medidas de higiene palpebral.
- Protección solar y evitar irritantes; compresas frías si hay molestia.
- Antiinflamatorios tópicos por indicación profesional en brotes.
- Cirugía (resección con autoinjerto conjuntival) si: disminuye la visión, progresa hacia el eje visual, causa astigmatismo significativo, inflamaciones frecuentes o por indicación estética/funcional. El riesgo de recurrencia existe y se reduce con técnicas y cuidados adecuados.
Prevención
- Uso diario de gafas con filtro UV y sombrero de ala ancha al aire libre.
- Disminuir exposición a viento, polvo y humo; protección ocular en el trabajo.
- Lubricar el ojo en climas secos o ante pantallas prolongadas.
- Evitar frotarse los ojos; controlar alergias y ojo seco.
- Controles periódicos si ya existe pterigión para vigilar su crecimiento.
Ptiriasis versicolor
Infección superficial de la piel causada por levaduras del género Malassezia que forman parte de la flora normal. Produce manchas decoloradas en tronco y zonas seborreicas. No se contagia de persona a persona; aparece cuando el hongo crece en exceso.
Causas
- Climas cálidos y húmedos; sudoración abundante.
- Piel grasa, uso de aceites o cremas muy oclusivas.
- Adolescencia y adultez joven.
- Inmunosupresión, desbalances hormonales o estrés.
- Ropa ajustada o sintética que retiene humedad.
Signos y síntomas
- Parches de piel hipo u hiperpigmentados (más claros u oscuros), a veces rosados, con descamación fina.
- Distribución típica en espalda, pecho, cuello y parte proximal de brazos.
- No se broncean con el sol, por lo que destacan tras la exposición solar.
- Picazón leve o sensación de resequedad en algunos casos.
- Curso recurrente, especialmente en épocas calurosas.
Tratamiento
- Medidas locales: mantener la piel limpia y bien seca; preferir ropa ligera y transpirable.
- Antimicóticos tópicos: cremas o lociones (por ejemplo, azoles o ciclopirox) una o dos veces al día por 2–4 semanas, según indicación profesional.
- Champús medicinales como opción o coadyuvante: ketoconazol o sulfuro de selenio aplicados sobre las zonas afectadas y dejados actuar 5–10 minutos antes de enjuagar, por varios días consecutivos.
- Tratamiento por vía oral en casos extensos o recidivantes, únicamente bajo prescripción médica.
- La pigmentación puede tardar semanas en normalizarse tras eliminar el hongo.
Prevención
- Secar bien la piel después de bañarse o hacer ejercicio; cambiar ropa sudada de inmediato.
- Usar prendas de algodón o telas que permitan ventilación; evitar ropa muy ajustada y oclusiva.
- Evitar aceites corporales pesados en zonas propensas.
- En personas con recaídas, uso preventivo mensual de champú medicinal según recomendación profesional.
R
Rinitis
Inflamación de la mucosa de la nariz que causa congestión, estornudos y secreción nasal. Puede ser alérgica (mediada por alérgenos como ácaros, polen, caspa de mascotas) o no alérgica (infecciones virales, irritantes ambientales, cambios hormonales o fármacos).
Causas
- Alérgenos ambientales: polvo doméstico (ácaros), caspa de animales, polen, moho.
- Infecciones de vías respiratorias altas (resfriados).
- Irritantes: humo de tabaco, contaminación, olores/pinturas, cambios bruscos de temperatura.
- Fármacos: descongestionantes nasales de uso prolongado, algunos antihipertensivos, anticonceptivos, AINE.
- Cambios hormonales: embarazo, hipotiroidismo, menopausia.
- Otras: rinitis vasomotora, alcohol, reflujo, desviación del tabique.
Signos y síntomas
- Estornudos repetidos.
- Rinorrea acuosa o espesa.
- Congestión y nariz tapada.
- Picazón en nariz, ojos o garganta (más típico en rinitis alérgica).
- Disminución del olfato.
- Ojos llorosos, tos por goteo retronasal, dolor de garganta leve.
- Cansancio e irritabilidad cuando es persistente.
Tratamiento
- Medidas generales: lavados nasales con solución salina, hidratación, ventilación del hogar.
- Rinitis alérgica: antihistamínicos orales o intranasales; corticoides intranasales (uso regular, guía profesional); estabilizadores de mastocitos o antileucotrienos en casos seleccionados.
- Rinitis no alérgica: evitar desencadenantes; corticoides intranasales; a veces anticolinérgicos intranasales para rinorrea.
- Descongestionantes: si se utilizan, solo por pocos días para evitar “efecto rebote”.
- Inmunoterapia (vacunas) en rinitis alérgica moderada a severa que no responde bien a manejo estándar, según valoración.
- Tratar comorbilidades asociadas (sinusitis, asma, reflujo) si están presentes.
Prevención
- Reducir exposición a alérgenos: fundas antiácaros en colchón/almohadas, lavar ropa de cama con agua caliente semanal, aspirar con filtro HEPA, minimizar alfombras y peluches, controlar humedad (40–50%).
- Mascotas: evitar que duerman en el dormitorio; higiene regular.
- Evitar humo de tabaco y otros irritantes; ventilar al cocinar o limpiar.
- Usar mascarilla/anteojos de sol y cerrar ventanas en días de alto polen; ducharse y cambiarse de ropa al volver del exterior.
- Lavados nasales regulares en temporadas de síntomas.
S
Sacroileítis
Inflamación de una o ambas articulaciones sacroilíacas (entre el sacro y los huesos ilíacos), que puede generar dolor en la región baja de la espalda y glúteos y, a veces, irradiarse a la parte posterior del muslo o la ingle.
Causas
- Espondiloartritis (artritis psoriásica, espondiloartritis axial/anquilopoyética, relacionada a enfermedad intestinal).
- Embarazo y posparto (laxitud ligamentaria), sobrecarga mecánica, diferencias de longitud de piernas.
- Traumatismos o microtraumas repetitivos; mala postura y debilidad del core/glúteos.
- Osteoartritis, gota o depósitos de cristales (menos frecuente).
- Infecciones (sacroileítis séptica: bacteriana, ocasionalmente TB o brucelosis).
- Obesidad y sedentarismo como factores que perpetúan la sobrecarga.
Signos y síntomas
- Dolor en región lumbosacra y glúteos, que puede irradiar a muslo posterior o ingle; empeora al estar mucho tiempo de pie/sentado, subir escaleras o girar en la cama.
- Rigidez matutina (más en causas inflamatorias) y dolor nocturno.
- Sensibilidad al presionar sobre la articulación sacroilíaca.
- Limitación para flexionar/extender el tronco o para caminar pasos largos.
- Signos de alarma: fiebre, dolor intenso que no mejora con reposo, incapacidad para apoyar, antecedente de infección reciente o inmunosupresión.
Tratamiento
- Medidas iniciales: reposo relativo (evitar inmovilización prolongada), calor local, ergonomía y corrección de posturas.
- Medicación según indicación profesional: antiinflamatorios no esteroideos; analgésicos de apoyo por tiempo limitado.
- Fisioterapia: fortalecimiento de core y glúteos, estabilización pélvica, estiramientos de flexores de cadera/isquiotibiales; reeducación postural y de la marcha.
- Dispositivos: cinturón pélvico en embarazo/hipermovilidad.
- Infiltración con corticoide en la articulación para casos seleccionados.
- Si es espondiloartritis: manejo reumatológico; considerar terapias biológicas (por ejemplo, anti-TNF o anti-IL-17) según criterio especializado.
- Si es infecciosa: antibióticos dirigidos y, en algunos casos, drenaje.
- Procedimientos (ablación por radiofrecuencia, fusión sacroilíaca) solo en dolor crónico refractario tras manejo conservador adecuado.
Prevención
- Mantener peso saludable y actividad física regular con trabajo de fuerza de core/glúteos.
- Evitar cargas asimétricas y periodos prolongados en la misma postura; pausas activas.
- Ergonomía en trabajo/estudio (altura de silla/mesa, apoyo lumbar); técnica correcta en ejercicio.
- Corregir diferencias de longitud de piernas con plantillas u ortopedia cuando aplique.
- Durante embarazo/posparto: ejercicios de estabilización, educación postural y uso de cinturón pélvico si se indica.
- Tratar oportunamente infecciones y condiciones reumatológicas para reducir recaídas.
Síndrome del colon irritable
Trastorno funcional del eje intestino-cerebro caracterizado por dolor o molestia abdominal recurrente y cambios en el hábito intestinal (diarrea, estreñimiento o ambos), sin daño estructural visible. Suele cursar en brotes y se asocia a hipersensibilidad visceral, alteraciones de la motilidad e interacción con el estrés.
Causas
- Interacción multifactorial: predisposición individual, estrés y ansiedad.
- Infecciones intestinales previas o disbiosis (alteración de la microbiota).
- Sensibilidad a ciertos alimentos (por ejemplo, carbohidratos fermentables/FODMAPs, grasas, picantes, cafeína, alcohol).
- Cambios hormonales.
- Uso reciente de antibióticos u otros fármacos que afecten el tránsito intestinal.
Signos y síntomas
- Dolor o cólico abdominal que mejora o empeora con la defecación.
- Cambios en la frecuencia y consistencia de las heces (diarrea, estreñimiento o alternancia).
- Distensión, gases, sensación de evacuación incompleta y moco en las heces.
- Fatiga, náuseas leves y exacerbación con estrés.
- Signos de alarma que requieren valoración médica: sangrado rectal, pérdida de peso no intencionada, fiebre, anemia, síntomas nocturnos que despiertan, aparición después de los 50 años o antecedentes familiares de cáncer colorrectal/enfermedad inflamatoria intestinal.
Tratamiento
- Educación y plan individualizado; identificación de desencadenantes con diario de síntomas.
- Alimentación: prueba temporal de dieta baja en FODMAPs con reintroducción guiada; priorizar fibra soluble (psyllium) en lugar de fibra insoluble; hidratación adecuada; evitar exceso de cafeína, alcohol y ultraprocesados.
- Estilo de vida: actividad física regular, sueño reparador y técnicas de manejo del estrés (respiración, mindfulness, terapia cognitivo-conductual).
- Fármacos según predominio: antiespasmódicos para dolor; laxantes osmóticos en estreñimiento; loperamida en diarrea; aceite de menta en cápsulas entéricas para cólico; en casos seleccionados, moduladores neuromoduladores a dosis bajas (tricíclicos en dolor/diarrea; ISRS en estreñimiento/ansiedad).
- Otras opciones según criterio profesional: probióticos específicos; tratamientos dirigidos tras sobrecrecimiento bacteriano o secuestro de ácidos biliares si corresponde.
Prevención
- Comidas regulares y conscientes; identificar y limitar alimentos desencadenantes personales.
- Incremento progresivo de fibra soluble y adecuada hidratación.
- Rutina de actividad física y manejo del estrés.
- Uso prudente de antibióticos; revisión periódica de fármacos que alteren el tránsito.
- Mantener un diario de síntomas para ajustar el plan y detectar patrones.
Sinusitis
Inflamación e infección de los senos paranasales (cavidades alrededor de la nariz). Puede ser aguda (días a semanas), subaguda o crónica (≥12 semanas). Suele iniciar tras un resfriado o una rinitis alérgica y causa obstrucción del drenaje de moco.
Causas
- Virus respiratorios (la causa más frecuente).
- Bacterias (menos común; suele presentarse cuando los síntomas duran ≥10 días sin mejoría, empeoran tras una aparente recuperación o son severos desde el inicio).
- Hongos en personas con factores de riesgo específicos.
- Factores predisponentes: rinitis alérgica, tabique desviado, pólipos nasales, exposición a humo/contaminantes, cambios de presión, infecciones dentales.
Signos y síntomas
- Congestión y secreción nasal (clara o purulenta).
- Dolor/ presión facial (mejillas, frente, entre ojos) y sensibilidad al inclinarse.
- Disminución del olfato y gusto.
- Tos (peor de noche), goteo retronasal, dolor de garganta.
- Fiebre, mal aliento, cansancio.
- Signos de alarma: inflamación o dolor alrededor de los ojos, visión doble o disminuida, dolor de cabeza severo, rigidez de cuello, confusión, fiebre alta persistente, dolor dental intenso o síntomas que no mejoran después de 7–10 días.
Tratamiento
- Medidas generales: hidratación, descanso relativo, irrigaciones nasales con solución salina, humidificación ambiental.
- Analgésicos/antitérmicos según indicación profesional.
- Corticoides intranasales para reducir inflamación, especialmente si hay rinitis alérgica o pólipos.
- Descongestionantes nasales u orales por periodos cortos si se indican; evitar uso prolongado de sprays descongestionantes para prevenir efecto rebote.
- Antihistamínicos cuando hay componente alérgico.
- Antibióticos solo cuando el cuadro sugiere origen bacteriano o por indicación médica.
- Reevaluación si no hay mejoría en 48–72 horas tras manejo indicado, si hay empeoramiento, o si aparecen signos de alarma.
Prevención
- Lavado de manos y evitar contacto cercano con personas con resfriado.
- Control de rinitis/alergias; uso regular de tratamiento indicado.
- Irrigaciones nasales con solución salina en épocas de síntomas.
- Evitar humo de tabaco y contaminantes; ventilar ambientes.
- Vacunación según esquema (por ejemplo, influenza).
- Tratar problemas estructurales nasales y dentales cuando corresponda.
T
Tendinitis
Inflamación o irritación de un tendón (estructura que une músculo y hueso). Puede afectar cualquier tendón, con mayor frecuencia hombro (manguito rotador), codo (epicondilitis), muñeca y mano (de Quervain), rodilla (rotuliano) y talón (Aquiles).
Causas
- Sobrecarga por movimientos repetitivos o aumento brusco de la actividad física.
- Técnica deportiva inadecuada, calzado inadecuado o superficies duras.
- Debilidad o desequilibrio muscular y falta de flexibilidad.
- Mala ergonomía en trabajo/estudio (posturas mantenidas, teclado/ratón).
- Traumatismos o microtraumas repetidos.
- Edad, enfermedades reumatológicas o metabólicas, y ciertos fármacos en contextos específicos.
Signos y síntomas
- Dolor localizado a lo largo del tendón, que empeora con el movimiento o la carga.
- Sensibilidad a la palpación y rigidez, más notoria en la mañana o tras reposo.
- Limitación funcional; a veces crepitación o sensación de enganche.
- Signos de alarma: dolor súbito con chasquido, pérdida de fuerza marcada o imposibilidad de apoyar/mover (sugerente de rotura), enrojecimiento y calor intensos con fiebre.
Tratamiento
- Reposo relativo y modificación de cargas: disminuir temporalmente la actividad dolorosa, sin inmovilización prolongada.
- Hielo local en fase dolorosa inicial 10–15 minutos, varias veces al día; luego calor suave si alivia.
- Analgésicos/antiinflamatorios por tiempo corto según indicación profesional.
- Fisioterapia: ejercicios terapéuticos progresivos (fortalecimiento, énfasis en trabajo excéntrico), estiramientos específicos, corrección de técnica y control motor.
- Ortesis o cintas en casos seleccionados (por ejemplo, epicondilitis, de Quervain).
- Retorno gradual a la actividad con plan de cargas.
- Procedimientos según evaluación especializada si no hay respuesta: infiltración guiada, ondas de choque en tendinopatías específicas, cirugía en roturas o casos refractarios.
Prevención
- Progresión gradual de la carga (regla del 10–15% semanal) y calentamiento previo.
- Fortalecimiento equilibrado y estiramientos de grupos musculares implicados.
- Técnica deportiva adecuada y periodización del entrenamiento; alternar actividades.
- Ergonomía en trabajo/estudio: altura de mesa y silla, posición de teclado/ratón, pausas activas.
- Calzado apropiado y, si corresponde, corrección de la pisada o uso de plantillas.
- Escuchar las señales del cuerpo: si aparece dolor persistente, reducir carga y consultar.
Tinnitus
Percepción de sonidos en uno o ambos oídos sin una fuente externa. Puede ser zumbido, pitido, silbido, chasquido o un sonido que late con el pulso (tinnitus pulsátil). Puede ser transitorio o persistente y variar en intensidad a lo largo del día. A menudo se asocia a pérdida auditiva.
Causas
- Exposición a ruidos intensos y pérdida auditiva relacionada con la edad.
- Tapón de cerumen, infecciones de oído u otitis externa/media.
- Trastornos de la articulación temporomandibular o bruxismo.
- Enfermedad de Ménière y disfunción de la trompa de Eustaquio.
- Traumatismos craneales o barotrauma (vuelos, buceo).
- Medicamentos ototóxicos en determinados contextos (por ejemplo, algunos antibióticos, diuréticos, salicilatos a dosis altas, quimioterápicos).
- Problemas vasculares (más en tinnitus pulsátil).
- Condiciones médicas: hipertensión arterial, diabetes, alteraciones tiroideas, obesidad y alergias.
- Estrés, ansiedad y falta de sueño como factores que lo intensifican.
Signos y síntomas
- Zumbido, pitido u otros ruidos percibidos en el oído o la cabeza.
- Puede acompañarse de hipoacusia, sensación de oído tapado, vértigo o hipersensibilidad a los sonidos.
- Dificultad para concentrarse y conciliar el sueño; mayor molestia en ambientes silenciosos.
- Signos de alarma que requieren valoración médica: tinnitus pulsátil, inicio súbito con pérdida auditiva, dolor intenso, secreción por el oído, síntomas neurológicos, antecedente de trauma o empeoramiento progresivo.
Tratamiento
- Corregir la causa cuando es identificable: extracción de cerumen, tratamiento de infecciones, ajuste o cambio de fármacos potencialmente ototóxicos, manejo de ATM/bruxismo, control de enfermedad de Ménière o trastornos vasculares.
- Manejo sintomático: educación, evitar el silencio absoluto, uso de ruido blanco o terapia sonora; audífonos cuando hay pérdida auditiva; terapias dirigidas como terapia de reentrenamiento del tinnitus y terapia cognitivo-conductual para reducir impacto en sueño y ansiedad.
- Medidas de estilo de vida: higiene del sueño, reducción de estrés, limitar cafeína y alcohol si empeoran los síntomas.
- Derivación a otorrinolaringología y/o audiología para evaluación cuando el tinnitus es persistente, unilateral, pulsátil o se asocia a pérdida auditiva u otros síntomas.
Prevención
- Protección auditiva en ambientes ruidosos (tapones, orejeras) y control del volumen en audífonos/música; realizar descansos auditivos.
- Evitar introducir hisopos u objetos en el oído; mantener higiene externa cuidadosa.
- Tratar oportunamente infecciones de oído y rinitis/alergias.
- Control de factores de riesgo (presión arterial, glucosa, lípidos, tiroides) y revisión periódica de medicamentos con el profesional de salud.
- Estilo de vida saludable con buen manejo del estrés y sueño regular.
U
Uña encarnada
Crecimiento del borde de la uña hacia la piel adyacente (pliegue ungueal), que provoca inflamación y dolor. Afecta con mayor frecuencia el primer ortejo (dedo gordo del pie), pero puede presentarse en cualquier uña.
Causas
- Corte inadecuado de las uñas (demasiado cortas o con bordes redondeados).
- Calzado apretado o con punta estrecha; medias muy ajustadas.
- Traumatismos repetidos (deporte, correr, fútbol) o golpe directo.
- Forma de la uña o del dedo predisponente (uñas curvas, dedos en martillo).
- Hiperhidrosis (sudor excesivo), mala higiene, maceración.
- Infección por hongos o bacterias en la uña o piel vecina.
- Embarazo, edema o sobrepeso que aumentan la presión sobre el antepié.
Signos y síntomas
- Dolor a lo largo del borde de la uña, que empeora con el calzado o al presionar.
- Enrojecimiento, hinchazón y calor local; sensibilidad al tacto.
- Posible salida de secreción (serosa o purulenta) y tejido de granulación (“carne esponjosa”).
- Dificultad para caminar o usar zapatos.
Tratamiento
- Medidas iniciales (casos leves, sin infección):
- Remojar el pie en agua tibia y sal 10–15 minutos, 2–3 veces al día; secar muy bien.
- Cambiar a calzado amplio y cómodo; usar medias transpirables.
- Analgesia según indicación profesional.
- Colocar una pequeña tira de gasa o algodón bajo el borde de la uña solo si lo indica un profesional, para guiar el crecimiento hacia arriba.
- Si hay infección o dolor moderado/severo: evaluación médica para limpieza, drenaje si corresponde y antibióticos cuando estén indicados.
- Procedimientos:
- Avulsión parcial del borde ungueal (retirar la porción que se incrusta).
- En recidivas, ablación de la matriz del borde afectado (por ejemplo, con fenol o resección quirúrgica) para evitar que vuelva a encarnarse.
- Evitar “cirugías caseras”, cortar en pico el borde o arrancar fragmentos de uña.
Prevención
- Cortar las uñas “rectas”, dejando visibles los ángulos; no recortar en exceso ni redondear esquinas.
- Usar calzado con puntera ancha y adecuada; evitar zapatos apretados y tacones altos prolongados.
- Mantener pies limpios y secos; cambiar medias húmedas.
- Tratar callosidades, hongos y sudoración excesiva.
- Proteger los dedos durante el deporte; revisar el ajuste de zapatillas.
- Consultar pronto ante dolor persistente, supuración, aumento de enrojecimiento o fiebre, y en personas con diabetes o problemas de circulación.
V
Vaginitis
Inflamación o infección de la vagina (a veces con compromiso de la vulva) que altera el equilibrio normal de la flora y del pH vaginal. Puede ser infecciosa (candidiasis, vaginosis bacteriana, tricomoniasis) o no infecciosa (irritantes, alergias, cambios hormonales como la menopausia).
Causas
- Infecciosas:
- Candidiasis (levaduras).
- Vaginosis bacteriana (desequilibrio de bacterias comensales).
- Tricomoniasis (parásito de transmisión sexual).
- No infecciosas:
- Disminución de estrógenos (atrofia posmenopáusica, posparto/lactancia).
- Irritantes o alérgenos (duchas vaginales, jabones/perfumes, espermicidas, látex, suavizantes de ropa).
- Cuerpos extraños (tampones olvidados).
- Factores predisponentes: diabetes mal controlada, antibióticos recientes, inmunosupresión, múltiples parejas sexuales sin protección.
Signos y síntomas
- Flujo vaginal anormal (cantidad, color y consistencia variables) y/o mal olor.
- Picazón, ardor, enrojecimiento e hinchazón vulvovaginal.
- Dolor o ardor al orinar; molestia o dolor con las relaciones sexuales.
- En la atrofia: sequedad, irritación y dolor con el coito.
- Señales de alarma: fiebre, dolor pélvico, sangrado anormal, lesiones o ampollas, síntomas en embarazo.
Tratamiento
- Depende de la causa, según valoración profesional:
- Candidiasis: antifúngicos tópicos u orales.
- Vaginosis bacteriana: antibióticos específicos.
- Tricomoniasis: antibiótico y tratamiento simultáneo de la(s) pareja(s); evitar relaciones hasta completar el esquema.
- Atrofia/vaginitis por déficit de estrógenos: hidratantes/lubricantes; estrógenos locales cuando estén indicados.
- Irritativa/alérgica: retirar el agente desencadenante y medidas calmantes.
- Evitar automedicación repetida; completar los tratamientos indicados.
- En embarazo, elegir terapias seguras bajo control médico.
Prevención
- Evitar duchas vaginales y productos perfumados en la zona íntima; higiene suave externa con agua y jabones neutros.
- Ropa interior de algodón; cambiar prendas húmedas pronto; preferir ropa no ajustada.
- Uso de preservativo para reducir riesgo de infecciones de transmisión sexual.
- Control de enfermedades predisponentes (por ejemplo, diabetes) y uso prudente de antibióticos.
- No retener tampones ni copas por más tiempo del recomendado; cambiar compresas regularmente.
- Consultar ante síntomas persistentes, recurrentes o si aparecen señales de alarma.
Várices
Dilataciones y tortuosidades de las venas superficiales, con mayor frecuencia en las piernas, debidas a insuficiencia de las válvulas venosas y al aumento de la presión venosa. Pueden causar molestias, cambios cutáneos y, en casos avanzados, úlceras venosas.
Causas
- Debilidad o daño de las válvulas venosas que favorece el reflujo de sangre.
- Factores de riesgo: antecedentes familiares, sexo femenino, embarazo y posparto, edad, obesidad o sobrepeso, sedentarismo, trabajo con períodos prolongados de pie o sentado, trombosis venosa previa, uso de hormonas en algunos casos, estreñimiento crónico, calzado inadecuado y ropa muy ajustada.
Signos y síntomas
- Venas visibles, dilatadas y tortuosas; arañas vasculares.
- Pesadez, dolor sordo o sensación de ardor en piernas, que empeora al final del día o con calor.
- Hinchazón de tobillos, calambres nocturnos, picazón.
- Cambios en la piel: sequedad, eccema, oscurecimiento (hiperpigmentación), engrosamiento (lipodermatoesclerosis), heridas que tardan en cicatrizar.
- Complicaciones: flebitis superficial (vena roja y dolorosa), hemorragia por rotura, úlcera venosa en el tobillo.
- Signos de alarma: dolor e hinchazón súbitos de una pierna con calor/enrojecimiento intensos, falta de aire o dolor torácico, sangrado abundante de una vena varicosa.
Tratamiento
- Medidas conservadoras:
- Medias de compresión graduada indicadas por profesional (talla y presión adecuadas).
- Elevar las piernas varias veces al día y al dormir.
- Actividad física regular (caminar, ejercicios de pantorrilla) y control del peso.
- Evitar calor directo prolongado (baños muy calientes, saunas) y estar de pie o sentado largos períodos; realizar pausas activas.
- Cuidado de la piel con emolientes; manejo de picazón/eczema según indicación.
- Procedimientos cuando hay síntomas persistentes, complicaciones o fines estéticos, según valoración especializada:
- Escleroterapia para venas pequeñas/medianas.
- Ablación endovenosa (láser o radiofrecuencia) para reflujo del sistema safeno.
- Flebectomía ambulatoria de paquetes varicosos.
- Cirugía en casos seleccionados.
- Atención de úlceras venosas con curaciones y compresión; derivación a especialista si no cicatrizan.
Prevención
- Mantener actividad física regular y ejercicios de tobillo-pantorrilla; evitar períodos prolongados inmóvil.
- Elevar las piernas al descansar; usar medias de compresión si lo recomienda el profesional, especialmente en trabajos de pie o viajes largos.
- Control del peso, alimentación equilibrada y adecuada hidratación.
- Evitar ropa muy ajustada que comprima ingles o cintura y el uso prolongado de tacones altos.
- Cuidar la piel de las piernas; tratar de forma temprana heridas o eccemas.
Verrugas
Crecimientos cutáneos benignos causados por infección del virus del papiloma humano (VPH) en la capa superficial de la piel o mucosas. Según su localización y aspecto se clasifican en comunes, plantares, planas, filiformes, periungueales y genitales. Suelen ser autolimitadas, pero pueden persistir o multiplicarse.
Causas
- Infección por VPH a través de microlesiones en la piel o mucosas.
- Contacto directo piel a piel o indirecto (objetos, superficies húmedas como duchas/piscinas).
- Factores predisponentes: inmunosupresión, piel macerada, sudoración, morderse uñas o padrastros, compartir elementos de higiene, microtraumas repetidos.
Signos y síntomas
- Lesiones sobreelevadas, ásperas, de superficie irregular (“coliflor”); puntos negros internos (capilares trombosados).
- Plantares: dolor a la presión al caminar; pueden ser únicas o en mosaico y confundirse con callos.
- Planas: pequeñas, lisas, múltiples, frecuentes en cara y dorso de manos.
- Filiformes: delgadas y alargadas, típicas en párpados, labios o cuello.
- Periungueales: alrededor de uñas, pueden deformarlas.
- Genitales: lesiones blandas y húmedas en vulva, pene, escroto, periné o región perianal; se transmiten sexualmente.
- Señales de alarma: crecimiento rápido, cambios de color/forma, sangrado persistente, dolor intenso, compromiso facial o genital, pacientes inmunosuprimidos.
Tratamiento
- Observación: muchas verrugas desaparecen en 6–24 meses; considerar tratamiento si hay dolor, molestias, estética, extensión o inmunosupresión.
- Tópicos queratolíticos (por ejemplo, ácido salicílico 15–40%): aplicación diaria según indicación, con remoción suave de piel muerta; constancia por varias semanas.
- Crioterapia con nitrógeno líquido en consulta; pueden requerirse varias sesiones.
- Otras opciones según criterio profesional: cantharidina, ácido láctico, nitrato de plata, terapia fotodinámica, curetaje/electrocoagulación, láser; en recidivas pueden combinarse.
- Verrugas genitales: manejo específico (por ejemplo, imiquimod, podofilox o tratamientos aplicados por el profesional); evaluar a la(s) pareja(s) y descartar otras ITS.
- Evitar autotratamientos en cara, genitales, pliegues o en personas con mala circulación/diabetes; no arrancar ni raspar agresivamente.
- Tras cualquier tratamiento pueden presentarse recurrencias; se recomiendan cuidados de la piel para reducirlas.
Prevención
- No tocar, rascar ni morder verrugas; cubrirlas durante actividades que favorezcan fricción.
- No compartir toallas, calzado, limas, cortaúñas ni maquinillas; desinfectar instrumentos de manicura/pedicura.
- Usar sandalias en duchas y vestuarios; mantener pies secos y cambiar calcetines húmedos.
- Tratar fisuras y mantener la piel hidratada para proteger la barrera cutánea.
- Evitar morder uñas o padrastros; mantener uñas cortas.
- En verrugas genitales: uso de preservativo disminuye riesgo (no lo elimina por completo); la vacunación contra VPH reduce la probabilidad de verrugas anogenitales según esquema vigente.
Vértigo postural benigno
Trastorno del oído interno caracterizado por episodios breves de vértigo (sensación de giro) desencadenados por cambios de posición de la cabeza, como girarse en la cama, mirar hacia arriba o agacharse. Suele durar segundos a un minuto y no produce pérdida de audición.
Causas
- Desprendimiento de pequeñas partículas (otoconias) del utrículo que migran a un canal semicircular, con mayor frecuencia el posterior.
- Edad, traumatismos craneales, infecciones o inflamación del oído interno, cirugía de oído, reposo prolongado en cama.
- En muchos casos no se identifica una causa específica.
Signos y síntomas
- Vértigo breve al mover la cabeza; puede acompañarse de náuseas.
- Sensación de desequilibrio o inestabilidad tras el episodio.
- No suele haber zumbido ni pérdida auditiva.
- Signos de alarma que requieren valoración inmediata: dolor de cabeza intenso y repentino, debilidad de un lado del cuerpo, dificultad para hablar, doble visión, descoordinación marcada, desmayo o pérdida auditiva súbita.
Tratamiento
- Maniobras de reposicionamiento canalicular realizadas por personal capacitado (por ejemplo, Epley o Semont) para devolver las otoconias a su lugar.
- Ejercicios de habituación/rehabilitación vestibular (por ejemplo, Brandt-Daroff) si persisten síntomas residuales.
- Medicación antivertiginosa o antiemética solo por periodos cortos si hay náuseas intensas; no resuelve la causa.
- Educación sobre movimientos que desencadenan el cuadro y pautas de reexposición gradual.
- Reevaluación si los síntomas no mejoran tras las maniobras o si cambian de patrón.
Prevención
- Tras una maniobra, seguir indicaciones específicas (por ejemplo, dormir con la cabeza algo elevada 24–48 horas si así se indicó y evitar movimientos bruscos ese periodo).
- Retomar la actividad de forma progresiva y realizar ejercicios vestibulares si se recomiendan.
- Evitar reposo prolongado innecesario; mantener buena hidratación y sueño regular.
- Consultar ante recurrencias frecuentes para confirmar el diagnóstico y descartar otras causas