Este foro contó con la destacada presentación del Sr. Ottón Solis, político y economista costarricense, el tema que abordó fue "China o Estados Unidos: un falso dilema para Américaforo otton Latina", la disertación de don Ottón Solís sobre el dilema entre Estados Unidos (EE. UU.) y China en ALC ofrece un enfoque estratégico y pragmático para abordar las relaciones internacionales en un mundo cada vez más bipolar.

El análisis se enfocó en la percepción y la problemática de la elección entre estos dos poderosos actores globales en el contexto de la política y economía de ALC. Don Ottón se refiere a la idea de que los países de América Latina no deben verse obligados a elegir entre dos grandes potencias, China y Estados Unidos, en términos de sus relaciones económicas y políticas. Seguidamente, se enlistan los puntos clave mencionados:

1. El mundo bipolar: confrontación o armonía

Bipolaridad como ventaja estratégica:

  • Diversificación de poder. Solís plantea que un mundo bipolar, donde el poder esté dividido entre EE. UU. y China, ofrece más oportunidades para ALC en comparación con un mundo unipolar dominado por una sola potencia.
  • Reducción de la dominación. La existencia de dos grandes potencias compitiendo por influencia en ALC reduce las posibilidades de dominación unilateral, dando a la región margen de maniobra.

Implicaciones para ALC:

  • Ventajas estratégicas. ALC puede beneficiarse de la competencia entre EE. UU. y China para negociar términos más favorables en comercio, inversiones y cooperación.
  • Riesgos asociados. La creciente rivalidad geopolítica puede obligar a los países de la región a tomar decisiones difíciles si no adoptan una postura estratégica clara.

2. Actuar estratégicamente: evitar la incondicionalidad

Neutralidad estratégica. Solís subraya que ALC no debe tomar partido incondicionalmente por ninguna de las potencias. En lugar de eso, la región debe mantener una posición independiente y equilibrada que le permita maximizar sus beneficios.

Ejemplo de riesgos de alineación:

  • Dependencia de EE. UU. Históricamente, ALC ha estado alineada con EE. UU., lo que ha limitado su capacidad para diversificar sus socios comerciales y tecnológicos.
  • Posibles excesos con China. Un enfoque excesivamente dependiente de China podría generar riesgos, como endeudamiento, dependencia tecnológica o falta de transferencia de valor agregado.

Propuestas estratégicas

  • Diseñar políticas que prioricen el interés nacional sobre las alineaciones ideológicas o geopolíticas.
  • Mantener diálogos abiertos con ambas potencias, enfocándose en la cooperación y evitando confrontaciones innecesarias.

3. Sacar el mejor provecho de ambos: competencia por la amistad

Pragmatismo inspirado en Lord Palmerston. Solís cita a Lord Palmerston: "Inglaterra no tiene amigos ni enemigos eternos; solo nuestros intereses son eternos", para destacar la importancia de priorizar los intereses nacionales sobre las alianzas permanentes. Tácticas para maximizar beneficios:

  • Competencia por influencia. Fomentar la competencia entre EE. UU. y China por proyectos de inversión, cooperación tecnológica y mercados en ALC.
  • Negociación desde la fortaleza. Aprovechar los puntos fuertes de la región, como su riqueza en recursos naturales y su ubicación estratégica, para obtener mejores acuerdos con ambas potencias.

Equilibrio en áreas estratégicas:

  • Con EE. UU.: Innovación tecnológica, tratados de libre comercio y cooperación en seguridad.
  • Con China: Financiamiento de infraestructura, transferencia tecnológica y comercio de manufacturas.

4. Cambiar la pregunta: aprovechar a ambos socios

  • Un falso dilema. Solís cuestiona la narrativa que obliga a ALC a elegir entre EE. UU. o China, argumentando que esta perspectiva es limitante y perjudicial para la región.
  • Estrategia alternativa. Optimización de relaciones: En lugar de "¿EE. UU. o China?", el enfoque debería ser "¿Cómo podemos maximizar los beneficios de ambos socios?".
  • Desempeño regional coordinado: Establecer foros regionales para desarrollar estrategias colectivas que fortalezcan la posición negociadora de ALC frente a ambas potencias.

A continuación, se presenta un análisis ampliado sobre este tema, incluyendo sus elementos principales, contextos y las implicaciones para la región. El contexto de América Latina ha sido históricamente influenciado por Estados Unidos, desde la época de la doctrina Monroe hasta los acuerdos actuales en comercio, inversión y políticas de seguridad. Sin embargo, en las últimas dos décadas, China ha emergido como un jugador clave en la región, ofreciendo una alternativa competitiva a la influencia estadounidense. Esto ha llevado a algunos a plantear la cuestión de si América Latina debe alinearse con uno de estos países, generando un "dilema" que, según Solís, es en gran medida falso.

Seguidamente se detallan los elementos del Falso Dilema:

  • Dependencia Histórica de EE. UU. La relación de América Latina con Estados Unidos ha estado marcada por una dependencia económica histórica, en la que muchos países de la región han dependido de inversiones y comercio con EE. UU. Sin embargo, esta dependencia a veces ha llevado a políticas que no siempre benefician a los países latinoamericanos. 
  • El Ascenso de China. La rápida expansión económica de China ha llevado a un incremento de su presencia en América Latina a través de inversiones en infraestructura, minería, energía y agricultura. Esto ha generado una percepción de competencia con Estados Unidos por la influencia en la región.
  • Navegación entre Potencias. La idea de que los países de América Latina deben elegir entre alinearse con China o Estados Unidos niega la capacidad de la región de manejar sus relaciones internacionales de manera pragmática. En lugar de una elección de "blanco o negro", sería más adecuado adoptar un enfoque multifacético que permita a los países latinoamericanos beneficiarse de ambas naciones. 

Entre los argumentos a favor del Enfoque Multifacético, citamos a continuación:

  • Diversificación de Socios Comerciales. América Latina puede beneficiarse al diversificar sus relaciones comerciales, no limitándose a un solo socio, lo que puede proporcionar mayor estabilidad económica y reducir riesgos.
  • Diversificación de relaciones. Solís argumenta que América Latina tiene la oportunidad de diversificar sus relaciones internacionales, no limitándose únicamente a los vínculos con Estados Unidos o China. La región puede y debe buscar establecer relaciones sólidas con múltiples aliados en el contexto de un mundo multipolar. 
  • Inversiones y comercio. Aunque tanto Estados Unidos como China ofrecen oportunidades de inversión y comercio, Solís sugiere que América Latina debería evaluar cómo estas relaciones impactan de manera específica en su desarrollo. Esto incluye considerar los términos de los acuerdos, las condiciones laborales y el respeto al medio ambiente. 
  • Autonomía Política. Mantener relaciones con ambos países puede permitir a las naciones de América Latina tener mayor autonomía en la formulación de sus políticas, evitando depender exclusivamente de un solo poder. 
  • Soberanía y autonomía. Uno de los temas centrales de su argumento es la soberanía. América Latina tiene la capacidad de tomar decisiones independientes que no necesariamente dependan de la influencia de ninguna de las potencias, promoviendo una política exterior más autónoma y fundamentada en intereses nacionales. 
  • Acceso a Recursos y Tecnología. Colaborar con China puede facilitar el acceso a recursos financieros y tecnológicos, mientras que trabajar con Estados Unidos puede proporcionar acceso a mercados más grandes y a tecnologías avanzadas. 
  • Colaboración en Asuntos Globales. América Latina también puede jugar un papel importante en foros internacionales, promoviendo su propia agenda y contribuyendo a debates sobre temas globales, como el cambio climático, el desarrollo sostenible y la paz. 

En el rubro de los desafíos globales, Solís menciona como el cambio climático y la desigualdad, requieren de una colaboración internacional más que de una polarización entre dos potencias. América Latina puede jugar un papel clave al unirse a diferentes actores en la búsqueda de soluciones comunes. A continuación, se citan los desafíos del Enfoque Multifacético:

  • Influencia Geopolítica. Ambos países tienen intereses geopolíticos y podrían oponerse a que América Latina adopte un enfoque equilibrado, presionando a los países de la región para que se alineen con uno u otro. 
  • Condicionamientos Asociados. Las relaciones con ambos países pueden venir acompañadas de condicionamientos políticos o económicos, que pueden afectar la soberanía de los países latinoamericanos. 
  • Disparidades en Intereses. Las prioridades y necesidades de América Latina pueden no siempre alinearse con los intereses de China o Estados Unidos, lo que puede crear tensiones en las relaciones. 
  • Intereses propios. Don Ottón enfatiza que los países latinoamericanos deben priorizar sus propios intereses y necesidades, promoviendo políticas que favorezcan el desarrollo regional, en lugar de alinearse ciegamente con una de las dos potencias. Esto implica negociar acuerdos que beneficien a sus economías y sociedades. 

A manera de recomendaciones, don Ottón nos recuerda que debemos trabajar en desarrollar capacidades diplomáticas para negociar con ambas potencias desde una posición de fortaleza. Es necesario invertir en infraestructura y educación para aprovechar mejor las oportunidades ofrecidas por ambas naciones. Crear una visión regional unificada que permita a ALC actuar como un bloque estratégico en el sistema internacional. Este enfoque busca garantizar que la región no solo sobreviva, sino que prospere en un mundo marcado por la rivalidad entre EE. UU. y China. Entre las implicaciones para América Latina, don Ottón enfatizó:

  • Fortalecimiento de la Integración Regional. Abordar el dilema de manera pragmática podría contribuir a un mayor fortalecimiento de la integración regional en América Latina, donde los países de la región trabajen juntos en lugar de caer en la trampa de la dependencia externa.
  • Construcción de una Agenda Propia. Los países latinoamericanos tienen la oportunidad de construir una agenda propia que tome en cuenta sus intereses nacionales y regionales, en lugar de ser arrastrados por las dinámicas de poder entre China y EE.UU.
  • Sostenibilidad y Desarrollo Inclusivo. Adoptar un enfoque dual podría ayudar a América Latina a enfocarse en un desarrollo más sostenible e inclusivo, aprovechando la inversión y la tecnología de ambos lados, pero siempre con un enfoque en las necesidades de sus pueblos. 

A manera de conclusión, la postura de Ottón Solís resalta la necesidad de un enfoque pragmático e independiente por parte de ALC en un contexto global cada vez más polarizado. Actuar estratégicamente implica evitar la alineación incondicional con EE. UU. o China y, en cambio, posicionar a la región como un socio indispensable para ambas potencias.

El debate sobre si América Latina debe elegir entre China o Estados Unidos es un falso dilema que simplifica una realidad más compleja. Optar por un enfoque multifacético que fomente relaciones constructivas con ambas potencias podría proporcionar a los países de la región la flexibilidad necesaria para navegar en un escenario internacional en constante cambio. Esto, a su vez, permitirá a América Latina maximizar sus beneficios y avanzar en su propio desarrollo sin caer en la trampa de la dependencia.

El análisis de Ottón Solis invita a los países de América Latina a pensar más allá del falso dilema entre China y Estados Unidos, alentando una política exterior basada en la pluralidad de relaciones y la defensa de sus propios intereses regionales. La clave es aprovechar las oportunidades de ambas potencias sin caer en su dependencia, promoviendo un desarrollo sostenible e inclusivo. A continuación, le compartimos el power point de don Ottón Solís, (descargar).

El evento fue transmitido en vivo por equipo de Onda UNED y la grabación está accesible en línea en: https://www.youtube.com/watch?v=1xxRoUDuv08