conclusionesocex

Fortaleciendo las Capacidades Nacionales Frente al Dumping y al Subsidio
 
LLM. Velia Govaere Vicarioli
Cordinadora OCEX-UNED
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Evento OCEX-CADEXCO: Oportunidades Comerciales TLC con Perú

LLM. Velia Govaere Vicarioli
Cordinadora OCEX-UNED

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Amigos y amigas: Gracias por su asistencia a este evento de presentación de las oportunidades comerciales que se abren para Costa Rica, en particular para su sector exportador, con el próximo TLC con Perú.  Los expositores han mostrado los avances del proceso negociador y las perspectivas que se abren en el futuro inmediato. 

Más que volver a reafirmar cada una de las ponencias, quisiera yo más bien, a modo de conclusión, hacer una reflexión sobre el profundo significado que tienen estas negociones para Costa Rica, desde un punto de vista más estratégico, es decir, en el largo plazo y en la visión complementaria que significa en nuestro giro comercial y político nacional.
 

Las negociaciones con Perú vienen a consolidar dos movimientos importantísimos desde el punto de vista histórico. Es por ello que este tratado va mucho más allá de sus resultados concretos en materia de oportunidades comerciales para ambos países. Si bien nuestro intercambio con Perú ha sido modesto y hasta ahora deficitario, como es natural que sea, tratándose de dos economías de desigual espectro, este TLC va a consolidar el giro de nuestra mirada estratégica hacia el Sur y de nuestro movimiento decisivo hacia el pacífico asiático.
 

Tradicionalmente, desde la colonia Costa Rica ha puesto su acento en el Norte y hacia el Este, hacia Europa. Las realidades actuales del comercio, de la demanda mundial de productos y del eje productivo y de inversión internacional han estado sufriendo grandes transformaciones desde hace más de una década. El futuro de la economía mundial se perfila con energía hacia un cambio en las correlaciones de fuerza, con grandes gigantes asiáticos que tienen la vocación natural de convertirse en nuestros grandes socios comerciales. 
 

El gobierno de Costa Rica así lo ha comprendido y desde la pasada administración se ha consolidado esta tendencia, con el establecimiento de relaciones diplomáticas con China y la negociación de sendos TLCs con este país y con Singapur. Vienen nuevas negociaciones con Corea del Sur y eventualmente con Japón y con India. 
 

Hacia el Sur fue la brújula que se abrió con el TLC primero con Chile, luego con Panamá y que se consolida ahora con Perú. Chile y Perú comprendieron hace tiempo ya su vocación hacia el pacífico, forman parte de la Asociación de Países de Asia Pacífico y apoyarán, sin duda, el esfuerzo que está haciendo Costa Rica para adherirse a este foro de naciones. Este cambio de acento se vincula igualmente al fortalecimiento de nuestra alianza estratégica con Panamá, país de nuevo dinamismo económico y social en la región. Ambos países somos buque insignia de la región que se vio estimulada a adherirse al proceso negociador con Perú porque comprendieron que no podían quedarse fuera del gran alcance de este movimiento estratégico. 
 

Tengamos consciencia que este movimiento pone en tensión el músculo competitivo nacional. Recordemos que nos movemos junto a Panamá y debemos mantenernos al ritmo de su dinamismo. Panamá es líder regional en facilitación de negocios, llaga que no logramos todavía superar y acicate para que Costa Rica haga pasos significativos en la mejora de su propia competitividad.

No se trata, pues, de simplemente “otro” TLC más. Desde ese ángulo, los beneficios estarían limitados a las dimensiones todavía modestas de nuestro intercambio. Se trata, más bien, de un movimiento integrador que también dinamizará aún más la integración centroamericana. Por esa razón me cabe destacar que este acuerdo con Perú reafirma los novedosos sistemas de cooperación y facilitación aduanera, presentes en otros tratados suscritos por la región, pero que son más importantes ahora que Centroamérica vive su reciente integración aduanera.
 

Pero este movimiento que iniciamos junto a Panamá y al que se sumaron los otros países del istmo, diversifica un poco más nuestros destinos, pero sobre todo contiene también implícito una visión y esa visión es más trascendental que lo inmediato. Es nuestra apuesta al Pacífico, espacio donde tenemos un potencial que apenas estamos comenzando a aprovechar y para el que tenemos ventajas competitivas si las confrontamos con nuestras debilidades portuarias en el Atlántico. 
 

Costa Rica tiene claro su nuevo mapa de ruta. La brújula apunta hacia el Sur y hacia el pacífico. Tengamos entonces la visión de valorar este acuerdo bajo el prisma del movimiento estratégico que representa. 
 

Muchas Gracias.