Don Álvaro Valverde Palavicini ha tenido una muy destacada trayectoria profesional en la implementación de la política pública de Costa Rica en la atracción de inversión extranjera directa. En 1980, iniciando la década que marca los albores de la internacionalización costarricense, fue director del Departamento de Exportaciones del Centro de Promoción de Exportaciones (CENPRO) y lideró el proceso de la creación de la Ventanilla Única de Exportación. Años después, una experiencia acumulada laborando en la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE), en la Corporación de la Zona Franca y la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) pavimentaron su camino para llegar a desempeñarse, desde el 2010, como Director Ejecutivo de la Asociación de Zonas Francas (AZOFRAS).
Aprovechando esa amplia experiencia, OCEX comparte con sus lectores un relevante intercambio de criterios con don Álvaro sobre los éxitos logrados, los retos pendientes y los desafíos a afrontar, en los tiempos de Trump y del Brexit. Compartimos con nuestros lectores, en OCEX-Informa, tres décadas de una experiencia que ha corrido paralela a nuestro actual modelo de desarrollo, destacando, en una entrevista, los más significativos giros de inflexión de nuestra historia en la promoción de exportaciones e inversión extranjera directa.
Entrevista a Álvaro Valverde, exdirector de la Asociación de Zonas Francas (AZOFRAS).
1.VG. Para mí, personalmente, don Álvaro, es de un gran orgullo contar con su aprecio y amistad. OCEX le agradece su amable disposición a conceder una entrevista para nuestros lectores en Costa Rica y en el extranjero. Su trayectoria profesional corresponde en mucho con la trayectoria de Costa Rica en su apertura comercial. Por eso es de gran trascendencia recabar sus experiencias en la promoción de las inversiones en Costa Rica. Decía Hegel que todo lo bueno viene en tres. Según su criterio cuáles son los tres momentos más significativos en la promoción de Costa Rica como destino de inversión extranjera.
AV. Recordemos que la inversión extranjera ha estado presente en nuestra economía desde la época agroexportadora, con el banano como con el café. En el caso del banano, su plantación significativa empieza con el acuerdo realizado con el Sr. Minor Keith, quien estaba a cargo de la construcción del ferrocarril del Caribe al Valle Central y logró que se le otorgaran terrenos a lo largo de la ruta para la siembra del banano. Él y sus principales socios eran estadounidenses. Y con el café, primero en la comercialización y luego en la siembra, fueron capitales ingleses y alemanes los que consolidaron el mercado internacional del grano de oro, cuyo cultivo masivo se venía impulsando como política pública desde diferentes gobiernos desde la época de don Braulio Carrillo.
Pero volviendo a la pregunta, creo que el primer momento tiene sus orígenes en que Costa Rica, era un país agro exportador, de básicamente dos cultivos, los ya mencionados. Con esa realidad llegamos hasta la crisis de los años setenta, cuando se desató una recesión mundial, especialmente provocada por el alza de los precios del petróleo, producto de la conformación de la Organización de Países Productores de Petróleo, que defendían sus intereses y aumentaron sus ingresos vía precios al petróleo. La crisis que se agravó durante el gobierno de don Rodrigo Carazo Odio, el endeudamiento externo por la factura petrolera y la caída de los precios internacionales de los productos considerados “postres” como era el caso del café y el banano, nos llevaron a una situación económica frágil y preocupante. Entre muchas de las acciones que se tomaron, una fue que había que diversificar las exportaciones y los mercados de destino. Desde ahí arranca, quizás la única política pública que ha prevalecido en el tiempo, independientemente de los gobiernos de turno: promoción de exportaciones no tradicionales a terceros mercados. De dos productos de exportación hemos pasado, según cifras de PROCOMER, a exportar más de 4.300 productos a unos 150 mercados de destino.
Pero para atar este hecho con tu pregunta, sucede que, para diversificar las exportaciones, unos de los elementos claves de la política fue la decisión de iniciar un esfuerzo diseñado específicamente para la atracción de inversión extranjera (IED). Para impulsa ese propósito, se crea CINDE, con fondos de la AID. CINDE, una vez capacitados costarricenses en el tema de atracción de IED por expertos irlandeses, procedió a abrir 7 oficinas a nivel internacional, cuatro en los Estados Unidos, dos en Europa y una en Asia. Fue una labor titánica de parte de CINDE y sus promotores en el exterior, (estuve como director en la de California y la de Florida). Vaya tiempos, motivar a un inversionista para que viniera a Costa Rica, cuando éramos la carne del sándwich entre Noriega en Panamá y los Sandinistas en Nicaragua. Pero el mensaje de ser un país democrático, en paz y seguro prevaleció y con ello floreció la época de la maquila textil en nuestro país.
El segundo acontecimiento fue ponernos en el mapa mundial, esos eran tiempos en que si estabas en New York eras puertorriqueño, en California, mejicano y en Florida cubano o colombiano. (Recuerdo que una vez fui a hacer una presentación a una empresa en San Diego, California y la recepcionista le dijo al presidente de la compañía que en la recepción lo buscaba “a mexican from Costa Rica”). Pero suceden dos cosas, en 1987 el señor presidente Oscar Arias gana el Premio Nobel de la Paz (por cierto, estamos celebrando los 30 años de ese acontecimiento) y, en 1990, Costa Rica va por primera vez a un Mundial de Futbol. Definitivamente eso dos acontecimientos nos dieron identidad a nivel mundial, ya no había que explicar que no éramos otra isla en el Caribe y que era seguro venir a invertir a nuestro país.
Y, tercero momento de importancia, ha sido la creación de CINDE, que ha prevalecido en el tiempo, y, nadie pone en duda su eficacia y profesionalismo en el tema de atracción de IE. Producto de su esfuerzo, Costa Rica ha logrado reinventarse, me explico: venida la pacificación de Centro América, nuestra industria textil maquiladora voló hacia otros países vecinos, con mano de obra menos costosa. Pero en vez de echarnos a morir, producto de preparación educativa y habilidades técnicas extraordinarias de los costarricenses, logramos emigrar hacia procesos más sofisticados y mejor remunerados. Así, por ejemplo, hoy en día en el sector de ciencias de la vida hemos pasado de 8 empresas en el 2000 a 70 en 2016, en manufactura avanzada de 30 a 50 empresas y en servicios de 5 a 147 en el mismo periodo.
2.VG. En 2010 se implementó la nueva ley de zonas francas. ¿Podría, don Álvaro, explicarnos las condiciones nacionales que dieron lugar a esa ley, cuál ha sido el impacto real de su implementación y cuáles los desafíos actuales para sacar mayor provecho de sus potencialidades?
AV. La ley de zonas francas se modifica esencialmente para cumplir con la normativa de la Organización Mundial del Comercio, que prohíbe otorgar incentivos fiscales sujetos a que la empresa exporte a mercados internacionales, en tanto que estima que esos incentivos actúan como competencia desleal. Los incentivos de zonas francas en Costa Rica estaban así diseñados.
En la Asamblea Legislativa se aprobó en 2010, con el voto unánime de los diputados presentes la modificación, creando un inciso f) al Artículo 17 de la Ley, para otorgarle a las empresas manufactureras los incentivos fiscales, ya sea “que exporten o no”. Es interesante ver que con esta modificación no sólo se cumplía con las exigencias de la OMC sino que también, se pretende incentivar la inversión nacional dentro del Régimen de Zonas Francas, siempre y cuando ésta cumpla con ciertos parámetros exigidos por ley.
Su implementación es bien valorada viendo los números referidos en la pregunta anterior. Las zonas francas siguen creciendo, hoy día son el sostén de las exportaciones no tradicionales a terceros mercados, en la última década más del 50% del total de las exportaciones de Costa Rica proceden de las zonas francas. Debemos recordar también, y tenerlo muy en cuenta, que la modificación del 2010 le ha puesto un impuesto sobre las ganancias a las empresas del inciso f).
De acuerdo con PROCOMER las zonas francas dan empleo directo a más de 82 mil costarricenses, y más de 43 mil empleos se benefician indirectamente. Por otro lado, el aporte de estas empresas y sus empleados le aportaron a la caja en el 2015 $515 millones de dólares y $22 millones al INA. Según dicho estudio, muy seriamente realizado, por cada dólar que el país dio en incentivos recibió $6.2 dólares. Está de por demás aceptar que el régimen es sumamente rentable para el país.
En cuanto a cómo sacarle mayor provecho a nuestro potencial, la dirección correcta ya está trazada, debemos diversificar los sectores de atracción de inversión extranjera, aunque sea siempre en el campo de la manufactura avanzada, las ciencias de la vida y los servicios, pero además se está implementando una estrategia para la atracción de empresas dedicadas a la investigación y el desarrollo, así como aquellas dedicadas en el campo de la aeronáutica. El crecimiento de los servicios al ritmo que va debe ser de consideración, son inversiones que fácilmente pueden irse del país si se les cambia las reglas del juego o encuentran mejores y mayores ventajas en países competentes. Algunos de ellos a la vuelta de la esquina: Panamá y Colombia.
3.VG. Hablemos de algo poco usual. Sólo alguien de amplitud de criterio, como usted, tiene la visión y la entereza de ver también los tonos de grises. Háblenos de eso, de los tonos grises en nuestra, por otra parte, exitosa historia de comercio exterior y atracción de inversión extranjera. ¿Qué mejores prácticas internacionales no hemos sabido implementar y cuáles considera que son los mayores desafíos actuales?
AV. Creo que Costa Rica es más bien un ejemplo de la buena aplicación de la practicas internacionales en cuanto a la atracción de IED, no en vano hemos sido y somos un modelo a seguir por la competencia internacional.
En cuanto a tareas pendientes, me parece que se debe hacer mucho más en fortalecer los encadenamientos entre la industria local y las transnacionales establecidas en las zonas francas. Queda mucho por hacer para que nuestras empresas, especialmente las PYMES se preparen para ser abastecedores de dichas empresas, la ausencia de certificaciones internacionales de nuestros procesos de producción en algo que se debe resolver, así como la capacidad instalada de las empresas.
Y, lo más serio que debemos resolver en utilizar al régimen como un instrumento de desarrollo regional. Este es el gran pecado que persiste en los esfuerzos de atracción de IED desde el propio inicio de las zonas francas. Nos hemos olvidado de que jurídicamente las zonas francas inician en el país con la promulgación de la Ley 6695 del 10 de diciembre de 1981. Esta Ley creaba las zonas francas, aunque de carácter público en su administración, para que las mismas se establecieran en Puntarenas, Guanacaste y Limón. Aún más, recuerdo que la Ley mandaba que no podía haber zonas francas en otras zonas del país hasta tanto estas no se desarrollaran en las regiones citadas. ¡Pasó, que luego hubo que modificar la Ley para que la Corporación de Zonas Francas (hoy día fusionada en PROCOMER) diera en concesión privada zonas francas en el valle central, la primera de ella en 1985, establecida y administrada por el Grupo Zeta en Cartago, lo demás es historia! La IED en las zonas francas poco ha contribuido al desarrollo regional. Es una tarea titánica pendiente de resolver, para ello no bastan incentivos diferenciados, que ya existen, sino que los gobiernos locales y las comunidades mismas se involucren en hacer de sus regiones más competitivas.
Vale mencionar que tanto CINDE como PROCOMER y un tanto AZOFRAS, hacen esfuerzos en esa dirección. Su éxito dependerá de que el gobierno central y el local puedan establecer las condiciones idóneas que la inversión extranjera demanda: mano de obra calificada, accesos e infraestructura moderna, telecomunicaciones adecuadas, parques industriales modernos, servicios prontos y cumplidos, entre otros. Una forma de avanzar en este sentido sería que lográramos un acuerdo nacional para que la Ley de Zonas Francas permita la creación de zonas francas temáticas, y, que estas se establezcan en zonas de menor desarrollo únicamente, con incentivos innovadores y regulaciones diferenciadas y estrictas. Así por ejemplo, podríamos establecer una zona franca de servicios médicos-turismo en Guanacaste, donde tenemos las condiciones dadas, otra de servicios de logística en Limón, y otras agroindustriales en Puntarenas, Zona Norte y Sur, para que le den valor agregado a los productos primarios del mar y del agro, que además del valor agregado a las exportaciones, le darían empleo a mano de obra menos privilegiadas en el tema de preparación académica y técnica, amén que contribuiría a minimizar la migración al valle central.
4.VG. Sólo la agudeza de las lecciones del pasado puede permitir visualizar con solidez los desafíos que presenta el futuro. ¿Cómo visualiza el contexto de la inversión extranjera en Costa Rica en tiempos de Trump y de Macron, del Brexit y de la crisis de la UE?
AV. Con la elección del señor Trump en Estados Unidos todo está centrado en suposiciones más que en realidades. El señor Trump está muy preocupado por los acuerdos internacionales que le han creado un déficit extraordinario con sus contrapartes, llámese México y Canadá en el NAFTA, con quienes si tiene todo un esfuerzo desde su primer día en la presidencia dirigido a una renegociación donde espera obtener mejores condiciones para USA.
En cuanto al acuerdo RD-CAFTA, y específicamente con Costa Rica, Estados Unidos tiene un superávit en la balanza comercial, de ahí que no es de esperar que este tratado este desvelando a Trump, pero debemos estar alertas.
En cuando a Macron y Europa en general, se debe tener en cuenta lo que negocie Estados Unidos con Gran Bretaña en el campo de un tratado de libre comercio. Además de estar atentos a esos eventos, debemos concentrar esfuerzos en el acceso a otros mercados, tal es el caso de China llamada a llenar el espacio que deje USA a nivel internacional y, desde luego el ingreso de Costa Rica a la Alianza del Pacífico. En el primer caso ya estamos dando pasos importantes, nuestra piña ya está ingresando y estamos trabajando en los permisos para otros productos como el melón y productos congelados. En el caso de la Alianza, no ha sido más que un capricho del presente gobierno el posponer las negociaciones para nuestro ingreso. ¿Que hay cosas que se deben aclara y negociar, especialmente con el sector agrícola? ¡Cierto! Pero si no arrancamos no avanzamos.
5.VG. Para concluir, don Álvaro, una pregunta abierta: Háblenos de sus mejores recuerdos y más valioso aprendizaje de su paso profesional en la promoción de inversión extranjera directa en Costa Rica.
AV. Lo primero mi paso por CINDE, cuando fui director de la oficina en la costa oeste de USA, ubicada en Los Ángeles y de la oficina en la costa este, ubicada en la Florida y luego dirigí las siete oficinas de CINDE en el exterior. Eso me dio un gran aprendizaje, pero más que eso, una gran satisfacción al saber que con nuestro esfuerzo (la gente CINDE) y la llegada de empresas a nuestro país, estábamos creando empleo para familias costarricenses, que tanto lo necesitaban en momentos de crisis.
Y más tarde, como Gerente de la Corporación de Zonas Francas, participé de todo el proceso para la venida de INTEL. Recuerdo que empezamos a competir por la planta con otros 12 países o posibles sitios, al final quedamos hombro a hombro con Guadalajara, México, para finalmente llegar a la línea final solos. Fue todo un esfuerzo desde el gobierno, CINDE y la Corporación, pero todos con el mismo objetivo, lograr la venida de INTEL a Costa Rica.