“China un experimento político único, hasta ahora, económicamente exitoso”
MBA. Hellen Ruiz Hidalgo
Comunicadora Estratégica, OCEX-UNED
El Observatorio de Comercio Exterior (OCEX) de la UNED tuvo el privilegio de entrevistar a Patricia Rodríguez, quien fungió como Ministra Consejera en la primera Embajada de Costa Rica en la República Popular de China, en el periodo 2008-2010.
Patricia es Máster en Administración Pública de la Universidad de Harvard y su más reciente libro se titula: “Sistema Político Chino: más allá de los estereotipos”.
La motivación de esta obra fue plantearse la incógnita: “¿Qué hay detrás de ese milagro económico chino, en lo institucional y en lo cultural?” Esto, aunado a su interés de esclarecer una serie de ideas preconcebidas y difundidas en torno a esa nación asiática, dio como fruto una atinada pieza literaria, en estos momentos históricos, cuando se hace sentir el paso próspero, pero controversial del dragón oriental en Centroamérica.
La entrevista que OCEX presenta a continuación, contrasta, sin duda y claramente, con la corriente políticamente dominante de pensamiento. OCEX, sin compartir necesariamente cada una de las opiniones de Patricia Rodríguez, con relación a China, las presenta, dentro de sus convicciones de pluralismo académico, como contribución a un debate necesario, al que invitamos a todos nuestros lectores a contribuir.
OCEX: ¿Qué recepción ha sentido que tiene su libro y su exposición de lo que aprendió de China?
El libro ha generado un gran interés en nuestro país, tenemos un gran deseo por conocer más sobre China, su cultura y su idioma, eso es mérito nuestro país.
Me llena de alegría y satisfacción, cuando se me acercan tantos jóvenes, con gran entusiasmo de llevar a cabo sueños constructivos con ese país, así como el acercamiento con los estudiantes de las carreras de relaciones internacionales, de negocios y de idiomas.
Soy de la opinión, de que no puede haber negocios provechosos con los chinos sino hacemos un esfuerzo por entender su cultura y su idioma.
Adicionalmente, presenté los principales hallazgos del libro en el Beijing International Society y en el Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales, en Beijing en enero del 2013.
OCEX: ¿Cuál sería el balance que usted hace del sistema político chino en el ámbito de los derechos humanos? ¿Cuáles los principales adelantos y cuáles los más importantes desafíos?
En mi opinión, China ha hecho grandes avances en el tema de los derechos humanos. Durante mi estadía, observé muchas publicaciones que circulaban sobre este tema, dirigidas a la población con el objetivo de que conocieran sus derechos y los pudieran ejercer.
Es interesante mencionar que el Departamento de Estado de los Estados Unidos publica anualmente un reporte de cómo se ubica China en el ámbito de los derechos humanos. Por su parte, China ha iniciado la publicación de cómo se encuentran los Estados Unidos, en este mismo tema. Traigo esto a colación, porque los Estados Unidos son los que más enarbolan estos ideales y son los que más fallan en observarlos.
"A China hay que cederle el asiento cual mujer embarazada", porque China tiene muchas tareas pendientes por cumplir y occidente debe entender que no son realizables de un día para otro. China, en términos de indicadores de derechos humanos y gobernanza, entre otros, se encuentra más adelantada que otras democracias occidentales, pero este tipo de información no se divulga en nuestros países. Un periodista, del periódico la Vanguardia de Barcelona, que vivió cinco años en China, en su charla de despedida, en el Instituto de Cervantes, dijo la siguiente frase: “a China hay que cederle el asiento cual mujer embarazada”.
Entre los pendientes, China debe terminar de establecer su Código Civil. Esto se explica como un tema de índole cultural: para los chinos las leyes van después de la experiencia y no antes. No se crea una ley, hasta que no se demuestre que es realmente necesaria. También, es muy común, en China, que a las leyes se les hagan enmiendas, proceso que constantemente se está realizando, porque las leyes se tornan disfuncionales, por un cambio de actitud o por circunstancias que ya no aplican. La estrategia del Partido es que entre más ceden el poder, al someterse a las leyes, más lo conservan.
En China, dependiendo de la zona, fungían como jueces personas con formación académica básica, es decir, que sólo contaban con la primaria o secundaria. Además, culturalmente, la ausencia de leyes provocaba que la voluntad del superior prevaleciera sobre la del inferior. Esto es una realidad que está muy arraigada en la cultura China.
Los chinos han tenido que aprender que existe el Régimen de Estado Derecho y lo han aprendido muy bien. Prueba de ello es que existen muchas publicaciones que mencionan que el sistema político chino tendrá que evolucionar y prácticamente ya llegó a la formación de un Estado de Derecho.
La presión de occidente sobre China ha sido positiva, en términos de derechos humanos, mediante acuerdos de colaboración con universidades como Harvard, Yale, Princeton y Stanford, entre otras, lograron el establecimiento de oficinas en las escuelas de derecho de las mejores universidades chinas, para apoyar la formación de abogados y la elaboración técnica de leyes.
Entre otros avances, puedo mencionar que, a escasos meses de mi regreso a Costa Rica, se publicó un listado de todos los tipos de delitos que eran sentenciados con pena de muerte y se han suprimido. Esto es un gran esfuerzo, por parte de China, que está en la mejor actitud de complacer y de aprender de occidente.
OCEX: ¿Cuál sería el balance que usted hace del sistema político chino en el ámbito de los derechos laborales? ¿En qué tiene aún tareas pendientes y cuáles son?
Para el establecimiento de un Código Laboral más estricto que evite el “Dumping Social”, los Estados Unidos también han presionado, muchísimo, a China, como lo han hecho también con otros países del mundo. China recibió ayuda de los Estados Unidos para crear su Código Laboral, que entró en vigencia el 1º de enero de 2008. Este Código está siendo acatado por las grandes empresas extranjeras en China.
La pequeña empresa es la columna vertebral de la economía china, el 90% de su economía es sostenida por las pequeñas empresas familiares y no por las grandes empresas, ni por las empresas estatales. Este hallazgo se destacó en una conferencia titulada: “Ayuda a la pequeña empresa”, organizada por la Universidad de Harvard, en China.
Entre las tareas pendientes, retomo la frase: “a China hay que cederle el asiento cual mujer embarazada”. Es una situación difícil, cuando se le tiene que exigir el cumplimiento de los nuevos derechos laborales a las pequeñas empresas familiares que recién inician su negocio. Este tipo de empresa no está en capacidad de proveer esos derechos, entonces los esquivan y el gobierno se hace de la “vista gorda”. El gobierno sabe que si les exige el acatamiento de esos derechos, estas empresas simplemente quiebran.
OCEX: Se sabe que China restringe y regula el funcionamiento de Google en su territorio, creando condiciones disminuidas a la libertad ciudadana de investigación libre con utilización de la web. ¿Cómo nos explicaría usted esas restricciones, suscitadas después de años de funcionamiento libre de Google, dentro de la evolución de China a una mayor democracia?
Yo estaba en China precisamente cuando sucedió el caso con Google. Curiosamente, desde la Embajada y desde mi domicilio, siempre tuve acceso a un sinnúmero de sitios web que me permitieron continuar con mi trabajo de investigación, sin ningún inconveniente.
Una vez, tuve un problema para accesar al blog del profesor Michael Pettis, de la Universidad de Columbia, quien luego se trasladó a dar clases a la Universidad de Pekín. Él es miembro de la Carnegie Endowment for International Peace, organismo muy pro Estados Unidos y un poco anti chino. Él era una persona muy consultada en temas económicos, por los medios de comunicación chinos. Era invitado regular en el programa televisivo chino “Diálogo”.
En el 2008, cuando sucede la crisis financiera internacional y se vive bajo tiempos de incertidumbre económica mundial, Wen Jiabao, Primer Ministro, en ese entonces, propagó la frase: “la confianza vale más que el oro”. En ese contexto mundial, Michael Pettis auguró negativos presagios para la economía china, contradiciendo así la consigna de Wen Jiabao. A raíz de esto, no pude entrar más al blog de Michael, en China, a pesar de eso, todavía es docente en Pekin y no tuve problemas de acceso para entrar a su blog en el Financial Times.
Otro caso ocurrido, precisamente, en ese mismo año, fue la falta de acceso al sitio de You Tube. Esto se debió a la divulgación de videos con escenas en donde policías “supuestamente chinos” aparecían agrediendo a unos monjes, en el Tibet. Caso contrario a los verdaderos hechos sucedidos. Los videos fueron elaborados utilizando a policías de la India, ubicados al borde de la frontera con China, que son muy parecidos a los chinos, al igual que los policías de Birmania.
En mi criterio, lo anterior fue un acto montado, para ocasionar revueltas previas a las olimpiadas. Acto elaborado por ONGs estadounidenses, como la National Endowment for Democracy que usaron a la gente, ocasionándole a China irreparables daños de imagen a nivel mundial. Para evitar la propagación de información falsa que generara inestabilidad social en el país, se tomó la decisión de negar el acceso al sitio de You Tube, por un tiempo.
En China está prohibida la pornografía. Esto generó un gran escándalo con los Estados Unidos, por ese tipo de censura. Hillary Clinton le reclamó a China que eso iba contra la libertad de expresión. China respondió diciendo que la pornografía es el peor daño que se le puede hacer a su juventud y que no querían una juventud psicológicamente enferma.
En China, hoy en día, no se percibe una gran censura en los medios de comunicación, como quizás existió, años atrás. Testigo de esto es el libro de la ex subsecretaria de Estado de los Estados Unidos para Asia Oriental, Susan Shirk. Su obra es un estudio de los medios de comunicación en China, que explica los cambios sucedidos en este tema. A mi parecer, desde que se publicó este libro ha habido mayores cambios. Para citar un ejemplo, basta ver por televisión programas que expresan, de manera abierta y tranquila, que la democracia es algo bueno.
Yu Keping es un señor con un cargo alto dentro del partido comunista y escribió un libro que se llama: “Democracy is a good thing”. Es una publicación que circula libre por todo del país. Entre la gente ha tenido gran aceptación, se discute y se cuestiona: ¿cómo puede China accesar a una mayor democracia?
Está totalmente prohibido decir frases como: “yo quiero que este gobierno caiga mañana y estoy trabajando duro para lograrlo, estoy teniendo asambleas sobre este tema y nos reunimos en el patio de mi casa, todos los jueves”. Eso, usted téngalo por seguro, que el líder de ese movimiento termina en la cárcel.
Usted se preguntará en el ámbito de los derechos humanos ¿por qué a Liu Xiaobo no lo dejaron recibir su premio nobel? En China, la figura de Liu Xiaobo es una figura por la que se siente cierto desprecio y se le considera un traidor, porque tiene nexos con ONGs extranjeras, que tienen como estrategia provocar desestabilización en China.
El mismo caso sucede con Chen Guangcheng, activista ciego a favor de los derechos humanos, opositor ante la medida de procrear sólo un hijo y a los abortos como consecuencia de dicha medida y además tiene nexos con la National Endowment for Democracy. Yo tengo fotografías en donde le han entregado premios.
En algún momento, llegó un señor de la Universidad de New York, quien lo ayudó a salir libre de su casa, porque aparentemente estaba preso o bajo vigilancia y lo trasladó a la Embajada Americana, acompañado con todos los medios de comunicación de occidente. Lo tienen alojado en la Universidad de New York, no sé si como estudiante o docente. Se les da una masiva cobertura de medios, a estos tipos de casos que mencioné.
Las personas que desean practicar un activismo destructivo y tienen nexos con el extranjero, no son aceptados en China, ahí ésta la gran limitación. Estados Unidos utiliza el tema de los derechos humanos para ver si logra desestabilizar a China. Estados Unidos, le dice a China: “Usted no respeta el tema de los derechos humanos, pero le estamos metiendo, organizaciones infiltradas que provoquen inestabilidad”. Entonces, les están quitando la herramienta que ellos tienen para defenderse de occidente.
No ha habido un país como China, en la historia de la humanidad, que haya logrado sacar a 600 millones de personas de la miseria. Después de que reconocieron que tenían un mal régimen y que con ese régimen no podían continuar y por tanto, realizaron un giro de 180 grados, con el fin de proveer a su pueblo de una vida digna y eso es lo que están tratando de hacer.
Ojala, que no suceda lo que el señor John McCain dijo, muy convencido, en la reunión de Seguridad en Munich, a finales del 2011, que a China le iba a llegar: “La primavera árabe”.
Por mi parte, estoy muy contenta de que eso no sucediera, soy del criterio de que en China nadie está buscando un cambio de régimen. Solamente, los occidentales y algunos disidentes chinos que viven en los Estados Unidos.
OCEX: Su libro plantea que China quiere insertarse en la comunidad internacional como una fuerza moral positiva. ¿Podría presentarnos cómo China ha intervenido positivamente para el mejoramiento del ambiente internacional, por ejemplo, en recientes conflictos internacionales, como las amenazas de Corea del Norte, la pretensión de Irán de ser potencia atómica o la guerra civil en Siria?
Robert Zoellick, el expresidente del Banco Mundial, dijo en una oportunidad que China tendría que ser como un “responsible stakeholder” (una parte interesada responsable, traducción de la entrevistadora) y China, cada vez más, se esfuerza por serlo. China ha sido aliada de Corea del Norte, sin embargo, la conducta de los norcoreanos con respecto a la nuclearización de su país está agotando la paciencia de China.
Por su parte, China reconoce la preocupación que tiene occidente al respecto. China ha jugado un papel importante, desde la época de la discusión que hubo sobre ese tema a seis bandas o a seis países, en la zona. Pero, recientemente, a pesar de que a China le preocupa que la influencia americana llegue hasta sus fronteras y se unan las dos Coreas, China ha tenido un papel muy importante en los últimos devaneos de Kim Jong Un y entonces, China ha adoptado una posición junto con los Estados Unidos en contra de las pretensiones de Corea del Norte y eso quizá ha sido una de las razones por las cuales Estados Unidos ha suavizado un poco lo que llamó el “pivot to the asia or to the east” (giro hacia Asia o hacia el este, traducción de la entrevistadora) que consistió en dar un giro en su atención económica y militar hacia la zona de la costa pacífica de China o lo que llaman el mar azul de la China o el mar amarillo. Entonces, esto le explica a los Estados Unidos que la posición de China en Corea del Norte va a ser muy conveniente para el propio bienestar de los Estados Unidos.
Aunque también se ha especulado, en ciertos medios, que ha sido el mismo Estados Unidos el que le ha pedido a Corea del Norte que se comporte de esta manera, para tener la excusa de colocar sus barcos en el norte. Entonces, no es de extrañar que Corea del Norte este recibiendo alguna ayuda de los Estados Unidos y todo esto se resume en un simple juego político.
El tema de Irán está en la mira de Estados Unidos desde hace muchos años. El general de las fuerzas aéreas americanas Wesley Clark, quien fue el que tuvo a su cargo el bombardeo de Serbia, durante el conflicto con Kosovo, dijo, cuando él era candidato por el Partido Republicado contra Bush, en el 2004, que le había sorprendido, después del evento del 9/11, que en el pentágono le mostraron un memorándum que decía que la intención era invadir primero Afganistán, luego Irak y seguir en fila con Libia, Siria e Irán. Hay, pues, también, un interés de los Estados Unidos contra Irán y posiblemente Irán está simplemente, tratando de defenderse por la vía atómica, antes de que le pase lo que le está sucediendo a Bashar al-Asad.
En cuanto a Siria, básicamente, es lo mismo. Existe mucha evidencia de que Estados Unidos si bien no ha apoyado militarmente a las fuerzas de oposición, no lo ha hecho, por varias razones, una porque China y Rusia se han opuesto en el Consejo de Seguridad a crear una “Not fly zone” (zona de exclusión aérea, traducción de la entrevistadora), para impedir que los aviones de Bashar al-Asad dañaran a la población. Sí se sabe que los Estados Unidos han estado anuente, con países que no quieren a Irán, dentro del mismo Medio Oriente como Arabia Saudita, Bahrain, Qatar. Incluso parece que Turquía. Incluso se ha dicho, es una posibilidad no lo puedo asegurar, que el embajador Chris Stevens, el día que murió se había reunido con el embajador de Turquía y una semana antes había participado en un embarque para ayuda humanitaria, en Libia, pero que también llevaba armas a Siria. Entonces, la situación es que a estos países se les ha querido un cambio de gobierno e imponer la democracia, son países con otra cultura.
En lo personal, pienso que no hay que imponerles la democracia occidental a otros países, porque se puede pagar el precio que ya se está pagando, de terribles luchas sectarias y religiosas y generar un caos que solo les lleva al hambre y a la miseria.
OCEX: ¿Cómo visualiza usted un proceso de aprendizaje de nuestro sistema político costarricense de lecciones aprendidas y mejores prácticas en China?
De China podemos aprender que se dieron cuenta que con las ideologías no se resuelve nada en un país, que lo que realmente resuelve las cosas es llegar a consensos, luego de haber ser sido examinada con ojo de laboratorio la realidad tal cual es. También tenemos que aprender de ellos que la realidad es muy cambiante y no buscar en los libros una receta de cómo se debe gobernar un país. Entonces ese pragmatismo chino les ha dado muy buen fruto.
Otra cosa que debemos aprender de los chinos es el “Confucionismo” que está vivo en China, que hace que a pesar de que existan divisiones de opiniones, las cuales se ven muy reflejadas en los medios de comunicación chinos, en debates, en “think tanks” (grupos de reflexión, traducción de la entrevistadora), en temas muy relevantes, ellos, como son confucianos, se basan en que la sociedad es más importante que la persona, el todo es más importante que la parte.
El espíritu de un país es más importante que el ego de cada individuo. Aunque, todo mundo tiene su opinión sobre algo, si los chinos sienten que tienen que ceder en beneficio de la globalidad o totalidad o alcanzar un conceso en un momento oportuno, deponen fácilmente sus posiciones y se llega más fácil a un acuerdo, en comparación con nuestros países, donde somos tan ideológicos que nadie cede y juzgamos las cosas bajo un lente ideológico y no bajo un análisis empírico con todos los datos disponibles de qué es lo que más conviene a un país en determinado momento.
Esta es una gran lección que debemos aprender de los chinos, su capacidad de llegar a consensos porque fácilmente deponen sus posiciones, porque no son ideológicas, o si acaso tienen un trasfondo de un cierto pensamiento unos son más liberales, otros son quizás más socialistas, otros más confucianos, pero eso no limita que puedan entender a la otra parte y poner abajo porque no están dominados por ideologías, es más fácil llegar a tomar decisiones más acertadas.
En China, contrariamente a lo que nosotros creemos hay muchos canales o vías para obtener retroalimentación de las personas interesadas en implementar, ya sea, una ley o una decisión práctica. No se llega a estos consensos sobre la voluntad de unos pocos, sino que, hay un amplio margen de discusión pública, pero es una discusión ordenada no es una cuestión anárquica.
OCEX: ¿Compártanos algunas anécdotas significativas de su estancia en China, ahora que estuvo como Ministra Consejera?
Recién llegada a China, me sucedieron muchas anécdotas. Recuerdo algunas de índole jocosa. Por ejemplo, en China nadie se saluda o se despide de beso. Yo lo olvidé y al despedirme, obviamente, de beso, de una amiga china de suma confianza, ella se sobresaltó y dio tres pasos hacia atrás, para mantener su distancia.
Los chinos se distinguen por consumir productos muy frescos. Una vez, al ir de compras me impresionó un ruido muy extraño y resultó que se trataba de un pollo al que estaban matando, en ese mismo instante. Me explicaron que el cliente se asegura, de esta forma, que la carne esté lo más fresca posible.
En una ocasión, tenía mucho calor y entre las bebidas que me ofrecieron, me decidí por una cerveza. Yo me esperaba mi cerveza bien fría o, al menos, con hielo. Resulta que los chinos toman todas las bebidas a temperatura ambiente o caliente.