El 23 de julio del 2025, OCEX fue invitado a impartir unas reflexiones en ocasión de la visita del Excmo. Sr. Ma Hui, Viceministro del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista Chino en el evento conmemorativo del 10 aniversario de la Asociación Estratégica entre China y Costa Rica. En este espacio formal de intercambio de opiniones y reflexiones con la academia costarricense, Velia Govaere, investigadora de OCEX, presentó unas breves reflexiones en este sentido:

Costa Rica sigue con su mirada atenta al desarrollo de China. Tenemos los ojos puestos en el milagro chino como el gran paradigma de nuestros tiempos: alcanzar el crecimiento y la modernidad sin olvidar la equidad social. Profundizar el comercio internacional sin descuidar el mercado interno. Entender la interdependencia global sin aceptar condicionamientos ideológicos. Me permito citar las reflexiones profundas del Presidente Xi Jingping, en el XX Congreso del Partido Comunista Chino: “Hemos identificado la contradicción principal que enfrenta la sociedad china, dijo el presidente Xi, esa es la que existe entre el desarrollo desequilibrado pero insuficiente y las necesidades cada vez mayores del pueblo de una vida mejor. Y hemos dejado en claro que cerrar esa brecha debe ser el foco de todas nuestras iniciativas”.

Les aseguro que esas palabras perfectamente encajan en las realidades de Costa Rica. Costa Rica vive una dualidad creciente, donde su modelo de desarrollo asimétrico se manifiesta con crudeza en espacios geográficos de desigualdad, menor desarrollo humano, mayor desempleo y extrema vulnerabilidad social con una cascada de necesidades ignoradasNuestra dualidad consiste en que esa realidad de progreso relativo de los segmentos sociales vinculados con la exportación convive con el permanente retraso de los sectores relacionados solamente con el mercado interno. Esa la duplicidad se manifiesta igualmente entre el equilibrio macroeconómico estable de nuestro país dependiente permanentemente de los ingresos de divisas producto de la inversión extranjera directa y las exportaciones. Sólo así logramos compensar la debilidad de nuestro aparato productivo endógeno. Eso no es sostenible y somete a Costa Rica a la inseguridad derivada de los vaivenes de las políticas internacionales.

Por eso las reflexiones del Presidente Xi responden una realidad inmensamente profunda: el desarrollo siempre es desigual y los desequilibrios, inevitables. De dónde se deduce la importancia de Políticas de Estado. La asociación estratégica con la República Popular nos ofrece una gratificante oportunidad de aprendizaje. Su principal lección es y sigue siendo la lucha permanente por restaurar la armonía en el desarrollo económico que es un generador sempiterno de desequilibrios.

La asociación estratégica de Costa Rica con China tiene ese particular contenido: aprender las lecciones del desarrollo chino, adaptándolas a nuestras propias circunstancias nacionales. Es un enorme desafío. Podemos aprovechar las enormes ventajas que nos ofrece el comercio con China. Podemos tomar ventajas de su generosa cooperación. Pero eso nos dejaría a mitad de camino de lo que realmente sería estratégico. Lo estratégico, y en ese sentido decisivo, sería ahondar en la comprensión de la experiencia de sus políticas públicas y adaptarlas a nuestras realidades. Comprender las estrategias que le permitieron a China la total eliminación de la pobreza extrema y que combinaron el impulso ofrecido por su apertura comercial internacional con el desarrollo simultáneo de su mercado interno, cada vez más atendido por sus propias capacidades productivas nacionales.

Costa Rica ha realizado un exitoso camino de aprovechamiento del acceso al mercado chino. Menor ha sido, tal vez, su vinculación en materia de cooperación. Pero donde tenemos todavía mucho camino que recorrer es en el proceso de incorporar en nuestras políticas públicas las experiencias de una China que siempre atiende los desequilibrios producidos por el desarrollo económico.”