El siguiente artículo reseña que desde las primeras horas de la administración Trump, es interminable su lista de acciones disruptivas del orden geopolítico. Pero Trump es solamente el resultado de situaciones que lo preceden y sus iniciativas son la punta del Iceberg, síntomas certeros de la debilidad de los paradigmas estructurales que han articulado las políticas públicas y las narrativas ideológicas de los últimos 35 años.
Trump se inscribe, con toda coherencia, dentro de lo que se va convirtiendo, cada vez más, en un movimiento irrefrenable del que forma la dimensión doméstica de su bastión geopolítico. Son muchos paradigmas que comienzan a ser cuestionados, en lo que se puede considerar realmente un cambio de época, muy acertadamente descrito por el Canciller alemán Shultz, como Zeintenwende, giro de los tiempos, cambio de época. Sus manifestaciones van de la mano con la crisis de la globalización, la vulnerabilidad sistémica de la democracia liberal, el ascenso mundial de corrientes de derecha extrema xenófoba y el retorno del proteccionismo.
Estamos en el ojo de un huracán geopolítico con posibles monstruos de crepúsculos gramscianos. Esa referencia se vincula con la expresión de Gramsci que decía que “El tiempo viejo muere, el nuevo tarda en aparecer y en ese crepúsculo nacen los monstruos".
De ahí que el artículo se refiere a los peligros inherentes a los tiempos de transición. Seguidamente, les compartimos el artículo en: https://www.larevista.cr/velia-govaere-vicarioli-monstruos-de-crepusculos-gramscianos/